KSP Thecnologies, la consultora mexicana de IA que viene por el tren
Carta del director ·
¿Por qué esta ciudad se empeña en torpedear, desestabilizar y comprometer uno de los principales motivos por los que muchas empresas de alto valor podrán decidir instalarse en Valladolid?Una empresa mexicana especializada en la consultoría tecnológica y de inteligencia artificial (IA) anunciaba esta semana que ya tiene sede en Valladolid y el proyecto ... de ampliar su plantilla a 500 personas los próximos años. «La multinacional, que además tiene otra sede en Estados Unidos, ha elegido la ciudad como puerta de entrada al mercado europeo», decía nuestra información. Tomo párrafos literales de la noticia. Jaime Sánchez, directivo de la firma, dijo que inicialmente pensaron en implantarse solo en Madrid, donde estará «el equipo comercial porque van a estar visitando empresas». Sin embargo, admitía: «Cuando empezamos a ver los beneficios de estar en Valladolid vimos que no era necesario estar allí al 100%», lo que les ha llevado a desgajar «la parte de desarrollo de software». Entre las principales ventajas de ciudad del Pisuerga, Sánchez destacó, en primer lugar, «la proximidad» entre las dos urbes, que están a solo una hora en tren de alta velocidad, lo que garantiza «la capacidad de poder movernos rápido».
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La inteligencia artificial está evolucionando a una velocidad inédita, muy superior a la que han experimentado otros grandes avances de la humanidad, incluidos los digitales. Es de un progreso exponencial y por eso ya es posible, por ejemplo, pedir sin mucha complicación un informe de la propia KSP Technologies para conocer quiénes son, qué hacen y qué grado de importancia y solvencia tienen como empresa de servicios especializados de esta naturaleza. Pedí a Gemini, la herramienta de Google de IA, un informe a fondo de la compañía. En pocos minutos, y tras explicarme el plan de búsqueda y fuentes que analizaría, me proporcionó un informe estructurado de diez páginas.
En su conclusión, que no tiene por qué ser perfecta, pero eso sí, demostró ofrecerla muy rápidamente, Gemini explica, con detalle de las fuentes que consulta, lo siguiente: «KSP Technologies de México ofrece una propuesta de valor de alta calidad técnica, impulsada por la especialización en IA de vanguardia y un modelo contractual superior que asume el riesgo de ejecución (Garantía de ROI). La evidencia de su capacidad de ejecución (más de 200 proyectos en España) y sus alianzas estratégicas (Microsoft Gold Partner) la califican como un socio ideal para proyectos complejos de transformación digital. No obstante, el análisis cautelar revela que su excelencia está potencialmente amenazada por indicadores indirectos de inestabilidad operativa y financiera interna. La calidad del servicio de KSP es, por lo tanto, técnicamente alta pero operativamente vulnerable». Si damos fiabilidad a lo descrito por Gemini, no estamos hablando pues de una consultora de medio pelo. Su llegada se trata de una buena noticia para Valladolid.
Pero entonces, ¿por qué esta ciudad se empeña en torpedear, desestabilizar y comprometer uno de los principales motivos, seguramente crítico, que la ha traído aquí, o sea, nuestra conexión por tren a Madrid, esa hora escasa de viaje? ¿Cómo es posible que, casi cuarenta años después de empezar a hablar de soterramiento, sigamos como entonces, en el mismo punto, obsesionados con una posibilidad deseable, ilusionante, pero que en estos momentos es incompatible con la necesidad de aumentar y mejorar nuestras comunicaciones por tren con la capital y otras ciudades de España? ¿A qué responde tanta terquedad? Porque construir una nueva estación, ampliar su capacidad de tránsito y hacerlo lo antes posible es algo que puede traer riqueza y oportunidades. Entorpecer o directamente anular esos planes y todos los pactados en 2017 sin ninguna garantía de que el soterramiento sea posible es, sin embargo y a la postre, una ruina.
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Menos comprensible aún es que el empresariado de Valladolid, al menos la CEOE que le representa, se apunte al activismo y no aterrice sus posturas ciñéndose precisamente a lo que está firmado, presupuestado, proyectado y asegurado. Por todos los partidos y por todas las instituciones. Suena a lo mismo que ocurrió con los contratistas, cuando hace unos meses rechazaban que se construyera la estación. Aquí en Valladolid los pájaros se tiran a las escopetas todo el rato.
No sé si en la patronal son conscientes de las consecuencias que tendrá para ellos que los cambios de opiniones de los políticos, que ahora esgrimen como desencadenante de la campaña prosoterramiento que han emprendido, se les pongan a ellos mismos encima de la mesa cuando, como puede suceder, un partido como Vox exija de nuevo un desmontaje del Diálogo Social en Castilla y León arropado por esa oportunista variabilidad de criterios. Ahora somos nosotros, dirán los de Abascal, los que decidimos y opinamos que la CEOE no vale para nada, diga lo que diga la ley ni el sentido común. O al menos para nada que no mande el PP. Y para eso ya está el PP, justificarán. La voluntad de la ciudadanía de Castilla y León, argumentarán, es la que nosotros decidamos. En este particular, nuestra voluntad es que si vosotros os inventáis lo de Valla y Dolid como metáfora de una ciudad dividida para hacer política, no empresa, nosotros por la misma autopista argumentativa decimos ahora que los castellanos y leoneses no quieren ni a Pin ni a Pon.
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Koldo se enrolla «que te cagas»
«El exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ingresó este jueves en prisión provisional junto con su asesor personal, Koldo García, dentro del proceso contra ellos por una trama de corrupción que operó presuntamente desde el propio ministerio. La mera enumeración de sus cargos en el partido y en el Ejecutivo da una idea de la excepcionalidad del caso y de su corrosivo impacto político. Ábalos es el quinto exministro en toda la democracia que entra en la cárcel y el primer diputado en activo que lo hace». Así arrancaba El País su editorial este viernes. El nuestro era este. Está acusado de varios delitos, como cohecho, tráfico de influencias y malversación. Una joya. Le acompaña en la celda de Soto del Real su mano derecha Koldo García, aquel que le ofrecía alternativas relajantes en sus viajes oficiales por toda España. De sus grabaciones pudimos escuchar aquella frase nauseabuenda del político valenciano, «la Carlota se enrolla que te cagas».
Este golpe es otro más, y durísimo, para el Gobierno. Aunque probablemente no haya nada, ni sentencia ni corrupción ni delito, que pueda hacerle a Pedro Sánchez reconocer que su mandato no es sostenible un minuto más y que debería convocar elecciones. Hasta Carlos Martínez, secretario general en Castilla y León, se atrevió a decir, el mismo día en el que ninguno de sus compañeros acudió a un homenaje póstumo al expresidente de Aragón Javier Lambán en el Senado, que hoy «tenemos que pedir disculpas a la ciudadanía por ser uno de los nuestros».
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El PSOE ha derivado en un partido colmado de cinismo, incapaz de lograr apoyos por otros motivos que no sean el rechazo a los otros, a los que no son «de los nuestros». Por el momento, Koldo y Ábalos, que son de los suyos, tendrán ocasión de intimar las próximas noches en una misma celda. Compartirán retrete.
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