Annus horribilis
«Los españoles estamos siendo unos irresponsables. Desoyemos las recomendaciones de las autoridades como si viviésemos en jauja, cuando la realidad es mostrenca y nos hará chirriar los dientes»
Este 2020 va a ser un año muy difícil de olvidar. Todas las generaciones sin excepción grabarán a fuego en sus mentes este maldito guarismo ... a semejanza del mítico 666, el número demoníaco. Salvo el amor o la amistad que nos profesamos, todo lo demás se tambalea. La pandemia ha arruinado nuestra economía, muchos países nos señalan como si fuésemos apestados y advierten a sus ciudadanos de que viajar a España entraña un riesgo enorme. Los británicos, asiduos visitantes de nuestras playas, constituyen un colectivo notable que nos ha dejado en la estacada. El primer ministro del Reino Unido, para tapar sus propias vergüenzas en la gestión de la crisis en su territorio, ha soltado una cortina de humo y nos ha utilizado como chivo expiatorio.
Muchos negocios han echado el cierre y los que sobreviven lo hacen con unas perspectivas nada halagüeñas, pensando en que cuando llegue el otoño es posible que volvamos a padecer las fases de confinamiento que paralizaron el país. Y es que los españoles estamos siendo unos irresponsables. Desoyemos las recomendaciones de las autoridades como si viviésemos en jauja, cuando la realidad es mostrenca y nos hará chirriar los dientes. Tampoco se sabe aún cuándo y cómo volverán los niños a las aulas, porque no hay forma de ubicarlos guardando la distancia de seguridad.
Y por si todo esto fuera 'poco', nos encontramos con el rey emérito desapareciendo de España como si fuese un prófugo, dañando a la Corona y a la imagen de nuestra nación en el exterior. ¿Queda algo peor por llegar? ¡Claro!
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