«Si todo va bien, a finales de enero tendremos al equipo si no al cien por cien, a un nivel muy aceptable»
El entrenador del Naturpellet Segovia, Diego Gacimartín, analiza la actualidad del equipo de Segunda División
nacho barrio
Domingo, 6 de diciembre 2015, 22:06
Diego Gacimartín no ha dejado lejos el traje de bombero. El entrenador del Naturpellet Segovia ha tenido que apagar los fuegos en forma de lesiones que se han empeñado en ahumar un inicio de temporada fulgurante. Ahora, pensando en recuperar efectivos, el segoviano abre las puertas del vestuario para repasar el momento que vive el conjunto de Segunda División. Aunque se antoje lejano, el equipo quiere volver a estar en play off. Y si la suerte a partir de ahora acompaña, no será difícil vivirlo. El fuego, cuanto más lejos, mejor.
En pretemporada vimos a un equipo anotador y serio en defensa. ¿Cómo fue aquel inicio?
Los comienzos siempre son ilusionantes, la plantilla se había reforzado en las posiciones que creíamos que hacía falta mejorar. El club hizo una apuesta por jugadores de más experiencia, porque veníamos de rendir a un gran nivel metiéndonos en play off, pero necesitábamos ese punto de saber jugar en momentos clave, como cuando te estás jugando cosas al final de la temporada. La idea que teníamos era conjuntar a la gente nueva, hacerles entender la manera de trabajar que tenemos y, aunque no nos enfrentamos a rivales de mucho peso, queríamos repartir cargas. Teníamos mucha facilidad para hacer gol, estábamos muy frescos, y el equipo estaba muy bien armado.
Después de fraguar una gran temporada, ¿le llamaron de algún equipo en verano?
No, no. Una cosa es lo que se dice por fuera, que muchos te comentan que te van a llamar, pero yo aquí tengo a mi familia, mi trabajo y estoy cómodo, por lo que salir era complicado, aunque nunca se descarta. El problema es que cuando acaba la temporada había mucha incertidumbre sobre si el club iba a seguir, todos teníamos claro que queríamos formar parte pero si no sale nada... yo quería seguir entrenando, pero las opciones que había no iban a mejorar nada lo que teníamos. Decidimos esperar pero sin presión, siempre tendrás otros caminos si sales bien de los sitios, en Segovia hay opciones. Esperamos, tuvimos paciencia y afrontamos un año más en Segunda División.
¿Hubo incomodidad entre los jugadores que ya formaban parte en la plantilla y los recién llegados?
Lo bueno que tenemos nosotros es que al haber mantenido un bloque, los jugadores que estaban tenían muy claro su rol. Además, al tener edades similares y conviviendo en los pisos, hacen que cada uno asimile su papel dentro del grupo. El tener esa base facilitó la incorporación de los jugadores, son buena gente y aspiran a hacer las cosas bien. Por ejemplo Chus llegó en las navidades pasadas y se sintió acogido al instante. Son gente sana que busca que al equipo le vaya bien, porque eso será bueno para ellos.
La llegada de Alvarito trastocó los planes pero, ¿era una opción que había que tomar sí o sí?
Al principio Alvarito no entraba en los planes porque se supone que tendría más mercado de Primera y a nivel internacional, pero cuando un jugador quiere estar y el club quiere tenerle, poco más hay que hablar. Tener a ese jugador sabíamos que nos iba a dar un plus competitivo. Su salida anterior del club es pasado, era joven y se trataba de otros tiempos, pero el vivir fuera y tener que buscarse las castañas le ha hecho madurar. De hecho, cuando le vimos Álvaro Fernández y yo estábamos de acuerdo: hablábamos de otra persona. Y está llamado a ser uno de los pilares de este año, aportando experiencia, empaque y saber controlar los tiempos de partido, que no siempre supimos sacar adelante.
Empezaba la temporada en Zamora y llegaba la lesión de Iván Quintín. La primera en la frente...
Fue un golpe duro, porque se produjo a los cuatro minutos de empezar. Pensamos que no era grave, que quizás fuera un esguince pero las pruebas dijeron que se trataba de la rotura de ligamento cruzado. Al final el equipo compitió, teniendo también las bajas de Buitre y Mejías. El 1-3 nos dio confianza pero en el siguiente partido se lesionó Alvarito. Después hemos ido viendo que esa ausencia a nivel del cierre nos ha pasado factura. Esperamos que Iván Quintín pueda volver cuando esté perfectamente.
Le habrán intentando buscar el por qué a las lesiones en la posición de cierre.
Sí, sobre todo desde el punto de vista de la planificación, para ver qué se ha hecho diferente. Pero tras analizarlo ves que no, que de hecho se ha hecho más trabajo preventivo este año y tenemos más lesiones. En seguida buscamos las razones y son cuestiones fortuitas, totalmente fruto de la mala suerte y lo extraño es que en un mes se hayan concentrado. Esperamos que no haya más.
¿Cómo es para el entrenador decidir un cinco competitivo con estos mimbres?
Es complicado por varias razones, la primera a nivel de cierre. Si tienes dos cierres naturales y el resto son alas-cierres te vas adaptando, pero si se lesionan tienes que buscar alternativas. En el caso de Chus le conocía del Albense y sabía que en categorías inferiores había jugado de cierre. Es un jugador armado y corpulento que nos podía venir bien. Le perdíamos a nivel ofensivo, eso sí. Por otro lado a nivel de entrenamientos, si faltan jugadores de peso puede parecer que baja la intensidad, pero el equipo empezó a trabajar más duro. A largo plazo sabíamos que el equipo iba a sufrir, porque los jugadores sanos tenían que jugar más minutos.
Fruto de esa sobrecarga llegaba la lesión de Edu, ¿verdad?
Quizá es la única que se pueda decir que es por eso, pero también es fortuita. Fue una lesión rara, porque se produce casi al final del entrenamiento, después de cerca de veinte disparos sufrió un pinchazo. Él no tenía dolor, pero cuando se fue enfriando el músculo se vio que había lesión.
¿La respuesta de los juveniles es la que esperaba?
Nuestra idea era tener dos o tres jugadores del juvenil subiendo al primer equipo, porque pensábamos que Chus y Buitre se marcharían a Brihuega y no esperábamos la llegada de Alvarito. Cuando se les dio la oportunidad se fueron bregando contra rivales que no tienen tanto peso, asumiendo su papel. El año pasado habían subido bastante chicos como Víctor Santos y Julio y Guille empezaron a tener este año más continuidad. Al principio tuvieron nervios pero se han ido metiendo porque vieron que se trata de una situación real, ya que solo teníamos seis jugadores disponibles del primer equipo.
Este fin de semana sin Liga será muy de agradecer...
Nos viene de lujo, es fundamental para descansar. Están de vacaciones pero solo entre comillas, con las aplicaciones del móvil envían el trabajo físico que hacen al instante. La semana nos viene bien para recuperar jugadores, esperemos contar con Álvarito para el partido de Lugo.
Enero, momento clave
¿Cuándo podrá contar con un número razonable de jugadores que le permita competir al nivel?
El nivel con la plantilla al completo tiene que ser muy bueno. Si todo va normal creo que a finales de enero podremos tener el equipo si no es al cien por cien, a un nivel muy aceptable. AMejías lo tendremos para jugar contra Zamora o para ir a Barcelona, pero no estará a pleno rendimiento. Pope irá a mejor. Buitre va por buen camino para evitar pasar por el quirófano. Nos faltará Iván Quintín, que tenemos esperanzas por su capacidad de trabajo, aunque hay un tiempo fisiológico necesario. Aquí vimos a Diego Gustozzi volver a jugar a los cuatro meses con la misma lesión, pero eran otros tiempos, con doble sesión de entrenamiento y otro seguimiento médico. Veremos cómo evoluciona.
A pesar de todo, ¿el objetivo es el mismo?
A principios de temporada marcamos la primera vuelta como de tanteo, poniendo diciembre como el momento en el que ver a qué podíamos aspirar. Ahora cambia por las circunstancias, por lo que yo creo que en febrero estaremos a un buen nivel, confío en que seamos los que mejor lleguemos al final de Liga precisamente por esto. Si nos tenemos que jugar algo estaremos en condiciones de hacerlo.
¿Se encuentran mirando opciones en el mercado de invierno?
Hemos mirado y seguimos mirando, pero no hay obsesión por fichar, porque d momento los juveniles están asumiendo un papel, quizás de demasiada responsabilidad, pero están ayudando al equipo. No nos volvemos locos, si se plantea algo como cuando lo de Alvarito, perfecto. Hay muchas opciones, es la realidad, pero que económicamente cuadren... Además condiciona mucho el traer una persona con una plantilla cerrada y tirando del filial. Tiene que ser algo que veamos muy claro.
Un pabellón como antes
El otro día en el homenaje a Matías, ¿qué sintieron como equipo heredero de aquellos tiempos?
A todos nos viene a la cabeza la final contra el Barcelona, que fue el momento en el que se pudo volver a conseguir la Liga. Volver a ver a Matías en nuestra casa, que es la suya, nos hizo recordar esos tiempos buenos y cómo se llenaba el pabellón. Es pasado y me hubiera gustado ver el Pedro Delgado como en aquellos días, este año sube la gente, pero recuerdo el partido contra Elche o contra el UMA Antequera de la temporada pasada y hubiera estado muy bien tener ese público contra Gran Canaria, en partidos en los que el equipo ha sufrido mucho, con el público apoyando logramos multiplicar la casta que tenemos. Queremos que vaya subiendo la gente, porque verán que el equipo lucha, nuestro objetivo es que el que suba, repita.
Suele animarse el segoviano según avanza el año...
Quizás lo queríamos ver un poco al principio, pero seguimos queriendo contar con todos. El fútbol sala no puede perderse y queremos que esa llama crezca, y tenemos claro que subirá más gente cuanto mejor vaya el equipo. Si el equipo está bien, la afición responde.
Si el equipo va bien, juega play off y sube, ¿jugará la temporada que viene en Primera?
No se si lo tengo que contestar yo, el objetivo del club es el de estar arriba, porque cuando un equipo desciende quiere volver. Teniendo en cuenta los antecedentes de la ciudad y su historia con este deporte, todo el mundo quiere estar. Habría que verlo, se tienen que dar las circunstancias deportivas pero todo está supeditado a la cuestión económica. Si se da deportivamente, habrá tiempo de pensar en otras cotas.