Comida para patos
Manrique era la que, de manera altruista, donaba el pan duro que le sobraba a los Amigos del Pisuerga para alimentar a los patos y otras aves del río
Normalmente los meses de agosto son tranquilos, cuesta incluso encontrar noticias para contar, y el calor y las recomendaciones veraniegas llenan los informativos. Pero si ... este ha sido un año atípico, no podía ser menos el verano dónde cuesta hacer la criba de los temas a tratar. Podría hablarles sobre los brotes que se están multiplicando en nuestra comunidad, también podría hablar largo y tendido de lo que opino sobre que un presidente de Gobierno como Pedro Sánchez haya mentido descaradamente a todo un país sobre uno de los mayores problemas a los que nos hemos tenido que enfrentar, y no haya tenido consecuencias.
Pero sin embargo he decidido buscar noticias amables, propias de un verano típico, por eso de intentar encontrar la tan ansiada normalidad y contarles una historia bonita con un final que aún podemos escribir entre todos. Los patos y aves que tanto nos gusta ver en la ribera del Pisuerga, están pasado hambre. No porque a ellos también les haya llegado la crisis económica de la covid, sino porque la panificadora Manrique ha cerrado sus puertas. ¿Y que tendrá que ver, pensareis? Pues ellos eran los que de manera altruista, donaban el pan duro que les sobraba a los Amigos del Pisuerga para que les alimentasen. Así han estado durante 20 años y ahora los patos se han quedado sin pan y temen que se vayan a otro lugar en busca de comida.
Si cada uno de nosotros ponemos nuestro 'granito de pan', conseguiremos que los patos se queden y podamos seguir disfrutando de algo tan nuestro como es un paseo en la ribera, cargado de recuerdos de infancia.
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