Guardiola for president
La aventura humana ·
La masa se retroalimenta del individuo, al que incorpora para nutrirla de mayor fuerza. Cuando este se ve presionado por un grupo social, acaba cediendo ante una idea dominante. Una vez dentro, se deja llevar por los sentimientos contagiados y se une a ellos de forma incondicionalAdolf Hitler era un gran pensador, y un cabrón, claro. Se le atribuye la sentencia siguiente: «Las masas son femeninas y, por lo tanto, ... estúpidas. Solo la emoción y el odio pueden mantenerlas bajo control». Menos en que son femeninas, estoy de acuerdo con él, mal que me pese. Carece de mérito el aforismo. Este fenómeno ya lo estudiaron Sigmund Freud o Gustave Le Bon. El último sostenía que la masa es intelectualmente inferior a un ser humano aislado. Cierto. Lo vemos en los estadios y, naturalmente, en las manifestaciones o en los altercados que padece Cataluña. La masa se retroalimenta del individuo, al que incorpora para nutrirla de mayor fuerza. Cuando este se ve presionado por un grupo social, acaba cediendo ante una idea dominante. Una vez dentro, se deja llevar por los sentimientos contagiados y se une a ellos de forma incondicional. No se cuestiona la legitimidad y la corrección; se suma y punto. El Yo deja de existir y nace un Nosotros. El ser humano deja de discernir, cae en un estado de hipnosis y relega su personalidad a un rango secundario. La masa se vuelve voluble y excitable, pide ilusiones y lo irreal prevalece sobre lo real. La intolerancia aflora y la exaltación simbólica lo preside todo. Fuera del grupo hace frío.
Se necesita un líder, porque el grupo no existiría sin una bandera y un 'führer' tras el que desfilar. El jefe de la banda absorbe el libre albedrío individual y lo emplea para sus propios intereses. Ese líder persuade al posible seguidor con quimeras mediante el empleo de la propaganda y el victimismo. Tan solo hay que lanzar una idea simple y sencilla, como sostenía Joseph Goebbels, el muñidor de la manipulación durante el nazismo.
Se fomenta el mito nacionalista y la aversión al otro. El independentismo conservador catalán (la antigua CiU, la burguesía) busca un candidato a president. JxCat ha pensado en Pep Guardiola, quien está sopesando la propuesta y aparcar el fútbol. De entrada, su familia ya reside en Barcelona. No hay que descartar nada. En Ucrania eligieron a un cómico profesional como presidente.
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