El 'cuñao' americano
«Con Trump los europeos hemos perdido al verdadero amigo americano pero, a cambio, ganamos al 'cuñao' americano»
Los mediocres temen la verdadera competencia y envidian o recelan, incluso del éxito de sus aliados. Europa conmemora los 75 años del Desembarco de Normandía ( ... Día D) con una reunión de viejos aliados occidentales. Durante este tiempo se produjo un potente resurgir de las cenizas de la catástrofe, bajo el impulso inicial y la tutela atlántica de los USA: el amigo americano implementó un providencial Plan Marshall y protegió las fronteras frente a un temible Telón de acero, aglutinando en torno a su ascendente a la familia atlántica. Para evitar errores y abusos del Tratado de Versalles (1919), tras la Primera Guerra Mundial, los USA promovieron los acuerdos de Bretton Woods (1944) antes de acabar la Segunda Guerra, orientados a evitar el proteccionismo iniciado en 1914 y a definir el nuevo marco de las relaciones económicas internacionales, bajo la hegemonía USA, con el dólar como patrón de referencia. Pero el tiempo cambia viejas realidades, da paso a otras nuevas y la actual foto de familia no oculta tensiones internas graves, que impulsa la Administración Trump, bajo la educada apariencia del protocolo.
El euro es la mayor expresión del éxito europeo, una moneda asentada sobre una importante realidad económica y 508 millones de habitantes (443 sin el Reino Unido). Incluso algunos países llegaron a plantearlo como alternativa monetaria al dólar pero, aunque el euro no entró en esa pelea, algunos sectores USA empezaron a recelar de esa rivalidad, en especial considerando la dependencia estratégica y militar de la UE respecto a los USA.
El modo más fácil de resolver un problema es hacerlo desaparecer y, aunque la crisis global de 2008 tenía su origen principal en USA, se atacó la complejidad de las diferentes economías europeas y, si bien los hechos muestran que la respuesta conjunta ha sido mejor, el populismo surgido con la crisis difunde la idea de que la UE es un error muy caro, que es preferible prescindir de ella y volver a los viejos Estados. La existencia de 'euroescépticos' ha dado paso a una militancia radical antieuropea, muchas de cuyas voces 'nacen' de Europa, pero también desde los USA, capitaneadas por un presidente Trump que ha dejado de ser el amigo americano.
La visita de Trump, con motivo de esta celebración, ha saboteado todos los protocolos, incluso normas de educación elementales, entrometiéndose en la política de sus socios europeos. Previamente a la jornada oficial, había hecho notar su cutrerío y capacidad de menosprecio respecto a los anfitriones familiares, amenazando la opción del propio complejo militar europeo, apostando por un 'brexit' duro, felicitando a sus promotores más conspicuos y proponiéndoles para liderar una nueva y mejor alianza con USA. En el conjunto de fotografías se advierte la incomodidad y preocupación de muchos miembros de la vieja familia atlántica.
Desde la irrupción de Trump, el mundo es un lugar bastante más peligroso, precisamente por sus múltiples actuaciones unilaterales, tanto estratégicas como proteccionistas, aderezadas con bravuconadas de taberna que amagan pero no dan. Así ha resultado el 'diálogo' con la Corea del Norte de Kim Yong-un, la desventurada Venezuela o Irán tras la ruptura del acuerdo de desnuclearización; por no citar el olvido de aliados en Siria, Irak o Afganistán, donde las pautas responden a los intereses saudíes. El 'negociante' Trump no busca resolver problemas, sino dar actividad al complejo militar e intimidar en otros sectores, conforme a sus guerras económicas, y oficia su papel como gestor de escenarios de la violencia.
Tiene a su favor la buena marcha de la protegida economía norteamericana, asentada sobre el endeudamiento creciente que asumirán quienes le sucedan, sin olvidar que la Reserva Federal tiene la máquina de hacer dólares.
'El amigo americano' es una novela de la excelente escritora norteamericana Patricia Highsmith, autora de unas novelas negras con un especial desasosiego, pues exponen la pérdida de moral y la banalización del mal entre personas aparentemente normales como hecho inducible por circunstancias cotidianas. En ella plantea cómo el 'amigo americano' Ripley induce al crimen de un mafioso a un honrado artesano que, con una enfermedad terminal, acepta convertirse en asesino a sueldo para dejar una mejor situación a su familia. La artificiosidad de la propuesta no es una sorpresa para un mundo global de sicarios.
La Norteamérica de Trump ha dejado de ser la máxima garante de la democracia y las libertades, papel relegado a una Europa menor. Como plantea Ripley, la pérdida de la moral, del valor ético, es el primer paso que pretende imponer a sus ciudadanos, cada vez más aislados por la defensa de los intereses personales de su nepotismo presidencial.
Pero también pretende hacerlo con una Europa a la que quiere despojar de valores, construidos con gran esfuerzo en la Historia, empezando por la renuncia a su Unión. Lo que sucede en la familia atlántica es algo bastante común en familias venidas a menos: ha aparecido un 'cuñao' y, lejos de revitalizarla, da problemas. Habla a voces y con la boca llena, insulta a sus familiares políticos y, como remate, no se recata en ligar con la hija solterona. Con Trump los europeos hemos perdido al verdadero amigo americano pero, a cambio, ganamos al 'cuñao' americano.
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