David Llorente acaricia las medallas

No pudo revalidar David Llorente la medalla de bronce conseguida en el Europeo del pasado año en Cracovia, aunque a punto estuvo incluso de mejorarla por una plata que saboreó durante buena parte de la final. El piragüista de Palazuelos de Eresma concluyó en séptima posición su participación en el Europeo sub-23 de Solken (Eslovenia), al que acudió con el objetivo de meterse en la final.

Las sensaciones antes de la final eran muy buenas. Tras su victoria en el campeonato de España absoluto competición que suponía su regreso a la piragua tras más de medio año de lesión, el del Club Río Eresma logró el pase a las semifinales con la segunda mejor bajada de todos los participantes, lo que hacia presagiar que su condición física era la adecuada para luchar por grandes cosas en la competición. Las sensaciones se confirmaron en la misma mañana del sábado, cuando David consiguió el pase a la final con el tercer mejor tiempo y una marca que de haberla repetido en la final, le habría permitido volver a ser medalla de bronce.

Pero en la gran final, Llorente falló en la decimonovena puerta. El de Palazuelos de Eresma venía realizando una gran bajada que le colocaba en segunda posición, cuando decidió superar dicha puerta por delante. Tocó el palo, fue penalizado y perdió un tiempo extra que le relegó a una séptima posición. «Estoy muy contento con los resultados que estoy obteniendo tras seis meses sin remar. En esta ocasión he tenido la oportunidad de llevarme una medalla, pero unas veces se consigue y otras no», declaró al finalizar la prueba.

David Burgos, decimoquinto

Tampoco tuvo suerte David Burgos en la categoría junior. El también piragüista de Palazuelos de Eresma consiguió el jueves acceder a las semifinales, donde obtuvo la decimoquinta mejor marca, insuficiente par pasar a la final a la que accedían a los diez mejores. El español Miguel Trave sí que accedió a la final, terminando en octavo lugar.