La era de la tecnocracia ya está aquí
«La memoria de la ya lejana vida analógica, cuando nadie llevaba permanentemente un teléfono radiactivo cerca de las gónadas, es la consolatriz en estas horas de clic frenético y chat robótico»
Las derivadas de la investidura de Donald Trump van más allá del triunfo personalista del milmillonario: la presencia de los señores de Tesla, Amazon y ... Meta lo dice todo. El homo ciberneticus llega para quedarse, como en un raro y un tanto anacrónico déjà vu del apocalipsis distópico, a lo Orwell, Huxley, Arthur C. Clarke y demás visionarios. Por lo pronto, Trump desde Trump Media & Technology Group quiere ser un tecnócrata más, la plutocracia tecnológica de este siglo XXI. Los asesores de los imperios digitales se han desflorado en esta noche de amor por el futuro y los viajes espaciales, nuevo parque de atraciones, lo que ahora despierta en las élites mayor interés.
Elon, que ya monetiza el pulso digital de media humanidad, ha hecho unas revelaciones como mínimo inquietantes: asegura que en veinte o treinta años no existirá casi el trabajo tal y como lo entendemos ahora, y viviremos en una sociedad de ricos y de gentes subvencionadas que viven de la sopa boba del Gobierno, que viene siendo en cutre lo que tenemos ahora en España, porque nosotros, eso sí, somos pioneros en batir plusmarcas de sicalipsis mundial y subdesarrollo. Un capitoste de Oracle, Larry Ellison, se ha subido al carro de los magnates vociferantes y ha asegurado que la Inteligencia Artificial diseñará vacunas de ARN mensajero para cada persona (a fin de luchar contra el cáncer, dice) y que se fabricarán de forma robótica en 48 horas. Vamos, la consagración del experimento de las vacunas del chinavirus.
La memoria de la ya lejana vida analógica, cuando nadie llevaba permanentemente un teléfono radiactivo cerca de las gónadas, es la consolatriz en estas horas de clic frenético y chat robótico. Toda investidura es graciosa, pero esta ha sido el anuncio de lo que seremos: un salto de pantalla. ¡Qué embriaguez la de estos señoros, embriaguez de criptomonedas!
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