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Samuel García-ADG
Ourense
Sábado, 3 de mayo 2025, 22:19
No cumplió con su parte el UEMC Real Valladolid, derrotado en un pobre partido en Ourense ante un COB que persigue entrar en play-off ( ... 95-84), y dejó pasar la oportunidad de sellar la permanencia matemática que le brindaba la imponente victoria del ascendido San Pablo Burgos en casa del Hestia Menorca (54-85), que visitará el Pisuerga el viernes (21:00 horas) para cerrar la temporada en un duelo a vida o muerte. En el Paco Paz se diluyeron las buenas sensaciones del equipo en el debut de Alejandro Paniagua, con importantes desconexiones defensivas y carencias tácticas que se deben corregir para poder alcanzar la permanencia.
Lo contrario a lo necesario hizo el cuadro pucelano en un inicio que anunciaba la caída. Las premisas basadas en intensidad y concentración avanzadas por Paniagua en la previa se quedaron el vestuario, costándole al UEMC Real Valladolid un 10-0 de inicio que provocó el primer tiempo muerto con poco más de tres minutos consumidos.
Ourense
Lisboa (9), Brito (12), Sergio Rodríguez (9), Krikke (17), Gill (11) -cinco inicial- Mendicote (11), Barton (17), Santi Paz, (7), Ogunsipe (2), Martín Fernández, Rodrigo González y Samu Rodríguez.
95
-
84
UEMC
Mike Torres (19), Demers (6), Puidet (2), Wilson (4), Mballa (12), -cinco inicial- Manchón (20), García-Abril (6), Cele (15), Sans y De la Fuente.
Árbitros: Chueca Moreno (Comité canario), Sánchez González (Comité catalán) y Calvo Aceña (Comité castellano y leonés). Sin eliminados.
Parciales: 22-23, 28-16 (50-39), 22-18 (72-57) y 23-27 (95-84).
Incidencias: Pazo dos Deportes Paco Paz. 2.400 espectadores.
La pausa, por suerte, sirvió como punto de inflexión para el bando visitante, rearmado al subir el nivel defensivo. Puidet, bajo el tablero tras impulsar un rebote, abrió la cuenta forastera, muy negativa hasta los tres minutos finales. Con Manchón y Torres, protagonista de cinco aciertos seguidos desde el tiro libre, el UEMC Real Valladolid volteó el partido con un 2-12 de parcial que le llevó a cerrar el primer cuarto en ventaja tras no conceder el trio arbitral un triple lejano de Barton al considerarlo fuera de tiempo (22-23). Todo un espejismo.
Dos triples, el primero de Torres, con réplica inmediata de Barton, abrieron un segundo cuarto en el que quedó patente la dependencia ofensiva de Mike Torres (27-27). El conjunto pucelano, sin acierto en la presión en la primera línea, acusó los desajustes en los cambios, con varias situaciones de tiro adicional aprovechadas por Mendicote y un desatado Gill (9 puntos en el cuarto). El apagón, agravado por la tercera falta de Demers, no tuvo freno con el tiempo muerto de Paniagua (37-29, min. 15), con un nuevo tirón local, de la mano de Samu Rodríguez, Santi Paz y Gill (48-34) al que solo dieron respuesta Cele y Torres, en suspensión, cerca del intermedio (50-39).
Las canastas de Cele y Torres, los dos sustentos junto a Manchón del ataque vallisoletano, fueron neutralizadas por cinco puntos de Lisboa (55-43, min. 22) en un comienzo de tercer cuarto más trabado. El poderío físico de Gill en la pintura condicionó la táctica del equipo de Alejandro Paniagua, huérfano sin la aportación de Demers (sin puntos y con apenas un intento de triple al descanso) en la errática selección de tiro exterior. Krikke, con su tercer triple, abrió la brecha hasta los 15 puntos (58-43), asentada con mínimas oscilaciones hasta el final del parcial en un intercambio de golpes nada propicio para un UEMC RVB sin rotación, con Krikke y Manchón como principales ejecutores (72-57).
La tardía y fugaz aparición de Demers, protagonista de dos triples en el comienzo del último cuarto (75-65), no tuvo continuación en un deslavazado Real Valladolid penalizado por sus errores. El tiempo muerto visitante con 79-65, a 7:05 para el final, después de una bandeja tras robo de Brito, no alteró la tendencia, si bien que se midieran dos de los equipos más imprevisibles de la competición dejaba abierta una mínima esperanza para los visitantes. El triple de Barton para el 88-73 a falta de 3:44 terminó por ser la sentencia para un RVB que nunca se vio con convencimiento ni opciones reales. La acción, además, volvió a dejar en evidencia a la defensa del colectivo vallisoletano, incapaz de cerrar el rebote largo tras un primer intento de tiple de Sergio Rodríguez. Entre Santi Paz, en una gran acción coral, y Krikke levantaron al Pazo y elevaron la diferencia a una máxima de 19 puntos (92-73), en plena rendición de un UEMC Real Valladolid que se jugará la vida ante su público en el cierre del campeonato.
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