Ver fotos
El campeón africano pone al Recoletas en su sitio
El Ahly de Dani Gordo, más hecho y rodado, exhibe músculo para tumbar a un conjunto vallisoletano que se descompuso en la segunda parte ante la solidez de la primera línea rival
El Recoletas Atlético sigue dando pasos y hurgando en la combinación de todas sus piezas en busca de su mejor versión a veinte días de comenzar la liga. En esa carrera contra el reloj, este miércoles se encontró con un hueso duro de roer que exhibió músculo en Huerta del Rey y puso en su sitio a los de Pisonero -tercera derrota en cinco partidos de pretemporada-. Una horma de las que no encontrará muchas en su camino esta temporada, con un despliegue físico que acabó por apabullar a los vallisoletanos en la segunda parte.
Pese a comenzar con buenas sensaciones, el Recoletas fue de menos a más hasta acabar diluido y perdiendo su esencia de equipo guerrero, arrastrado en última instancia por el festival goleador del campeón africano, por otra parte mucho más hecho y compacto en todos sus movimientos.
Pese a todo, el resultado no debe suponer un paso atrás en la preparación y sí un buen banco de pruebas para corregir y enmendar los errores cometidos, muchos de ellos producto del periodo de adaptación que atraviesan los jugadores recién incorporados.
Recoletas Atlético
César Pérez, Nico García y Lamariano (p); Méndez (-), Álvaro Martínez (7), Miguel Martínez (2), Nico D'Antino (6, 1p), Miguel Camino (4) y Darko Dimitrievski (2, 1p) -equipo inicial-, Freitas (3), Ayres (-), Dimitrioski (3), Rosell (1), Petter (5), Virulegio (2) y Manu García (1).
36
-
43
Al Ahly
Taj, Homayed y Mohamed Ibrahim (p); Ramadan (9), Khalil (2), Aziz Ehab (-), Omar Samy (-), El-Masry (-), y Ahmed (3) -equipo inicial-, Hassan (6), Sayed (2), Nantes (3, 1p), Lasheen (2), Yasser Saif (4), Esham (5), Adel (3), Hany (3) y Khaleb (1).
-
Parciales cada cinco minutos: 4-2, 10-6, 11-9, 13-13, 15-16, 19-21 (descanso); 21-25, 24-29, 26-34, 30-37, 32-41 y 36-43 (final).
-
Árbitros: Luis Colmenero y Samuel Prieto. Excluyeron a Darko Dimitrievski (2) y Rosell por los locales y a Sayed por los visitantes.
-
Incidencias: Quinto amistoso del Recoletas Atlético en pretemporada, en partido disputado en el pabellón Huerta del Rey ante 300 espectadores.
El primero en tomar las riendas fue el Recoletas Atlético, cómodo y con las ideas más claras mientras le duró la frescura de piernas. El equipo de Pisonero se desenvuelve como pez en el agua con un ritmo alto, sumergido en el vértigo, y sin embargo sufre en exceso cuando el partido se acerca a los estático, ya sea defendiendo su portería o atacando la contraria. Son las dos caras de su estilo, y ante el campeón africano subrayó en rojo los detalles que debe pulir antes de levantar el telón a la temporada el próximo 7 de septiembre.
Sufre mucho en zona central, especialmente atrás pero también en campo contrario para crear juego cuando no está Borja Méndez en pista, y ese desequilibrio le debilita ante rivales, como el subcampeón egipcio, superiores en talento y también en físico. Si a ello le unimos la velocidad que le imprimieron los de Dani Gordo a cada acción -un segundo más rápido en cada uno de sus movimientos- encontraron la respuesta a la sangría de goles enla que se movió el partido. Con ocho internacionales en sus filas, el Al Ahly tardó un cuarto de hora en engrasar la máquina antes de ofrecer un auténtico recital ofensivo, con una primera línea que no necesitó de la ayuda del pivote -testimonial también la aportación de sus extremos- para martillear una y otra vez la portería local.
Fue en esos primeros quince minutos (11-9) cuando el Recoletas ofreció su verdadera medida, con transiciones rápidas y una efectiva conexión con el pivote (cuatro goles de Álvaro Martínez en apenas diez minutos) que obligaron al vallisoletano Dani Gordo a pedir tiempo muerto para recomponer la figura.
Sus órdenes surtieron el efecto deseado, ya que El Alhy tomaría el mando y ya no lo perdería hasta el final, apoyado en una primera línea de altos vuelos.
La igualdad con la que se llegó al descanso (19-21) se rompió nada más reanudarse el encuentro con un parcial que fue el preludio de lo que iba a ser una segunda parte de dominio absoluto de los visitantes.
La defensa terminó de resquebrajarse por el centro y acabó siendo un coladero a merced del músculo desplegado por los egipcios. En medio de la confusión local, el marcador llegó a alcanzar diez goles de diferencia antes de dar paso a un tramo final de intercambio de goles que no hizo sino maquillar la superioridad visitante. Pese a todo se pudieron ver destellos de lo que pueden aportar tanto D'Antino como Dimitrioski en los extremos.