Combate nulo entre el Atlético Tordesillas y Mirandés B

Miguel tuvo la más clara con un remate de cabeza en la segunda parte, pero el balón, que quedó muerto tras la parada de Aritz, no pudo ser rematado. La primera victoria del año aún tendrá que esperar.

La primera parte fue un mero trámite, sin ritmo e intensidad. Parecían dos equipos dormidos, como si les hubieran quitado la hora de la siesta. Fueron unos minutos insípidos, ásperos y poco vistosos para el espectador. Desde el comienzo, las interrupciones por faltas fueron una constante que ralentizaban el juego. Los argumentos del Mirandés B se basaron en las acciones a balón parado lideradas por Erik, pero solo un remate de cabeza de Oier, que se fue fuera, puso un poco de picante. Quizás en la cabeza del Torde retumbaba la idea de las cinco jornadas sin ganar y cosechar otro revés sería una losa. Por ello, con el temor a arriesgar, se mantuvo junto, y cerró espacios. Los guardametas se convirtieron en espectadores. Da Silva trataba de percutir por su banda derecha. Con su velocidad buscó desperezar a un equipo local que no encontraba a Torres. Ayllon trató de hacer daño con su movilidad, aunque la retaguardia rojilla impedía cualquier amenaza. En la medular, Yuste y Camilo no lograban imponerse.

Tanto Miguel de la Fuente, que tuvo que ver el partido desde la grada por sanción, como Jonathan Prado exigieron a sus pupilos meter una marcha más y así fue. El paso por las casetas sirvió para ajustar las tuercas y buscar mayor mordiente en ataque. Héctor probó fortuna con un disparo lejano que atrapó Aritz y, en el minuto 62, llegó la ocasión más clara para el bando anfitrión. Dani Ayllón, con el guante en su pie derecho, sirvió una falta teledirigida a la cabeza de Miguel. El defensa cabeceó y Aritz tocó lo justo para que el esférico no perforara la portería, el balón quedó muerto, pero no pudo ser aprovechado por ningún jugador local. La grada, que ya cantaba gol, se llevó las manos a la cabeza.

Fue entonces cuando el Mirandés B empezó a crecer y merodear las inmediaciones del área defendida por Farolo, aunque sin concretar en los metros finales. Ariel tuvo el 0-1 en un remate de cabeza, pero Ivi, que se encontraba bajo palos, sacó el remate. Subieron las pulsaciones. A pesar de que el duelo carecía de dueño, las ocasiones se sucedieron. El Torde se llenó de orgullo y comenzó a percutir. A falta de ocho minutos para que se cumpliese el tiempo reglamentario, Ivi cabeceó un córner sacado en corto que ejecutó Ayllon, pero el guardameta visitante se mantuvo firme.