Crece el peligro aéreo ruso
La negativa de Rusia a admitir su responsabilidad y a seguir las normas internacionales invita a los responsables de la UE y de la OTAN a reforzar ya el flanco oriental y enviar al Kremlin un mensaje contundente
El incidente sufrido por el A330 que trasladaba a Lituania a la ministra de Defensa, Margarita Robles, junto con familiares del contingente español allí desplegado, ofrece una muestra más del creciente peligro de la campaña híbrida de Vladímir Putin en el espacio aéreo de la Alianza Atlántica. El intento de perturbar el navegador del avión se registró cerca de Kaliningrado, el enclave que Moscú se anexionó después de la Segunda Guerra Mundial para asegurarse acceso al Báltico.
El hecho de que las disrupciones en este entorno ya se consideren 'habituales' en absoluto resta gravedad al episodio, en el contexto del ataque al GPS de Ursula von der Leyen cuando volaba a Bulgaria en agosto o la proliferación de incursiones de drones y aviones de combate rusos en los cielos aliados en las últimas semanas. La negativa de Rusia a admitir su responsabilidad y a seguir las normas internacionales, como acredita la guerra desatada en Ucrania, invita a los responsables de la UE y de la OTAN a reforzar ya el flanco oriental y enviar al Kremlin un mensaje contundente. El derribo del MH17 hace once años por rebeldes prorrusos, con 298 muertos, recuerda que con la seguridad aérea no se juega.