Nueva etapa episcopal
Llega a la presidencia de una organización precedido de una imagen de hombre moderado, intelectual, de consenso y dialogante
La elección del arzobispo de Valladolid Luis Argüello como presidente de la Conferencia Episcopal, en sustitución de José Omella, abre una nueva etapa en la iglesia española que apunta a un giro conservador. Los miembros de la CEE se inclinaron por una amplia mayoría en favor de Argüello aunque situaron como vicepresidente al prelado de Madrid, José Cobo, de perfil más liberal, configurando un tándem en el que estarán representadas las dos mayores sensibilidades episcopales. Argüello llega a la presidencia de una organización de la que ha sido secretario general y portavoz precedido de una imagen de hombre moderado, intelectual, de consenso y dialogante. La realidad española marcada, según su predecesor, por una mayor polarización y desigualdad, pondrá a prueba esa capacidad de mediación. Pero de su mandato se espera, igualmente, que impulse el Plan de Reparación Integral de las víctimas de abusos en el ámbito eclesiástico. El gesto del nuevo presidente y su segundo de conversar con las asociaciones de víctimas nada más producirse el nombramiento es una señal de su determinación para zanjar con transparencia una de las lacras que más perjudican la imagen de la Iglesia católica.