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Europa siempre requiere un plus, algo más, un discurso completo que justifique una clasificación. Y al partido sobresaliente que firmó en Polonia no sirvió para que el Aula pasara de ronda y se colara entre los ocho mejores de la European Cup. Ese esfuerzo extra ... de obligado cumplimiento cuando se cruzan las fronteras sí lo dio el MKS Urbis Gniezno, que en el partido de vuelta supone un listón físico lo suficientemente alto como para tumbar al Aula y esquivar de paso el arbitraje tendencioso de la pareja serbia Berdic-Sorak.
No hincó la rodilla el equipo de Salva Puig por culpa de la pareja de gris, pero sí se puede sentir agraviado y condicionado por las tres exclusiones prácticamente consecutivas que recibió cuando más exigente se puso el partido, las tres por leves protestas de Martina, Mamen Sanz y Amaia (19-24, minuto 41). No necesitaba el partido el protagonismo del serbio Stefan Berdic, espectacular hasta entonces de ritmo e intensidad, y tampoco lo precisaba un conjunto polaco superior a ambos lados de la pista. Atrás supo levantar un muro, apoyado a buen seguro en las enseñanzas que le dejó la ida, y en ataque sacó el mayor beneficio a sus transiciones rápidas y a su paciencia en estático para hacer estériles los continuos esfuerzos de su rival para recortar distancias.
El resto lo hizo una mayor profundidad de banquillo en el plantel polaco, con músculo suficiente para aguantar cualquier amago de reacción por parte vallisoletana.
Caja Rural Aula
Mamen Sanz y Alicia Robles (p); Jimena Laguna (7, 1p), Lucio (3), María O'Mullony (9), Martina Romero (-), Marcela (4), Amaia (1) -equipo inicial, Zürni (-), Arriaga (-), Lorena Téllez (3), Clara Gutiérrez (-), Savina bergara (-), Noelia Paniagua (-) y Claudia Moreno (1).
29
-
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MKS Urbis Gniezno
Hypka y Allina Ruda (p); Nikola Szczepanik (7), Oliwia Kuriata (4), Cygan (5), Nikola Glebocka (2), Zaneta Lipok (5), Magdalena Nurska (2) -equipo inicial-, Malwina Hartman (6, 3p), Martuyna matysek (-), Justyn Swierzewska (3), Weronika Wabinska (1), Paulina Musial (-), y María Tanas..
Árbitros: Stefan Berdic y Filip Soyak (Serbia). Excluyeron a Lorena, Martina (2), Mamen Sanz, y Amaia por parte local, y a Szczepanik, Cygan (2), Glebocka, Nurska, y Swierzewska por parte visitante.
Parciales cada 5 minutos: 5-1, 8-4, 8-8, 11-10, 13-14, 15-19 (descanso); 16-22, 19-24, 20-26, 23-29, 25-31 y 29-35 (final).
Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la European Cup, disputado en Huerta del Rey con buen ambiente y buena asistencia en las gradas.
El partido empezó como un tiro para el Aula, que aprovechó la caraja de inicio de las polacas para poner tierra de por medio y abrir brecha (5-0, minuto 4, con tiempo muerto visitante). Una declaración de intenciones (3-0 en apenas noventa segundos) que no tardaría en encontrar respuesta en un primer tiempo que se asemejó a un combate de boxeo, con constantes golpes en forma de parciales.
Golpeaba el conjunto vallisoletano con gol desde la portería de Mamen Sanz (8-4) y acto seguido respondía el cuadro polaco con un derechazo al mentón (parcial de 0-4 para el 8-8). Subía el listón el equipo de Salva Puig con un espectacular 'fly' de Mamen Sanz desde su portería para que Amaia recogiera en el aire y marcara sin dejar caer el balón (11-9), y automáticamente le daba la vuelta el Gniezno con un nuevo parcial de 1-3 (12-14). No daba tregua el equipo polaco, que en cuanto tomó ventaja en la eliminatoria supo tirar de oficio y de físico para llevarse el partido a su terreno. Corría el minuto 25, y el billete a cuartos ya no correría peligro para el equipo de un Robert Popek tan dinámico como gruñón desde la banda.
El pulso lo empezaba a ganar el Gniezno desde atrás, y el Aula no supo dar respuesta tras el descanso, acusando seguramente el cansancio acumulado en dos semanas de vértigo. Un 0-2 de salida, de hecho, lo complicó aún más (15-21) para un plantel que en la segunda parte ya solo se movió a impulsos, y agarrado al orgullo de jugadoras como O'Mullony, Lorena Téllez o Jimena Laguna.
Un esfuerzo extra que no bastaba para acercarse siquiera al listón impuesto por las polacas, que por si fuera poco y sin necesitarlo, se encontraron con la ayuda extra aportada por el árbitro Stefan Berdic. El serbio decidió restarle protagonismo a las jugadoras para torpedear la eliminatoria y decantarla con tres exclusiones casi consecutivas por las quejas sutiles y prácticamente imperceptibles de Martina Romero, Mamen Sanz y Amaia (en Europa se castiga más protestar que golpear). Corría entonces el minuto 41 (19-24), y ni la victoria ni la eliminatoria iban a correr peligro para el Gniezno, en un tramo final que dejó en anécdota el tiempo muerto de Robert Popek a escasos tres minutos del final y con el pase ya en la mano.
No lo vio así Salva Puig , que lo entendió como una afrenta y pidió explicaciones a su homólogo sin encontrar respuesta. Y es que Europa siempre requiere un plus, algo más, un esfuerzo extra. Y el técnico polaco, con el billete a cuartos en el bolsillo, seguramente vio un matiz por mejorar en partidos venideros y así se lo hizo saber a sus jugadoras.
Lo intentó todo el Aula en esos minutos, defensa 4-2 incluida, pero un penalti fallado y dos lanzamientos desaprovechados en seis metros descartaron cualquier mínima opción de remontada.
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