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Fermín Antuña-ADG
Oviedo
Miércoles, 23 de abril 2025, 23:28
Un blandito y desacertado UEMC Real Valladolid Baloncesto perdió de paliza y el rumbo en su visita a Oviedo, en un partido en el que ... se jugaba buena parte de sus opciones de permanencia, y en el que mostró un nivel paupérrimo, a remolque desde el primer minuto. El equipo de Iñaki Martín no tuvo opción en un partido dominado de cabo a rabo por los de Javi Rodríguez, que por momentos bailaron al UEMC jugando a placer y anotando prácticamente en cada posesión.
Llegaban a este encuentro ambos equipos separados por una sola victoria. Once triunfos para los locales, por las diez victorias de los hombres de Iñaki Martín.
Oviedo
Valinotti (21), Amarante (9), Lobaco (16), Cosialls (6) y Nweke (12) -quinteto inicial-, Martí (8), Verplancken (16), Langarita (4) Faure (6) y Menuge (7).
105
-
69
UEMC
Mike Torres (7), Cele (14), Demers (2), Wilson (8) y Vucetic (8) -quinteto inicial-, Mballa (14), Manchón (8), Puidet (3), Sans, De la Fuente (5) y García-Abril.
Árbitros: Zafra Guerra (Colegio valenciano), Palanca Page (Colegio madrileño) y Remisa Tramuns (Colegio valenciano). Sin eliminados. Horroroso arbitraje, fiel ejemplo del bajo nivel arbitral que hay en las competiciones FEB.
Parciales: 28-19, 20-14 (48-33), 24-15 (72-48), 33-21 (105-69)
Incidencias: Polideportivo de Pumarín. 1.500 espectadores
El cuadro vallisoletano se plantó en Pumarín dispuesto a aprovechar la dinámica positiva que le había llevado a vencer en tres de los cuatro últimos partidos disputados, mientras que los anfitriones solamente habían logrado un triunfo en esas mismas jornadas, lo que le hizo perder una sustancial ventaja con sus perseguidores.
Sin embargo, desde el salto inicial se pudo ver que el equipo ovetense imprimió más intensidad en su juego. La única ocasión en la que la escuadra pucelana estuvo por delante en el marcador fue tras la primera canasta, obra de Cele (0-2). A partir de ahí, el vendaval de juego del cuadro asturiano fue espectacular, con un gran acierto desde el 6,75 y la dirección magistral del base italo-argentino Valinotti, que no solo hizo jugar a su equipo, sino que sumó doce puntos en el primer cuarto, con tres triples incluidos.
Sin apenas agresividad y con muchos problemas para cerrar el rebote defensivo, el UEMC deambuló por la cancha, víctima del juego certero de su rival y con una actitud discutible en defensa (28-13). La entrada en pista de Manchón y Mballa cambió el panorama. Tres acciones consecutivas en ataque con asistencia del alero sobre el pívot propiciaron un parcial de 0-6 con el que se cerró el primer acto (28-19).
El segundo cuarto comenzó con protagonismo de Verplancken. Cinco puntos suyos ampliaron la diferencia en el marcador por encima de los diez tantos nuevamente (33-19). De la Fuente tiró de veteranía y consiguió sacar puntos de donde no se podía, ayudado por las penetraciones de Manchón (38-28).
El acierto desde fuera del arco de los pupilos de Javi Rodríguez siguió haciendo mucho daño a la defensa del cuadro pucelano, que alternó la individual con una zona 3:2. Iñaki Martín decidió prescindir de un cinco puro y colocar a De La Fuente junto a Wilson en el juego interior, lo que le funcionó unos minutos (43-33). Sin embargo, un triple de Lobaco y un mate de Nweke llevaron el partido al descanso con quince puntos de ventaja para un Alimerka Oviedo más entonado (48-33) y que consiguió más canastas triples (diez) que de dos puntos (siete).
El juego ofensivo del UEMC después del descanso fue todo lo contrario a lo que el partido exigía. Demers se dedicó a lanzar de tres en posiciones forzadas, mientras sus compañeros también hicieron cada uno la guerra por su cuenta. El resultado fue un parcial de 18-5, liderado por un Valinotti magistral y por un acertado Lobaco (66-38).
El partido estaba sentenciado. Únicamente un milagro podía cambiar el rumbo de los acontecimientos y parecía muy improbable, en función del desempeño de unos y otros. Ni sendos triples de Wilson y Puidet animaron al Valladolid, que llegó al final del tercer cuarto con un rotundo 72-48 en contra.
El último cuarto no tuvo ninguna emoción. A pesar de la amplia ventaja a su favor, el Alimerka Oviedo no bajó la intensidad defensiva, por lo que no concedió ninguna canasta fácil, aún a costa de cargarse de faltas personales. Por su parte, el equipo vallisoletano, que no contó con Kovacevic, se resignó a su suerte sin el espíritu de otras noches. Con la derrota ya asumida, el elenco de Iñaki Martín, que perdió todos los cuartos con amplitud, pareció guardar fuerzas para el trascendental encuentro del sábado ante el Odilo Cartagena.
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