Expulsan de un avión a tres jugadores de hockey vallisoletanos por altercados
Los deportistas internacionales pertenecen al Molina Sport canario, y su actitud obligó al piloto a desviar el vuelo a Sevilla
La fiesta del Molina Sport, club de hockey que le ganó el pasado domingo la final de la Copa del Rey al CPLV Valladolid en Zamo ... ra, no terminó cómo se esperaba.
El club grancanario, que cogió un avión en el aeropuerto de Barajas con destino a la isla, tuvo que ser desviado a Sevilla, ante «un caso excepcional, como la situación que provocaron a bordo algunos jugadores del Club Molina Sport, comprometiendo la seguridad del vuelo I23890 del 4 de febrero entre Madrid y Gran Canaria», explica Iberia en un comunicado.
La celebración, según varios pasajeros del avión, «se fue de madre», y a la decisión del piloto, le siguió la intervención de la Guardia Civil, ya en el aeropuerto hispalense, que decidió bajar del pasaje a siete de los jugadores, entre los que figuran tres deportistas vallisoletanos.
Los tres jugadores, formados en el CPLV Valladolid e internacionales con la selección española, se enfrentan ahora a sanciones que pueden ir desde los 6.000 euros hasta los 60.000 si se confirma la versión de la aerolínea de que comprometieron la seguridad del vuelo.
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El club canario dio una rueda de prensa este martes para «pedir disculpas por lo ocurrido en el vuelo del domingo». «Queremos pedir disculpas a Iberia, a la tripulación, a los pasajeros... y entendemos que nuestra celebración quizá se salío un poquito de tono», se lamentó el presidente del conjunto canario, Alejandro Molina. «No nos queda otra que pedir disculpas y dar la cara», añadió.
El responsable del club preguntado porqué no pararon la celebración o no se hicieron cargo de la situación en el avión, aseguró que «si no se hicieron cargo, es que quizá pensaron que si habían hecho algo, tenían que pagarlo». Eso sí, el presidente explicó que llegó a hablar con el comandante, que le transmitió que si seguían comportándose así, desviaría el avión... «La noticia de que finalmente lo desviaba, la escuché por megafonía, y enseguida pedí disculpas a la tripulación».
La versión de los jugadores
Andreu Tomàs, en calidad de portavoz de los siete jugadores desalojados del avión, aseguró ante los medios que «es verdad que todo el equipo estaba muy feliz por la victoria, porque llevábamos mucho tiempo queriendo ganar esa Copa, aunque ya la habíamos ganado anteriormente, porque suponía ganarla ante nuestro eterno rival, el Valladolid, nos hizo muy felices y seguramente el tono de voz que teníamos en el avión no era el adecuado en esa situación, ya que estaba totalmente lleno y por eso entendemos que pudiéramos ocasionar molestias».
«Sentimos que no podemos hacer ya nada más que pedir perdón, no solo a los tripulantes, sino también a los pasajeros que estuvieron allí y que sufrieron un retraso en el avión, también pedir disculpas al equipo ya que no todo el mundo estaba participando y están recibiendo ellos también las consecuencias, también pedirle perdón a Molina por la imagen que ha sufrido el club» y a las azafatas porque en ningún momento quisimos que sintieran que las queríamos faltar al respeto, ni al piloto tampoco», señaló el jugador.
La acusación de embriaguez
En cuanto a las acusaciones de la compañía provocadas por el presunto consumo de alcohol, Alejandro Molina respondió que «beber, algunos jugadores bebieron dentro del avión, aunque borrachos no estaban». El directivo intuye que «desde antes de subirnos al avión ya pusieron los ojos en el equipo, porque antes de entrar ya estábamos celebrando, porque veníamos contentos, por ejemplo yo, que no bebí nada y estaba muy contento, aunque se nos advirtió antes de entrar al avión que estuviésemos tranquilos y es verdad que eso no se cumplió».
En lo que respecta al posible importe de las posibles sanciones económicas, Andreu Tomàs explicó que «se está estudiando con varios abogados, es algo muy nuevo para nosotros, tampoco sabíamos que iba a ser un caso tan mediático, estamos todos en shock, no entendíamos muy bien las consecuencias y ahora estamos estudiando a que cantidad puede llegar la sanción y vamos a trabajar para intentar que sea lo mínima posible».
Alejandro Molina declaró que «el club tendrá que tomar medidas disciplinarias internas con algunos jugadores, tenemos que hablar con cada uno de forma individual para conocer sus versiones, porque desde mi posición en el avión no pude verlo de primera mano, hace un rato aterrizaron en la Isla y fui a recogerles, por lo que no hemos podido hablar todavía con cada uno».
El presidente del Molina Sport reiteró que «el club no se puede hacer cargo de las sanciones individuales de cada jugador, porque no contamos con un dinero para ello, son subvenciones para cosas puntuales estrictamente relativas a la competición y para mantener al equipo en la máxima categoría».
Además, la Real Federación Española de Hockey ya ha advertido de que cuenta con un código ético, y que los sucesos pueden provocar que los jugadores puedan quedarse sin ser convocados con la selección española de hockey en línea, un combinado nacional del que es seleccionador, el vallisoletano Ángel Ruiz.
El preparador pucelano espera «ver cómo evoluciona todo, ante un caso grave para adoptar decisiones».
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