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Kalinic, en una acción del partido. Sergio Pérez (Reuters)
Octavos | Vuelta

El Girona se viste de Atlético para hacer historia

El equipo madrileño, que vivió sobresaltado por el uso del VAR, cae eliminado al encajar un tercer gol en los minutos finales en un partido loco

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Miércoles, 16 de enero 2019, 00:05

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Diego Pablo Simeone solo piensa en el torneo de la ilusión. Desde que llegó al Atlético siempre ha visitado al menos los cuartos de final. Y aunque en el entorno rojiblanco se habla mucho de fichajes él solo piensa en cómo superar al Girona, equipo al que se ha medido cinco veces y todos los duelos finalizaron igualados (2-2 y un doble 1-1 en Girona, mismo resultado que hace caso un año en el Metropolitano). El equipo catalán está recorriendo el camino del Barcelona para convertirse en bestia negra ya que sólo el Barcelona completó más partidos (siete) sin que Simeone pudiera ganarle.Esta vez, en el Metropolitano, aunque haya otro empate uno de los dos equipos rojiblancos resultará ganador y se clasificará para los cuartos de final de la Copa del Rey.

Una proeza en el caso del Girona, pero algo habitual en el Atlético desde la llegada del Cholo al banquillo capitalino. Un torneo importante en la carrera del técnico, ya que el último fracaso del Atlético en la competición del KO (cayó ante el Albacete en 4ª ronda) provocó su llegada para sustituir a Gregorio Manzano a finales de 2012. En su primer ejercicio como entrenador consiguió el título ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu en 2013 pero desde entonces no ha podido volver a alcanzar una final. En 2014 y 2017 se quedó a las puertas, cuando el posterior campeón (Real Madrid y Barcelona) le apearon de la gran cita.

Buenos precedentes atléticos

Su buen rendimiento reciente como local le hace ser optimista: lleva cinco victorias sin encajar y sólo ha cedido dos empates esta campaña de 14 encuentros (ambos 1-1 con Eibar y Atlético, resultado que forzaría la prórroga). Además no pierde desde el 24 de octubre en Champions (suma diez victorias y seis empates) pese a que ha tenido dificultades en ataque teniendo que ser Antoine Griezmann, con goles y asistencias, el que lograse puntos para un equipo asentado en defensa y en su portero. Simeone, que vuelve al banquillo tras sus tres encuentros de sanción, repetirá con Antonio Adán bajo palos y optará por José María Giménez junto a Arias, Godín y probablemente Juanfran en una zaga con varias bajas. Parece complicado que vuelva Lucas tras un mes de baja por un esguince de rodilla. Arriba Kalinic, inmerso en los rumores del mercado, podría repetir en punta.

El croata parece que tendría que salir para abordar un posible fichaje de Álvaro Morata ya que el club debe cumplir con el límite salarial. El técnico no quiso opinar «de los chicos que no están». «Pensamos en la gente que está, en los que van a jugar mañana (por este miércoles contra el Girona en Copa). Pueden ser Kalinic, Correa, Gelson... Pienso en los que me pueden dar soluciones mañana», zanjó el argentino que por contra sí está contento con que el canterano Borja Garcés - goleador ante el Eibar- haya prolongado su contrato hasta 2022.

La historia espera al Girona

El Girona, por su parte, viaja con ilusión de hacer historia en Copa -hacía 70 años que no estaba en octavos- tras el buen partido de ida, que jugó con varios no habituales (hasta cinco) y a dos jóvenes del filial. «Iremos allí con la mentalidad de pasar a la siguiente ronda. Sabemos que no será fácil por la entidad del rival, pero lo intentaremos. Queremos disfrutar al máximo de esta eliminatoria, queremos pelearla hasta el final», avisa Eusebio Sacristan. El técnico, que lleva seis partidos consecutivos sin ganar, sí optará esta vez por Cristhian Stuani, ausente en la ida y que en las últimas horas ha sido noticia por un supuesto interés del Barcelona. Al no poder jugar el domingo contra el Betis por sanción estará en punta junto a Lozano o Doumbia, que gozaron de muchas ocasiones ante el Atlético en Montilivi.

El Metropolitano despidió con aplausos al Atlético. Lo hizo pese a que no ganó y aunque el empate ante el Girona, el sexto, le apeó de la Copa. Fue una sensación extraña para los presentes. El más práctico, el que tuvo más efectividad y se defendió con más acierto se llevó la gloria. Y esta vez no fue el Atlético, como otras veces ha sucedido sobre todo en Champions League. El equipo de Simeone completó uno de sus mejores partidos de la campaña pero por primera vez no estará en unos cuartos de final coperos.

Se esperaba una eliminatoria igualada y con sufrimiento hasta el final. No defraudó. Tuvo goles y polémica, como buen duelo copero. Lo segundo estaba casi asegurado ya que pitaba Mateu Lahoz, que termina siendo protagonista siempre, acierte o no. Ahora con la ayuda del VAR su rol ha crecido, algo que a veces llegar a crispar a los presentes. El protagonismo del colegiado y el videoarbitraje no despistó a Antoine Griezmann, que compareció en el campo para la media final cuando se necesitaban dos goles y asumió el reto. Asistió y marcó el 3-2 que parecía ser el gol decisivo a falta de siete minutos. Demostró por qué es el mejor pagado de la plantilla, el hombre que dice verse capacitado para sentarse en la mesa de Messi y pelearle el Balón de Oro.

ATLÉTICO

Adán; Arias, Giménez, Godín, Juanfran (Lucas, min. 67), Koke (Griezmann, min. 59), Thomas, Saúl (Rodrigo, min. 56), Correa, Lemar y Kalinic

3

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GIRONA

Iraizoz; Pedro Porro, Jonás, Bernardo, Muniesa, Valery Fernández; Douglas Luiz, Aleix, Granell (Pere Pons, min. 71), Lozano (Doumbia, min. 68) y Stuani (Borja García, min. 80),.

  • GOLES 1-0. min, 12. Kalinic. 1-1. min, 36. Valery. 1-2. min, 59. Stuani. 2-2. min, 66. Correa. 3-2. min, 83. Griezmann. 3-3. min, 87. Doumbia.

  • ÁRBITRO Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a Lucas, Griezmann, Pedro Porro e Iraizoz.

  • INCIDENCIAS Wanda Metropolitano. Unos 45.000 espectadores. Partido de vuelta de los octavos de final de Copa del Rey 18-19. Vitolo fue baja de última hora por una lesión muscular y Saúl se marchó del campo lesionado.

La noche parecía legendaria para el 'Principito', pero el Girona, al más puro estilo atlético, mantuvo la fe y acertó mientras la grada cantaba como si el estadio estuviese a orillas del Manzanares. El incombustible Pedro Porro llegó a línea de fondo, levantó la cabeza y la puso atrás para que Doumbia, tras golpeo de Borja García, convirtiese el 16 de enero en el día que el Girona hizo historia al meterse por primera vez en los cuartos de final de Copa. Lo obró tras completar un soberbio ejercicio de practicidad: un gol gerundense en cada remate a portería.

Estadística digna de un Atlético que completó 100 minutos de buen fútbol. Una actuación colectiva similar a la ofrecida ante el Levante. Fue superior por fútbol y llegadas pero recibió de su propia medicina. Tres tiros, tres goles. Su noche fue cogiendo tono dramático después de la primera hora. Fue penalizado en su primer despiste tras marrar opciones para haber dejado cuesta abajo la eliminatoria. Antes y después del 1-0, que llegó en uno de los desmarques a la espalda de la defensa de Kalinic.

Thomas le buscó dos veces, pero fue Godín el que le encontró después de que la pelota botase ante Bernardo y Jonas. No se puso nervioso el balcánico. Aunque hay opciones de que salga en este mercado, no ha dado mal rendimiento cuando ha tenido minutos con Simeone tras un inicio dubitativo: cuatro goles en sus últimos seis partidos como titular (dos en Copa del Rey y dos en Liga). Después de seis goles seguidos de Griezmann, con el francés abrigado en el banquillo, Cholo encontró un nuevo goleador.

Llegó a hacer un segundo en fuera de juego, después de que Correa cruzase en exceso una pelota cuando todos cantaban gol. Ese tanto no concedido al balcánico fue el primer 'momento VAR' de la noche. Se revisó el 'órsay' durante casi dos minutos. La espera se hizo eterna para los hinchas atléticos que no entendían los gestos de Mateu. Ahora que la moda es culpar al VAR alguno dirá que el Atlético se desconcentró por ese parón, si bien es cierto que el 1-1 que llevaba el duelo a la prórroga llegó en la siguiente jugada.

El Girona marcó al armar una jugada a partir de que Lemar perdiese la bola ante Muniesa que la movió con rapidez para Lozano, este la abrió para Pedro Porro que la puso al área desde la derecha con mucha intención. Despejó Giménez anticipándose a Stuani pero la bola le cayó a Valery, que controló con el pecho muy solo -Arias y Correa estaban lejos- antes de soltar un derechazo cruzado imposible para Adán. El primer gol del canterano, que encendió a Simeone y también a sus compañeros. Stuani perdonó una dentro del área que normalmente emboca entre las redes.

Antes del bocadillo del entretiempo un centro chut de Arias y un golpeo lejano de Lozano sobresaltaron al Metropolitano que, consciente de los cinco precedentes entre ambos clubes, empezó a pensar en una posible prórroga. Un nuevo gol cercenaba tal opción. No llegó el 2-1 porque el poste ayudó a Gorka en un disparo de Correa que se le había escurrido entre las manos.

La noche seguía torcida para el Atlético ya que Godín se resbaló en una falta dejando sólo a Stuani que no perdonó de cabeza. Griezmann esperaba en la banda su turno, ya que Simeone había decidido irse a por el partido. Entró cuando su equipo necesitaba dos goles y los ánimos estaban caldeados por el VAR -que no vio falta en el 1-2 ni tampoco un posible penalti a Kalinic- y sobre todo los gestos de Mateu. El francés quería ser héroe. Filtró un pase interior para Correa, que batió a Iraizoz el mano a mano.

El Atlético apretó por la victoria y el veterano portero tuvo trabajo en la media hora final. Repelió los intentos de Thomas, Griezmann y Lucas, que reapareció tras semanas de lesión en plenos rumores por su salida al Bayern, y uno milagroso a bocajarro de Godín que se estrelló en el larguero. No pudo frenar un mano a mano con Arias que anulado por Mateu, y refrendado por el VAR, ni tampoco un zurdazo de Griezmann a pase de Lemar. El Metropolitano rugió por momentos como si fuese el Calderón aunque el gol final de Doumbia le hizo sentir la amargura de un empate que esta vez se sintió como una derrota atlética.

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