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Coronavirus y colegios: El caos del curso escolar

El caos del curso escolar

Editorial ·

Profesores, padres y alumnos tienen derecho a conocer ya qué criterios epidemiológicos condicionarán el comienzo de las clases

El Norte

Valladolid

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Miércoles, 19 de agosto 2020, 21:04

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La consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas, contradecía hoy las palabras de un día antes de su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, cuando aseguraba que la administración autonómica dispone de un 'plan B' para el caso de que en tres semanas no sea posible el inicio del curso escolar con clases presenciales en los 1.300 centros de la región. Es la demostración del desconcierto con el que se está preparando la vuelta al colegio. Recordemos antes de nada que, al margen de lo que plantee el Gobierno de España a través del ministerio correspondiente, como sucede en Sanidad, la competencia es autonómica y la comunidad educativa –padres, alumnos, profesores– a quien va a pedir cuentas de lo que suceda o no al respecto es a la institución regional. No se comprende por eso el modo como desde Educación se dirigen las miradas hacia Madrid. Ni tampoco que, por tanto y como alternativa, no se tenga al menos una idea clara, estudiada, fundada en criterios claros y conocidos, transparentes, sobre cómo debe producirse esa vuelta al cole en coordinación con los responsables de Sanidad. Esta semana uno de los mayores expertos epidemiológicos del mundo, Michael T. Osterholm, alertaba en medios de comunicación nacionales de los riesgos de un comienzo del curso precipitado. Y apuntaba unas pautas: «No hay forma de abrir escuelas de manera segura si hay más de 25 casos diarios por cada 100.000 habitantes», solo será posible abrirlas «si hay cinco o menos casos en una región por cada 100.000 habitantes, si los números han estado disminuyendo durante dos semanas y si hay capacidad hospitalaria adicional disponible». Castilla y León está hoy por hoy muy lejos de esos parámetros. El problema, sin embargo, es que la ciudadanía no conoce cuál sería aquí el criterio, es decir, esos niveles aceptables de contagio que propondría la administración, para abordar una apertura de las aulas en condiciones de seguridad. Tampoco conoce en qué momento, qué día, se fijará el punto de no retorno, o sea, con cuánto margen temporal puede actuar Educación para determinar que el curso comience o no presencialmente y, en el segundo supuesto, con qué alternativas. Estamos a escasas tres semanas y ya debería conocerse, no ya si habrá colegio o no, que según Lucas lo habrá, sino qué criterios epidemiológicos se ha determinado que van a ser los que condicionen esa decisión. La opinión pública contempla atónita el caos absurdo y peligroso en que se está convirtiendo la vuelta al colegio.

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