La Ponferradina frena en seco en el peor momento
Los de Jon Pérez Bolo se atascaron en diciembre y desde entonces suman solo tres victoria en quince jornadas, ninguna en los seis últimos partidos
Rober Ugarte
Ponferrada
Jueves, 7 de abril 2022, 12:25
La temporada en la Liga Smartbank es muy larga y muy compleja, con equipos enlazando rachas positivas de las que parece que nadie les puede bajar y otros en dinámicas tan negativas en las que se llega a dudar que al final del tunes pueda haber un rayo de luz. Las primeras, esas inercias ganadoras, aúpan a uno a los puestos nobles de una categoría competida como pocas mientras que las malas te pueden dejar con la miel en los labios tras soñar durante muchas semanas.
Cuatro victorias en cinco partidos encadenó la Sociedad Deportiva Ponferradina tras vencer el pasado cinco de diciembre al Club Deportivo Mirandés en El Toralín. Victoria de las que hinchan el pecho por el cómo, en el descuento con un tanto de su capitán Yuri y tras un partido en el que el rival había sido mejor, y por aquello que suponen: el equipo berciano acabó esa jornada, la decimonovena, en segundo lugar de la clasificación, puesto de ascenso directo a Primera División y con una ventaja sobre el séptimo clasificado de siete puntos, marcando por tanto distancia también en la zona de 'play-off' de ascenso.
Ocurre que las rachas tienden a tener un final, por poco que guste al que disfruta de una en la que todo le sonríe y con el alivio que supone para el que no se veía capaz de zanjar una hilera continuada de malos resultados. El equipo de Jon Pérez Bolo es ahora un equipo inmerso en ese segundo escenario dado que tan solo ha logrado sumar tres triunfos desde aquella victoria sobre el conjunto mirandesista hace ya quince partidos: victorias en Huesca y Gijón lejos de Ponferrada y en casa solo ante el filial de la Real Sociedad B. En las seis últimas jornadas, cero victorias y resultados dolorosos como ver que se escapan los triunfos en los instantes finales, victorias que se acarician con la yema de los dedos y que romperían ese hechizo que impide ganar y que le sucedieron a los bercianos en Santo Domingo contra el Alcorcón o en El Toralín frente al líder Éibar, ambas tras gozar de dos goles de ventaja a favor. Los últimos minutos que tanto habían dado a los bercianos ante Mirandés o Lugo se cobraban su particular saldo a la hora de nivelar esa balanza y hacerla estar en equilibrio.
El colchón de siete puntos sobre el séptimo clasificado que tenían los blanquiazules, que han permanecido en puestos de 'play-off' de ascenso desde la jornada inaugural del campeonato, menguaba con el paso de las jornadas hasta ver este fin de semana como el triunfo del Oviedo en Cartagena y la derrota propia en tiempo de descuento en casa ante Las Palmas (una vez más el dichoso tiempo de descuento que pensará más de uno a orillas del Sil) situaba al conjunto que celebra su centenario en esa poco querida séptima posición, fuera de los puestos más privilegiados. Pero como quiera que sea que las rachas han de tener un principio y un final en el vestuario de la Ponferradina no se pierde la fe en coger cuanto antes la moneda mostrando cara y lograr un triunfo con el que recuperar sensaciones y por qué no, pelear esos puestos que por méritos propios han ocupado desde que arrancara la liga y que pese a la racha actual tiene a los bercianos igualados a puntos con el equipo carbayón y con un punto de ventaja sobre Las Palmas.
La Ponferradina no se quiere rendir y buscará tal como transmite su vestuario en cada comparecencia, en cada charla y en cada publicación en redes sociales, luchar hasta el final y si tiene que morir, que sea con las botas puestas como dijo su entrenador tras caer en Miranda. Ocho citas restan para acabar la temporada, muchas como para prolongar una mala racha, suficientes como para enlazar una nueva que revitalice esperanzas en blanco y azul en el año de su efeméride más especial.
