Escaños calientes
«¿No es el hombre el animal que tropieza dos veces con la misma piedra?»
Era un presupuesto de manual, quizá el epítome de lo que significa la democracia parlamentaria. Y una oportunidad para acallar las gargantas que los acusaban ... de ombliguistas, rapaces del poder, preocupados solo por mantener o expandir su feudo con la bandera del ciudadano como excusa. Exponer sus puntos y escuchar a los de quien se sienta en el otro lado de la mesa, tirar y aflojar y llegar a un compromiso inevitablemente intermedio: tesis, antítesis y síntesis, y sin necesidad de haber leído a Hegel. Pero han sido incapaces, y ahora las gargantas están tan hartas que muchas ya ni siquiera tienen ganas de manifestar su desencanto, de repetir otra vez las denuncias consabidas.
Se comprende: el tener razón a veces descorazona más que el no tenerla. Sin embargo el fracaso no ha hecho cambiar la actitud de los participantes, que se siguen pasando la pelota de la culpa. O casi todos. Gabriel Rufián se levantó para entonar el yo nos acuso, «la gente está hasta las narices de nosotros, de todos nosotros». No hace falta la ratificación estadística de las encuestas para admitir que el rey está desnudo.
Pero los diputados insisten en la pelota, como insiste la hoja caduca en otoño en caer, y la voz discordante solo una manifestación de impotencia inútil, a la que no hace falta siquiera tratar de ahogar, basta continuar con la farsa y pasarse la pelota hasta noviembre, después ya se verá, total los votos que cuentan son los contables, valga la tautología, y si el 40 % de los convocados a repetir deciden que vayan ellos, que se voten ellos, no importa, los escaños se ocuparán igual, menudo invento genial, y ante la hipótesis más que probable de unos resultados semejantes y de nuevo la necesidad de tirar y aflojar y llegar a un acuerdo, bueno, ¿no es el hombre el animal que tropieza dos veces con la misma piedra? Tan genial es el invento que hasta admitiría un nuevo tropiezo, otro partido abandonado, y eso sí, mientras, el escaño calentito.
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