La Junta propone subidas salariales en consonancia con el crecimiento económico

Para empezar, los puntos de acuerdo: El Diálogo Social que ha imperado en Castilla y León durante más de dos décadas no solo ha aportado «estabilidad social y confianza para la inversión», sino que ha tenido «repercusión directa e inmediata en el bienestar de los ciudadanos» y ha permitido a la comunidad autónoma «transitar por la crisis algo mejor de lo que lo han hecho otras». Si el próximo parlamento regional se poblase de siglas hasta ahora desconocidas, «nadie debería atreverse a atentar contra él» porque «hay cosas (como la búsqueda de consensos, la confianza, generosidad), que deben estar por encima de las ideologías».

En este argumento coincidieron todos los participantes en la cuarta y última sesión del ciclo Diálogo Social y salarios en la salida de la crisis organizado por el Consejo Económico y Social y El Norte de Castilla, que se celebró en Valladolid.

Más difícil resulta encontrar puntos en común referidos a la segunda parte del tema de debate, los salarios. Pero también los hubo. Por ejemplo, que la subida salarial que pacten en Madrid la CEOE y Cepyme por un lado, y CC OO y UGT por el otro, será asumida por sus homólogos en Castilla y León. De momento, las patronales pugnan por rozar el 1% (por debajo) y los sindicatos, por rebasarlo (por encima).

También la tesis defendida por el Consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, tuvo cierto grado de aceptación. Dijo el representante del Ejecutivo autonómico: «Aunque los salarios son una cuestión de negociación colectiva, bilateral, el Gobierno también puede y debe hablar de ellos. Queremos trabajadores de una economía especializada, internacionalizada, innovadora e industrial; trabajadores de salarios altos, no de salarios de servicios. Estamos con las regiones de alta tasa de escolaridad entre los jóvenes (y bajo empleo) Hasta los 21 años se dedican a estudiar. Garantizar la supervivencia empresarial es muy necesario, pero también lo es la ganancia de poder adquisitivo. Los salarios se tienen que ir incrementando adaptados al crecimiento económico. También a la productividad, pero sobre todo al crecimiento económico».

Para este año, de momento, la Junta prevé un crecimiento del Producto Interior Brutoregional del 2,5%. Mariano Rajoy elevó antes de ayer la del PIB nacional hasta el 2,9%.

Bueno, el hecho es que Santiago Aparicio, presidente de Cecale, coincidió con Villanueva solo en parte, concretamente en la primera parte. También Aparicio querría «parecerse a lugares como el País Vasco, con su índice de industrialización, de I+D, de bajo desempleo...». Pero el dirigente empresarial insistió en que «la mayoría de las empresas de Castilla y León no están como para permitir subidas salariales importantes. Hay que ser cautelosos para evitar un efecto bumerán que acabe con cierres y despidos». Y se quejó: «Parece que seamos nosotros los culpables de que no suban los salarios. El acuerdo de moderación lo firmamos las dos partes. Ylos 250 convenios firmados en Castilla y León con sus correspondientes subidas también han sido pactadas».

Agustín Prieto, secretario general de UGT en Castilla y León estuvo de acuerdo en que «en las economías más potentes del mundo, los salarios, la productividad y la competitividad crecen de forma pareja» y en que la comunidad debe apostar por un «modelo no de costes salariales bajos, sino de innovación». También recordó que «aquí tenemos implantadas multinacionales que son muy competitivas a nivel mundial y que pagan a sus trabajadores buenos salarios». Y deslizó un codazo a Villanueva: «En la recuperación salarial, la Administración debe dar ejemplo porque es la mayor empresa de la comunidad».

En busca de un modelo

El secretario regional de Comisiones Obreras, Ángel Hernández, optó por una postura más bien escéptica en lo que a los deseos de Aparicio y Villanueva se refiere. «Resulta que en Castilla y León tenemos más industria que la media nacional, que es un sector que paga más, pero los salarios de esta comunidad son más bajos. Entonces, aquí ocurre algo raro en el tejido productivo. Llevamos en busca de un nuevo modelo económico desde que murió el Cid Campeador y no lo encontramos. ¿Sabe decirme alguien de los presentes qué es lo que vamos a comprar dentro de un año?».

El dirigente de CC OO advirtió de que «si las empresas no ponen más dinero en circulación, el sector que mueve la economía real, los servicios, nos arrastrará a un estancamiento que puede ser como el de Japón, de décadas».

En cuanto a las tesis principales que mantuvieron los participantes en el debate, no hubo demasiadas sorpresas. Para Santiago Aparicio, «el 60% de las empresas aún están en pérdidas» y «las supervivientes tienen sus estructuras dañadas». Además, hay «elementos que distorsionan la competencia: una fiscalidad altísima, por encima de la media europea;un coste de la energía nefasto, de más del doble; escasa inversión en I+D, la mitad que en la UE;y un transporte muy caro, todo por carretera».

«Todo esto dispara costes y merma competitividad, de modo que las empresas que tengan beneficios podrán apostar por subidas importantes, pero el resto deben ser muy prudentes para que no suceda lo que pasó en 2008 y 2009», añadió.

Según Agustín Prieto, «en Castilla y León hemos ganado competitividad a base de devaluación salarial» y esta ha tenido como consecuencia que «ha hecho más ricos a los ricos y más pobres a los pobres». «La clase media está desapareciendo y todos los días vemos tremendos casos de pobreza y exclusión social. El 23% de la población de la comunidad está bajo el umbral de la pobreza y con los nuevos contratos, tener un empleo no te exime de ser pobre». Recordó el líder de UGT que «285.000 asalariados, el 30%, no llegan al salario mínimo y 400.000 trabajadores cobran un poco más del SMI, pero menos de mil euros». «Crecimiento económico sin empleo de calidad no es recuperación continuó. La competitividad no se puede basar permanentemente en la devaluación salarial».

Balance de bajas

En su intervención, el representante de CC OO tiró de datos oficiales para argumentar lo razonable de su reivindicación y recordó que «en Castilla y León, el PIB ha caído el 6%; la productividad se ha incrementado en 10 puntos; la renta per cápita ha descendido en 700 euros por persona y los salarios, el 11% frente al 7% nacional». «La participación de las rentas del trabajo en el total de la riqueza ha perdido un punto y medio, casi lo mismo que han ganado las del capital», es decir, «en esta guerra ha habido muertos, pero quienes más bajas han tenido son los trabajadores».

Además, Ángel Hernández demostró que se ha estudiado el asunto a fondo cuando comentó que «los salarios en Castilla y León son 200 euros inferiores a la media nacional, pero es que, además, son 170 euros menores que los de las nueve comunidades autónomas limítrofes, entre las que hay de todo, el País Vasco y Madrid, pero también Extremadura y Castilla-La Mancha». «El tejido empresarial de Castilla y León concluyó está en tela de juicio».

Villanueva, que comenzó poniendo en valor en Diálogo Social de la comunidad como «artífice de consensos en educación, sanidad, medio ambiente, empleo, o política económica», explicó que la apuesta de la Junta por un modelo económico más industrial que de servicios «no es algo que se haga en cuatro años, como una carretera, sino que se consigue a largo plazo». «Para ello añadió la educación es determinante y Castilla y León se encuentra en el grupo de las regiones cuyos jóvenes tienen tasas de escolaridad más altas y más bajas de empleo. Hasta los 21 años se dedican a estudiar y eso les permite acceder luego a mejores sueldos».

«Un slario justo disminuye el absentismo, eleva la creatividad y dispara la productividad»

El presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León, anfitrión del debate, hizo suyas en la presentación las tesis del gobernados del Banco de Japón, Haruiko Kuroda, que sostiene que «cuando bajan los salarios, baja la demanda, bajan los beneficios empresariales y vuelven a bajar los salarios en un círculo vicioso». «Hagamos que el círculo añadió Germán Barrios se convierta en virtuoso».

También citó el representante institucional al economista del FMI Olivier Blanchard cuando dijo que «unos salarios justos impiden la rotación de trabajadores, disminuyen el absentismo laboral, elevan la creatividad y terminan por mejorar la productividad. Es hora de que haya un viraje; los salarios bajos tienen efectos perniciosos desde un punto de vista económico, político, social y empresarial».

Según Barrios, «el crecimiento económico per se no debe ser el objetivo, sino el medio». «Lo importante es que el crecimiento sirva para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, de lo contrario, no será útil». «Si mejoramos las expectativas de encontrar empleo, o de subir salarios, mejorarán las expectativas del consumo, que no debemos olvidar que aporta a la economía el triple que las inversiones y el doble que las exportaciones».

El presidente del CES recordó que todos los grupos presentes en el Parlamento regional se adhirieron a una proposición no de ley que defiende que «la competitividad empresarial debe estar basada en el talento y en el capital humano y no en los costes salariales».

Ángel de las Heras, director general de El Norte de Castilla, anunció que «el pacto nacional de negociación colectiva está en el horno;el acuerdo se cerrará tras el 1 de Mayo y estará en torno al 1%». De las Heras saludó que «en el tránsito por la crisis nunca ha faltado clima de consenso en la región y voluntad por resolverla» y añadió:«Las empresas más grandes ya han superado la crisis; las pymes aún siguen constreñidas en un entorno donde la recuperación no es suficiente. De los acuerdos que sean capaces de alcanzar dependerá la velocidad de la reactivación».

sd