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El vestuario cierra filas con De Gea tras sus fallos

El guardameta comete un nuevo error grave y genera inseguridad, pero Hierro y la plantilla le respaldan

javier ortiz de lazcano | césar garcía granero

Viernes, 15 de junio 2018

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«Mejor hacerlo en un partido amistoso que en uno oficial», se consoló David de Gea en Villarreal tras cometer un grave error que permitió a Suiza empatar en el último amistoso de La Roja antes de viajar a Rusia. Y añadió: «Tengo facilidad para dormir, no me cuesta nada ni le doy muchas vueltas. Era un amistoso, es cuando relativamente se puede fallar».

España entró ayer en la lucha por el título mundial y De Gea volvió a fallar de forma descarada. Ya no era un amistoso. Su fallo en el segundo tanto luso está ya en la historia de las 'cantadas' de los porteros españoles. Remite a las desgracias vividas por Arconada en la final de la Eurocopa'84 y al autogol de Zubizarreta en la eliminación en el Mundial Francia'98.

De Gea ha arrancado el Mundial con protagonismo por cuestiones desagradables. No saludó al nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por unas declaraciones suyas cuando se le vinculó a un posible delito sexual que no se sustanció. Luego llegó el error de Suiza y ayer el penoso partido ante Portugal. No hay intervenciones que creen a su alrededor el aura de un portero salvador. Al contrario, hay jugadas que reprocharle.

No solo se equivocó en el segundo gol de Cristiano. Tuvo una salida muy mala en la segunda parte que a punto estuvo de costar otro tanto. Aunque poco podía hacer, la imagen del portero atornillado al suelo mientras entraba el tercero de Portugal no juega en su favor.

El devastador error en el segundo gol hacen que los hinchas se cuestionen su titularidad. Los firmes cimientos de portero indiscutible quedan de repentye socavados. Sin embargo, el seleccionador y los jugadores salieron ayer en tromba a cerrar filas a su alrededor. Fernando Hierro dio la cara por el portero del Manchester United. El malagueño dejó claro cuál es el camino que tomará ahora, el de la protección del portero. Hizo un voto de unidad y destacó que «somos un equipo, sabemos que hay jugadores que tienen un mejor día y otros peor. Somos una familia y no dejamos tirados a nadie. No tenemos duda. Tenemos muy claro lo que queremos y es ser un equipo. Aquí son importantes todos: desde el numero 1 al 23 y no se duda de nadie de la familia».

Esto lo dijo nada más acabar el partido. El eco de las críticas al madrileño crecía y el seleccionador salió al rato a confirmar que no será él quien le releve. «El de portero es un puesto especial, lo sabemos. Pero no tenemos dudas con De Gea».

El concepto de grupo unido fue empleado por todos los compañeros que se refirieron a la pésima actuación. Isco quiso tranqulizar a los hinchas. De Gea no se vendrá abajo. Está preparado para soportar las críticas más duras. «Ya es mayorcito. Lo bonito es que dentro de cinco días tiene una nueva oportunidad para reivindicarse».

Diego Costa fue el mejor de España. El que generaba dudas en los aficionados antes del Mundial era él. Del portero nadie desconfiaba. Ahora los papeles han cambiado. El delantero fue ayer fundamental y el peso de la presión va sobre el portero.

Costa parece sentirse en la piel de su compañero. «De Gea es un porterazo. Por un fallo como este no vamos a dudar de él. Una familia es así hay que confiar y apoyarse. Yo ayer era malo y hoy puedo ser un poco mejor».

El apoyo de Mourinho

José Mourinho no quiere que De Gea se vaya del United. Ha pedido al club que le renueve y un periódico de Manchester se refirió ayer a un principio de acuerdo para extender el contrato por cinco campañas. El portugués cumplió con el ritual del apoyo inquebrantable al portero, aunque fue el único de los que refirió al asunto que admitió que se trataba de un error monumental. «De Gea es mi chico. Me duele decirlo pero él sabe que es un error malo. Es un error que no hace con el United. Pero le pasa a los mejores. Lo bueno de los mejores es que en el siguiente partido están ahí, sin miedo y con confianza, listos para ayudar a su equipo».

El portero se debe aferrar ahora a su capacidad para abstraerse y lograr así mantener la tranquilidad tras un partido en el que complico la vida a los suyos. Él dice que tiene facilidad para dormir aun en medio de un terremoto de críticas.

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