Competir a pesar de todo

Diego Gacimartín tiene una costumbre digna de mención. El entrenador del Naturpellet Segovia Futsal, ante situaciones especiales, suele mandar un mensaje más allá de las preguntas formuladas por los periodistas que cubren el deporte local. Bien puede ser un llamamiento a la afición, buscando la complicidad del público que ocupa las localidades del Pedro Delgado; un toque de atención a sus juveniles o, como en esta ocasión, un mensaje claro a su plantilla.

Gacimartín, en esta ocasión, quiso quitarse el sombrero. «La lectura positiva que hay que hacer de las lesiones es que éstas nos han hecho más rocosos, nos obligan a jugar con más intensidad y con ellas se sigue demostrando que los lazos de unión de esta plantilla son más fuertes, que no deja de ser una de las claves».

El mensaje era claro y directo. Venía a arrojar un poco de luz y esperanza después de unas declaraciones centradas fundamentalmente en las lesiones que asolan a la joven escuadra. Es cierto que nunca hubo lugar a la excusa, pero la situación de la enfermería parece más propia de una mala película de las cuatro de la tarde.

«La situación es rara, porque que en un periodo tan corto se den tantas lesiones y todas sean en la rodilla es muy extraño, además ocurriendo en el mismo espacio de juego».

Alvarito continúa con su particular recuperación, esperando entrenar la próxima semana con el grupo o con los que quedan. Iván, si no tenía poco con su baja para varios meses, se encuentra ahora ingresado por una infección que ha pasado a la misma rodilla en la que se lesionó, por lo que su rehabilitación está parada.

El cuadro lo completan Mejías, que tampoco llega al no recuperarse de sus dolores; Edu, que sufre una contractura en el recto anterior y está pendiente de evolución y Pope, que entrena pero las pruebas que se le han realizado arrojan una rotura de menisco, por lo que también tocará esperar. Por su parte Buitre tiene molestias como Álex y Chus no remite de sus problemas en la espalda. A estas alturas, se puede imaginar cómo desea el Naturpellet Segovia que lleguen los villancicos y el parón de Navidad.

Preguntado por si conoce el origen de tan mal fario, el míster concede que «le llevamos dando vueltas Isaías y yo bastante tiempo. Son lesiones óseas y ligamentosas que no tienen que ver con la preparación, aunque algunas de las que se están produciendo ahora son claramente fruto de la carga de trabajo».

Un rival que lo quiere todo

Sea como fuere, toca competir a pesar de todo. Los segovianos viajarán para enfrentarse mañana a partir de las 18 horas al Plásticos Romero Cartagena, equipo «preparado para estar en la zona alta, luchando incluso por ganar la Liga», como aseguraba el propio Diego Gacimartín. Con una buena mezcla de juventud y veteranía, encarnada en el mítico cierre Javi Matía, el conjunto murciano cuenta con promesas de futuro como Dani Gómez.

Un equipo «compensado en todas sus líneas» que genera provechosas situaciones de uno contra uno, «aunque les quitamos a un buen regateador», como comentaba jocoso Gacimartín en referencia a Juanfran. Elian Oliva es otra de las grandes armas del conjunto cartagenero, jugando en el pívot y partiendo las defensas, al que es difícil defender por su corpulencia.

La clave pasa por «intentar hacer un partido como contra Hércules», aunque reconoce que «no nos gusta demasiado defender atrás, pero por la situación que vivimos quizás tengamos que cambiar algo en nuestro juego sin traicionarlo».

«El último partido fue de los que gustan como jugador»

Pope también es víctima de los dolores constantes. El catalán sufre una rotura de menisco y aunque ha podido entrenar, su disponibilidad es ahora mismo una auténtica incógnita. Como es normal, se muestra tan sorprendido como los demás por esta cadena de lesiones: «Al fin y al cabo han venido de golpe cuando normalmente van apareciendo durante el año. Además, todas se dan en la zona del cierre, lo que nos llama mucho la atención», comentaba el jugador.

Se le iluminó la cara cuando le preguntaron por el partido del pasado sábado ante el Hércules, un encuentro de altas revoluciones donde los segovianos supieron jugar con las emociones: «Fue un encuentro de los que gusta jugar, el ambiente fue increíble e incluso los árbitros estaban muy metidos, expulsando a bastantes jugadores rivales. Son éstos los partidos en los que el jugador disfruta, aunque lo importante es darlo todo y sacar los puntos».

Por último, el joven afirmaba que, tras una conversación con Juanfran, conoce mejor al rival: «vamos a ir a Cartagena a competir contra jugadores con mucha experiencia y que demuestran un gran nivel técnico».