Iñigo Sáenz de Urturi: «Una persona feliz es altamente productiva, rinde más, aumenta la cuenta de resultados»
Foro Económico de El Norte de Castilla ·
El formador de directivos y conferenciante internacional cierra las sesiones del Foro Económico de 2019 con una clase práctica sobre liderazgo, «que es lo contrario del ego»E. García de Castro
Valladolid
Martes, 10 de diciembre 2019, 16:46
Que levanten la mano los que alguna vez se hayan enfadado mucho, hasta el punto de sentir que se les hinchaba una vena del cuello. Que la suban los que, en pleno enojo, hayan dicho algo que no deberían haber dicho. Que la alcen los que hayan hecho algo inconveniente durante un ataque de ira. ¿Todos o casi todos, verdad? Pues sepan que en ese momento «estaban secuestrados por la emoción».
El diagnóstico, basado en la psicología, lo ha hecho esta mañana el formador de directivos, conferenciante internacional, CEO y fundador de Be Magic Iñigo Sáenz de Urturi. Ha sido durante su ponencia en la última sesión del año del Foro Económico de El Norte de Castilla, que ha cumplido una década como único espacio estable de debate, análisis y reflexión sobre la materia. Organizado por el diario decano de la prensa española –que este 2019 celebra 165 años de historia–, cuenta con el patrocinio de Banco Sabadell, Gullón, Corporación Llorente y Collosa, y la colaboración de Vincci Hoteles.
«Tenemos un problema muy gordo de liderazgo político en España»
«¿Tenemos políticos líderes? ¿Qué le falta a nuestra clase política para convencer e ilusionar?». Son preguntas que están en la calle y el auditorio se las ha planteado en calidad de experto a Iñigo Sáenz de Urturi, que ha respondido con total contundencia. «Tenemos un problema de liderazgo en España. Un problema de liderazgo muy gordo, porque cada uno mira a su ombligo en lugar de mirar otras cosas», ha resumido. Y, puesto que estaba ante un público cualificado, ha añadido a su vez lo siguiente: «A mí me encantaría que si tenéis contacto con ciertas personas, me los paséis. Sí, porque hay que decirle cuatro cosas a esta gente».
Con idéntica rotundidad ha recordado que «si liderazgo es comunicación, compromiso, cooperación y coordinación, no puedo pretender llevarme el voto de alguien discutiendo como un bellaco en televisión». Con una advertencia final: «Esto no es una broma, el liderazgo es la clave de que nos mantengamos en el mercado en 2020. Tomáoslo en serio. Vamos a darle fuerte. Y estad muy muy cerca de El Norte de Castilla, porque en breve tendréis noticias muy interesantes. Feliz Navidad». Pues eso.
La alusión era oportuna porque «el liderazgo tiene mucho que ver con el mundo emocional de las personas» y el Foro de El Norte giraba, precisamente, en torno a 'La magia del líder'. Pero, ¿qué hace falta para serlo, y más dentro de una empresa? «El que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos», ha arrancado diciendo Sáenz de Urturi, que ha recurrido a «esta gran cita de un señor de barbas de hace dos mil y pico años, Jesucristo», como prueba de que «ya desde entonces tenemos nociones de lo que es el liderazgo», y «es lo contrario del ego». «El ego es la antítesis del líder, porque es la manifestación de una emoción que se llama miedo», ha argumentado. Por eso hay que empezar «eliminando el ego».
Sentada esta base, el especialista –que lleva 15 años analizando «con pasión» por qué unas organizaciones empresariales funcionan y otras no– ha asegurado que «los dos verbos que definen al líder son dar y servir». Dar «oportunidades, alternativas y conocimiento, para que tu equipo esté motivado», y servir como sinónimo de «estar para los demás». Es decir, «olvidarse del poder» para transformarlo en «autoridad», con el fin de «que te sigan por respeto» y no porque te tienen miedo. Porque «hay que liderar con el ejemplo, pero con el ejemplo actitudinal».
La comunicación «es la clave»
El formador, que ha salpicado su intervención de continuas interpelaciones al público que le escuchaba, ha explicado que «liderar es un proceso que tiene cuatro pasos». «Observar», para detectar las interacciones psicológicas entre los miembros de la plantilla; «acompasarte con tu equipo», o lo que es lo mismo, «sentir y captar lo que pasa ahí», porque «las hojas 'excel' no hablan de lo que siente la gente y la gente es profundamente emocional»; el 'rapport' o sintonía psíquica» con los demás y en especial con los clientes, que pasa por trabajar la empatía, y «la comunicación, que es la clave fundamental del liderazgo, lo que hace que el liderazgo funcione» y necesita del feedback o retroalimentación de las personas a las que se dirige, que en el caso de las empresas son los empleados.
Trabajadores a los que hay que elegir «por su actitud ante la vida, ante el trabajo, ante los compromisos. No por su aptitud», ha dicho. «¿Cómo hacéis la selección de personal? ¿Con un puto currículum, señores? Olvidaos del curriculum, no sirve absolutamente para nada, solo te dice lo que esa persona es capaz de almacenar en su mente», ha exclamado vehemente.
Hombres y mujeres que «es vital que sean felices» y «a los que hay que tratar como ellos y ellas quieren ser tratados». De hecho, una de las principales conclusiones ha sido que hay que intentar conseguir que los empleados sean felices. Porque es bueno per se, pero también porque «la persona feliz trabaja más horas, pide menos remuneración, coge menos bajas, es más proactiva, es más creativa... En definitiva, una persona feliz es altamente productiva y eso va directamente a la cuenta de resultados. La cuenta de resultados aumenta, en su nivel positivo, cuando nuestra gente es feliz, porque rinde más», ha reiterado el profesor de comunicación oral y expresión escénica y exmago profesional, que antes de acabar ha hecho un truco colectivo que ha dejado boquiabiertos a todos.
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