Futuro europeo incierto
La aventura humana ·
Un gran número de naciones están mirando con mayor entusiasmo centrarse en sí mismas y abrazando una especie de endogamia que nada aporta al futuro de la UEEl domingo pasado fue un día triste. Los británicos apoyaron mayoritariamente al político conservador Boris Johnson para que rematara la faena del 'brexit'. El aclamado ... primer ministro ha anunciado que en un año Gran Bretaña desconectará absolutamente todos sus vínculos con la Unión Europea. Se ha asestado así un golpe tremendo a la construcción de un espacio político, comercial y social del que no será fácil recuperarnos. Varios expertos, como Thomas Piketty, vaticinan que no será la única espantada que sobrevendrá en el seno de la Unión. Asevera el economista y analista social que el auge de la ultraderecha y el populismo (que propugnan desvincularse de lo que en un tiempo constituyó un proyecto ilusionante) darán al traste con el megaestado en que podría haberse convertido esta alianza. Y no le falta razón. Un gran número de naciones están mirando con mayor entusiasmo centrarse en sí mismas y abrazando una especie de endogamia que nada aporta al futuro de la UE. Hungría, Polonia o la República Checa marcan distancias con Bruselas no aplicando las políticas que trazan las instituciones que gobiernan la Europa próspera y democrática de la que formamos parte.
Existe una gran irritación a causa de la arrogancia británica, un rasgo que siempre ha distinguido a ese reino imperial. Los resultados del domingo han sembrado de entusiasmo una parte de aquella sociedad, alentada por la prensa sensacionalista, que goza de un predicamento formidable entre sus lectores. Titulares estrambóticos revestidos de un patrioterismo sin parangón han guiado a los votantes hacia un futuro que puede perjudicarles. De entrada, ya se oyen voces que ponen en cuestión el sostenimiento del sistema público de salud y de la calidad de otros servicios que presta el Estado. A todo ello se sumarán los aranceles que aplicará la UE a los productos y manufacturas de las islas y viceversa. Y, por si fuera poco, los independentistas escoceses ya están pergeñando otro referéndum para escindirse del reino. Un huracán que nos azotará a todos los demás. Aún desconocemos el alcance.
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