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Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones. Efe
Sánchez garantiza el «cumplimiento íntegro» de la sentencia del Supremo

Sánchez garantiza el «íntegro» cumplimiento de la sentencia y llama a restaurar la convivencia

El presidente en funciones insta al secesionismo a asumir su «naufragio» para iniciar una nueva etapa basada en el diálogo y la ley | Promete a Casado, Rivera e Iglesias que buscará la unidad en caso de aplicar medidas excepcionales

Lunes, 14 de octubre 2019, 13:12

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No se comprometió expresamente a negar un eventual perdón a los condenados por su participación en el 'procés' independentista, pero Pedro Sánchez trató de neutralizar al menos las exigencias de los dos principales partidos de la oposición sobre este asunto. El presidente del Gobierno en funciones elogió hoy la labor del Tribunal Supremo y su «escrupuloso respeto a sus obligaciones» y garantizó que el Gobierno «acatará» la sentencia, lo que significa, subrayó, su «íntegro cumplimiento». Unas horas antes el ministro de Fomento y secretario general del PSOE, José Luis Ábalos, ya había apuntado en TVE-1 en una dirección similar. «No procede hablar en absoluto de indultos», dijo.

Todo en la comparecencia ofrecida por el jefe del Ejecutivo desde La Moncloa, una declaración institucional en español y en inglés, había sido previamente calculado al milímetro. A lo largo de la mañana se celebraron en el recinto gubernamental reuniones en las que participaron, entre otros, el propio Sánchez; la vicepresidenta, Carmen Calvo; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la de Justicia, Dolores Delgado y la de Defensa, Margarita Robles, para hacer un seguimiento exhaustivo de los acontecimientos y coordinar la respuesta en distintos frentes, el de la política interna, el de la seguridad y el orden público y el de la comunicación internacional, a la que en todo momento se ha dado una enorme importancia.

El principal mensaje que hoy se quiso contrarrestrar desde el Gobierno, dentro y fuera de las fronteras españolas, fue el que con tanta profusión se ha encargado de difundir el independentismo, que España no es una democracia. Además de un vídeo difundido en varios idiomas, todos los ministros se prodigaron en entrevistas en los principales medios de Europa, Estados Unidos y América Latina. «Nadie es juzgado por sus ideas o por su proyecto político –rebatió rotundo Sánchez–, sino por delitos recogidos en nuestro ordenamiento jurídico (...)La sentencia del Supremo es el resultado del Estado Social y Democrático de Derecho de España, que los ciudadanos pusimos en pie hace más de cuatro décadas, gracias a nuestra Constitución Española».

Todos los instrumentos

El Ejecutivo confía en que los acontecimientos no se desborden en Cataluña una vez conocido un fallo que, pese a no contemplar las penas máximas solicitadas por la Fiscalía, resulta gravosa en términos de libertad personal para varios de los condenados, especialmente, para Oriol Junqueras (13 años de cárcel y otros tantos de inhabilitación). Sin embargo, el socialista advirtió de que permanecerá «atento» a los incidentes que se puedan producir y que garantizará «la convivencia, la seguridad y el respeto a la legalidad democrática» sin excluir ninguno de los instrumentos a su alcance. Una clara alusión al artículo 155 de la Constitución y la Ley de Seguridad Nacional,

A ese fin, el presidente en funciones se puso hoy en contacto con los líderes del PP, Pablo Casado; Ciudadanos, Albert Rivera, y Podemos, Pablo Iglesias, para tratar de garantizarse una respuesta unitaria ante lo que pueda venir. En el caso de Iglesias será complicado porque en esta cuestión se encuentra muy lejos del PSOE. Pero este sábado el popular y el liberal sí se mostraron dispuestos a apoyar al Ejecutivo. Sánchez les garantizó que en caso de tener que tomar cualquier medida excepcional, lo hará de manera «compartida».

El presidente dio por hecho que aún quedan por delante días en los que se vivirán «los últimos estertores de una etapa superada», pero también instó al independentismo a asumir su «naufragio» y a dar paso a una nueva etapa en la que tanto el Parlament como la Generalitat representen y gobiernen no para «una minoría» secesionista sino para todos los catalanes. «En esta nueva etapa el objetivo solo puede ser la restauración de la convivencia en Cataluña. El método será siempre el diálogo y la regla solo puede ser la ley, la Constitución española», dijo.

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