Pospuesta la norma anti deforestación

Hace unos días el Consejo Europeo refrendó su aplazamiento en doce meses, a propuesta de la Comisión Europea. Esta decisión ha generado reacciones positivas de todos los agentes implicados y ha puesto en evidencia las dificultades de su aplicación en el corto plazo.

Esta regulación ha sido objeto de intensos debates y negociaciones, en los que los países miembros han expresado su preocupación por el impacto económico. Quizás lo más importante, es el caso de la soja, que encarecerá los alimentos de la cadena ganadera, al depender en gran medida de ella para la fabricación de piensos. También, aunque su impacto en el mercado es mucho menor, la producción de alimentos para vegetarianos y veganos se verá encarecida, ya que gran parte de la proteína sustitutiva de la de carne se fundamenta también en soja. Esta norma puede ser un cambio en la política agroambiental europea, que controla férreamente los modelos de producción agraria de la UE, pero a la vez deja entrar productos de Estados terceros que no cumplen en origen con estos mismos requisitos. Ahora queda que apliquen principios similares a la importación en relación con otras restricciones medioambientales, como por ejemplo la limitación en el uso de productos fitosanitarios.