Dulce negación
Hemos intentado mostrar en su mayoría el lado positivo de esta situación, dando la espalda a una realidad que cada día han vivido miles de personas
Rebrotes, cada vez que oímos esa palabra creo que a todos se nos encoge el corazón y nos hace plantearnos muchas hipótesis, que de momento ... no tienen solución ni respuesta. Lo único cierto es que cada uno de nosotros tiene el poder real de hacer que la balanza vaya en una dirección u otra. Y por lo que se ve hay mucha gente que aún no se ha enterado de su potencial. Por eso en medio de todo este panorama, yo me he parado a pensar si los medios de comunicación hemos tenido en parte la culpa de lo que hoy está sucediendo en la calle.
No sé si por miedo, por falta de valor, por ética o por negación hemos intentado mostrar en su mayoría el lado positivo de esta situación, dando la espalda a una realidad que cada día han vivido miles de personas que seguro hoy no se olvidan de la mascarilla o de mantener la distancia social. Los aplausos de las 8, las canciones que nos han hecho resistir, las personas que han conseguido ser testigos de esta cruel enfermedad, todo eso sí lo hemos visto e incluso las habréis recordado en este instante con miles de imágenes que han llenado portadas, pero ¿qué pasa con lo que no se ha mostrado, con lo que no se ha contado?
No sé cómo se va a tratar este hecho en los libros de Historia del mañana, no sé qué imágenes acompañarán al texto ni lo que va a ocurrir en los próximos meses, pero sí que creo que de los errores se debe aprender. Han sido muchas las víctimas de esta crisis en todos los sentidos y por ellos debemos empezar a mostrar toda la realidad.
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