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García-Legaz: «Lo peor del ciclo económico ya ha pasado»
Jaime García-Legaz resalta el optimismo de las previsiones para 2024 y 2025 en el Foro Económico de El Norte, frente a las amenazas de Putin, China o Trump
Dice Jaime García-Legaz, economista del Estado y consejero independiente en varias multinacionales, que la suya es una ciencia a menudo tildada como lúgubre, aunque dicha ciencia, la economía, no siempre lo sea. Las previsiones auguran, de hecho, que el crecimiento de los años venideros se mantendrá, algo que a García-Legaz le da pie a considerar que «lo peor del ciclo ya ha pasado» y que «2024 y 2025 serán años razonablemente buenos». Así lo manifestó en el Foro Económico de El Norte de Castilla, al que volvió después de más de una década, exhibiendo concisión y clarividencia en aspectos que al público pudo interesar.
Sobre los dos próximos ejercicios versó su intervención, así como sobre los riesgos geopolíticos que podrían alterar las previsiones de crecimiento. Las más optimistas respecto a nuestro país, indican que la economía española crecerá en torno al 2%, con una expectativa fijada por el Banco de España en el 1,9% y por el Gobierno en el 2,4%; en cualquier caso, por encima del 1,7 previsto en el marco europeo. «Enlazar dos años consecutivos en torno a ese 2% es un dato razonablemente positivo.
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Comparada con el resto de economías del entorno, España no está mal; dentro del patrón de bajo crecimiento potencial nuestra economía es una de las que mejor se comportan», aseguró el especialista, que se sirvió de los datos del World Economic Outlook para contextualizar. también, a la hora de hablar de Estados Unidos, que prevé crecer a un 2,1% este año, o de países emergentes como China u otros de su entorno, que lo harán casi al 4%.
Influencias geopolíticas
En este Foro Económico, que cuenta con el patrocinio de Banco Sabadell, Collosa y Gullón, Jaime García-Legaz ahondó en algunas cuestiones geopolíticas que afectan a la economía, empezando por recordar la afectación que la invasión de Ucrania ha tenido en el resto del mundo. A sus ojos, «en España no ha llegado con intensidad el debate sobre qué pasará si Putin gana esta guerra, sobre cuál será el siguiente paso», algo que, explicó, sí están haciendo en otros países: en Finlandia y Alemania se está reinstaurando el servicio militar obligatorio, en Dinamarca se está implementando el de las mujeres y otros como Letonia o Lituania «saben lo que es ser anexionados por la URSS y que los carros de combate llegan a sus fronteras en doce horas desde Moscú».
El mantenimiento de Vladimir Putin en el poder pone a Rusia en una mayor disposición de ganar la guerra, «porque Estados Unidos no quiere apoyar y en Europa hay una fatiga de apoyo». «A esto se le añade que tanto Trump como Biden consideran que cada uno se tiene que ocupar de sus problemas, que no piensan mantener gratis la seguridad europea y que creen que estos países tienen que tener su defensa y contribuir a la OTAN, algo que le encanta a la economía americana, ya que, si estos países mejoran sus defensas, las grandes empresas armamentísticas que ejercen de benefactores de republicanos y demócratas perciben ingresos», expuso el técnico comercial.
La amenaza rusa «no es una entelequia, como ya se ha visto con la anexión de otro país europeo», pero Estados Unidos, en el caso de volver a gobernar Donald Trump, optará por radicalizar un neoproteccionismo que ya existió en momentos anteriores, como sucedió frente a Huawei, empresa tecnológica de origen chino, de donde procede otra amenaza, en tanto en cuanto es la segunda economía mundial y su impacto es estratégico, en Oriente, donde otros países crecen a su abrigo, y también en el resto del mundo. Y es que, desde el reaperturismo económico del país asiático, han trabajado «en reconstruir la conexión que garantice sus suministros y las vías de conexión con los mercados europeo y americano», anexionándose islas próximas y amenazando con anexionarse Taiwán «por las buenas o por las malas».
«El problema de los agricultores está en las políticas públicas»
Entre los temas por los que el público preguntó a Jaime García-Legaz se encontraba uno tan de actualidad como es la situación del campo, de los agricultores y de sus reivindicaciones. El experto no desdeñó que «se puede construir la teoría de que las cadenas de distribución se forran a costa de los proveedores», si bien explicó que «los datos no revelan que los márgenes sean superiores a los del resto de Europa». Más bien sucede al contrario; «los precios son más bajos porque aquí hay más competencia y en cualquier capital de provincia hay seis operadores nacionales y varios locales». Así, García-Legaz se autodefinió como «más crítico con las políticas públicas que, en general, con el sector privado», ya que los problemas del agricultor, a su juicio, están «más relacionados de las políticas públicas, sobre todo europeas, que con el propio mercado». «En España, la competencia presiona la cadena de valor hacia abajo y reduce márgenes, y esto es bueno. Creo que el foco hay que ponerlo en los problemas que generan en la industria primaria las trabas económicas que derivan de esas políticas y a las restricciones que tienen los agricultores para operar con una libertad de empresa real», valoró el conferenciante, que evidenció también la necesidad que hay de que la educación pública se ajuste en una mayor medida a las necesidades de las empresas.
La volatilidad de las predicciones
Las previsiones realizadas por diferentes estamentos no son siempre exactas; a veces no se cumplen, para lo malo o para lo bueno. Jaime García-Legaz confesó, preguntado por este aspecto de la ciencia, que «toda predicción implica una incertidumbre, una volatilidad y un riesgo de equivocarse, porque están sujetas a choques externos y a fenómenos que impactan la economía». Así, a través de un mapa de riesgos como los que realizan en consejos de administración, advirtió de algunos de esas variables que pueden entrar, como un conflicto armado serio, como el recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio o como otro colapso de la cadena de suministros, «que volvería a tener impacto en el PIB, en las inversiones y en el consumo». Así sucedió con la pandemia de coronavirus, a la que, contradiciendo las predicciones que se habían hecho, «el consumidor reaccionó con un mayor gasto del previsto».
Las previsiones citadas por Jaime García-Legaz hablan de que, a pesar de los ataques a su economía que «se van a recrudecer» si Donald Trump vuelve a la Casa Blanca –«tiene toda las probabilidad; lo contrario sería un milagro»–, la economía china seguirá en crecimiento, como también la India, otra de las habituales en el 'top 3' mundial desde la Antigua Roma. No obstante, el especialista advirtió de que la sobreprotección estadounidense «hará que su economía, y la de socios comerciales como España, crezcan», por lo que también tendrá «efectos positivos», como lo está teniendo el desarrollo de la economía china a través del turismo procedente de este país, incipiente, o de la exportación de productos del sector primario, mediante unas relaciones comerciales que, considera García-Legaz, han de continuar fomentándose.