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Theresa May llora su dimisión como primera ministra, frente a Downing Street. AFP

Theresa May dimite sin lograr el 'brexit'

Preocupación en Irlanda y Escocia por el nuevo líder y demanda laborista de elecciones generales

Iñigo Gurruchaga

Londres

Viernes, 24 de mayo 2019, 11:14

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Enoch Powell, pionero del euroescepticismo británico, que tuvo que dimitir como ministro tras pronunciar un discurso percibido como racista, escribió sobre uno de sus predecesores en gobiernos conservadores, Joseph Chamberlain, que «todas las vidas políticas terminan en fracaso». La emoción de Theresa May en su anuncio de dimisión llegó, sin embargo, cuando mencionó sus logros.

«Pronto dejaré el trabajo cuyo desempeño es una gran honra en mi vida, la segunda mujer primera ministra...», ahí la voz se quebró. Y la conclusión de su breve discurso- «Lo dejaré sin desear mal a nadie, pero con una enorme gratitud por haber tenido la oportunidad de servir al país que amo»- la pronunció acelerando el ritmo para no romper en lágrimas antes de regresar rápidamente al 10 de Downing Street.

El fracaso lo reconoció, sin embargo, con la frialdad que caracterizó a sus palabras de despedida, en las que no añadió a la lista de sus logros en el Gobierno a ninguno de los ministros que la han acompañado desde el primer día. «Lamento, y siempre lamentaré, no haber podido completar el 'brexit'», dijo, y explicó ese fracaso por la falta de disposición al compromiso en el Parlamento, a pesar de su perseverancia.

El fracaso tenía fecha cuando ministros de su Gabinete y una parte sustancial de su grupo parlamentario reaccionaron con hartazgo esta semana al anuncio por su primera ministra de que, para obtener la aprobación del Acuerdo en su cuarta votación, incluiría en el proyecto de ley opciones sobre una futura unión aduanera con la UE o un voto de los Comunes sobre un segundo referéndum.

May quería con esos cambios atraer el apoyo de los laboristas, a pesar del cierre sin éxito, el pasado viernes, de una negociación de seis semanas. Su grupo parlamentario se rebeló, harto de la perseverancia de la líder en meterlos en callejones sin salida. Ministros se sintieron burlados al conocer detalles que no habría desvelado en el Consejo de Ministros. Y el partido espera además pésimos resultados en las elecciones europeas.

El miércoles eludió un motín para derrocarla y, si se hubiese conocido antes la dimisión de la ministra Andrea Leadsom, que como responsable de la gestión de los proyectos del Gobierno en la Cámara de los Comunes no tenía ya ánimo de incluir en la agenda la última maniobra de May, quizás hubiese caído esa misma noche. Desde un amago matinal de resistencia, la terca líder descendió a lo largo del jueves hasta la negociación sobre la coreografía de la fase final de su fracaso.

Theresa May permanecerá en su puesto hasta el 7 de junio, el día en el que pensaba convocar la cuarta votación del Acuerdo de Retirada de la UE. La primera ministra tendrá que sobreponerse a la humillación cuando reciba esa semana a Donald Trump, en una visita de Estado diseñada para agasajar la vanidad del presidente de Estados Unidos y engrasar la diplomacia 'posbrexit'.

La apertura del proceso electoral para encontrar al nuevo líder comenzará el 10. Antes del final de julio el elegido ocuparía la residencia del jefe de Gobierno en Downing Street y May pasaría más tiempo en la casa que comparte con su marido, Philip, en un paraje bello de la región de Berkshire donde tienen como vecinos al actor americano George Clooney y a su mujer, la abogada Amal Alamuddin.

Peligros

Las cerca de seiscientas páginas del Acuerdo de Retirada que el Gobierno de May negoció con el Consejo Europea parecen papel mojado. Gran parte de ese texto está dedicada a la legislación necesaria para evitar controles en la frontera de Irlanda. Candidatos a sustituirla han dicho que pueden obtener lo que May no logró, que el Consejo Europeo elimine la salvaguardia irlandesa, pero los negociadores europeos han negado la posibilidad.

Para el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, la nueva fase del 'brexit' «puede ser muy peligrosa para Irlanda». «Podemos ver la elección de un primer ministro euroescéptico que quiera repudiar el Acuerdo de Retirada y avanzar hacia una marcha sin acuerdo, o podemos ver un nuevo Gobierno británico que quiera una relación estrecha con la UE y un segundo referéndum», ha añadido.

En Irlanda del Norte, la líder unionista, Arlene Foster, ha elogiado el «enfoque responsable» de May sobre los asuntos nacionales y «su disposición a reconocer la necesidad de recursos adicionales para Irlanda del Norte mediante nuestros acuerdos parlamentarios». Para la líder del Sinn Féin, Lou MacDonald, el pacto entre May y los unionistas «ha tenido una influencia negativa» y espera que el cambio no perjudique a las negociaciones para restaurar un Gobierno compartido.

El laborista, Jeremy Corbyn, tiene motivos para preocuparse por la creciente tensión en su partido en torno al 'brexit'. El mismo grupo de afiliados que logró, en la conferencia del pasado año, que el liderazgo aceptase reclamar una segunda consulta si no provoca unas elecciones generales promoverá este año que los laboristas adopten la defensa del referéndum como «imperativo democrático».

Sobre la marcha de May, Corbyn ha declarado: «Ha aceptado ahora lo que el país sabe desde hace meses: que ella no puede gobernar y tampoco su partido, dividido y desintegrándose». Los dirigentes laboristas han operado con la confianza de que el Partido Conservador se rompería el pasado otoño o esta primavera». Ellos, y también la líder escocesa, Nicola Sturgeon, demandan ya elecciones generales.

Lee el discurso completo de May

«Desde la primera vez que entré por la puerta detrás de mí como Primer Ministro, me he esforzado por hacer del Reino Unido un país que funcione no solo para unos pocos privilegiados, sino para todos, y para honrar el resultado del referéndum de la UE. En 2016, le dimos a los británicos una opción, y contra todas las predicciones, el pueblo británico votó para abandonar la Unión Europea.

Hoy me siento tan segura como lo hice hace tres años que en una democracia, si se le da a la gente una opción, uno tiene el deber de implementar lo que ellos deciden. He hecho todo lo posible por hacer eso. Negocié los términos de nuestra salida y una nueva relación con nuestros vecinos más cercanos para proteger los empleos, nuestra seguridad y nuestra Unión. He hecho todo lo posible por convencer a los parlamentarios de que respalden ese acuerdo, pero, lamentablemente, no lo he conseguido.

Lo intenté tres veces. Creo que fue correcto perseverar, incluso cuando las probabilidades en contra del éxito parecían altas. Pero ahora me queda claro que lo mejor para el país es que un nuevo primer ministro lidere ese esfuerzo.

Así que hoy anuncio que dimitiré como líder del Partido Conservador y Sindicalista el viernes 7 de junio para poder elegir un sucesor. Estoy de acuerdo con el Presidente del Partido y con el Presidente del Comité de 1922 en que el proceso para elegir un nuevo líder debe comenzar la semana que viene. He mantenido a su majestad la Reina plenamente informada de mis intenciones, y seguiré desempeñando el cargo de Primer Ministro hasta que el proceso haya concluido.

Es, y siempre será, un hecho que lamento profundamente no haber podido sacar adelante el Brexit. Mi sucesor tendrá que buscar un camino que honre el resultado del referéndum. Para tener éxito, él o ella tendrá que encontrar un consenso en el Parlamento donde yo no lo he encontrado. Ese consenso solo puede alcanzarse si quienes están en todos los lados del debate están dispuestos a comprometerse.

Durante muchos años, el gran sir Nicholas Winton, que salvó la vida de cientos de niños al organizar su evacuación de la Checoslovaquia ocupada por los nazis a través del Kindertransport, fue mi constituyente en Maidenhead. En otro momento de controversia política, unos años antes de su muerte, me llevó a un lado en un evento local y me dio un consejo. Dijo: «Nunca olvides que el compromiso no es una mala palabra. La vida depende del compromiso ». Tenía razón.

A medida que nos esforzamos por encontrar los compromisos que necesitamos en nuestra política, ya sea para alcanzar el Brexit o para restaurar el gobierno descentralizado en Irlanda del Norte, debemos recordar lo que nos trajo aquí. Porque el referéndum no fue solo un llamado a abandonar la UE sino un cambio profundo en nuestro país. Un llamado a hacer del Reino Unido un país que realmente funcione para todos. Estoy orgullosa de los avances que hemos logrado en los últimos tres años.

Hemos completado el trabajo que comenzaron David Cameron y George Osborne: el déficit está casi eliminado, nuestra deuda nacional está cayendo y estamos poniendo fin a la austeridad. Mi enfoque ha sido asegurar que los buenos empleos del futuro se creen en comunidades en todo el país, no solo en Londres y el sureste, a través de nuestra Estrategia Industrial Moderna.

Hemos ayudado a más personas que nunca a disfrutar de la seguridad de un trabajo. Estamos construyendo más casas y ayudando a los compradores por primera vez a subir a la escalera de la vivienda, para que los jóvenes puedan disfrutar de las oportunidades que tuvieron sus padres. Y estamos protegiendo el medio ambiente, eliminando los residuos plásticos, combatiendo el cambio climático y mejorando la calidad del aire. Esto es lo que puede lograr un gobierno conservador decente, moderado y patriótico, en el terreno común de la política británica, incluso cuando abordamos el desafío más grande en tiempos de paz que cualquier gobierno ha enfrentado.

Sé que el Partido Conservador puede renovarse en los próximos años. Que podemos alcanzar el Brexit y servir a los británicos con políticas inspiradas en nuestros valores. Seguridad; libertad; oportunidad. Esos valores me han guiado a lo largo de mi carrera.

Pero el privilegio único de esta oficina es usar esta plataforma para dar voz a los que no tienen voz, para combatir las injusticias que aún asustan a nuestra sociedad. Es por eso que puse la financiación adecuada para la salud mental en el corazón de nuestro plan a largo plazo del NHS. Es por eso que estoy terminando la lotería de códigos postales para supervivientes de abuso doméstico. Es por eso que la Auditoría de Disparidad de Raza y los informes de pago por género están arrojando luz sobre la desigualdad, por lo que no tiene dónde esconderse. Y es por eso por lo que preparé la investigación pública independiente sobre la tragedia en la Torre Grenfell: para buscar la verdad, para que nunca vuelva a suceder algo así, y para que las personas que perdieron la vida esa noche nunca sean olvidadas.

Porque este país es una Unión, no solo una familia de cuatro naciones. Pero una unión de personas - todos nosotros. Cualquiera que sea nuestro fondo, el color de nuestra piel o a quién amamos. Permanecemos juntos. y juntos tenemos un gran futuro.

Nuestra política puede estar bajo presión, pero hay mucho de bueno en este país. Mucho de lo que estar orgulloso. Mucho por lo que ser optimistas. En breve dejaré el puesto que ha sido el honor de mi vida: he sido la segunda primera ministra, pero ciertamente no seré la última. Lo hago sin mala voluntad, pero con una gratitud enorme y duradera por haber tenido la oportunidad de servir al país que amo«.

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