El Pucela Basket crecerá en presupuesto un 30-40 por ciento

En ese dominó que tiene ahora entre manos el club, la primera pieza que debe caer es la del entrenador. Y de esa decisión, en este caso afirmativa de Paco García, descolgarán y caerán todas las que afectan a la configuración de la plantilla. ¿Y en qué punto se encuentra la continuidad del técnico vallisoletano? Pues al 99% reconducida, y a falta solo de una firma que se debe producir el próximo lunes. «Hay un acercamiento importante y nos faltan algunos flecos», apuntó ayer Saúl Hernández, director general del club, apuntando a los detalles que conciernen a la cláusula de salida que contemplará el contrato del técnico por las dos próximas temporadas, y que se podrá ejecutar al término de la primera.

El propio Paco García tampoco deja dudas. Reposará el fin de semana los efectos colaterales del fin de temporada, y el lunes estampará su firma. «No voy a esconder que ayer mismo mi representante me decía que lo más inteligente era pagar la cláusula y salir al mercado a escuchar las ofertas que ya hay. Yo pensaba: '¿por qué todos esos no llamaban cuando estaba en Tenerife esperando esas llamadas'? No voy a hacer efectiva esa cláusula».

Con esa primera pieza atada, las que irán cayendo en los próximos meses de junio y julio afectan a la plantilla. Los primeros, los jugadores susceptibles de renovar su continuidad. Sergio de la Fuente es el único seguro, y a partir de ahí el club tiene interés en mantener al bloque duro, esto es Pantzar, Wintering, Kavion Pippen y Gilbert, que ha terminado por demostrar una calidad por encima de la media en la Liga LEBOro. Se tratará de hacer un esfuerzo para garantizar su continuidad, sin descartar al resto en función de los movimientos que genere el mercado. «No podemos decir que no contamos con alguien porque a lo mejor ese alguien no encaja ahora y sí en otro escenario dentro de algunas semanas», apunta Paco García.

En ese orden de prioridades, y situados ya en el lunes, la dirección deportiva necesita tener sobre la mesa un presupuesto con el que trabajar para configurar la plantilla 2022-23. «Estamos trabajando en ello, el año pasado ya tuvimos un crecimiento importante y este año la idea es crecer en torno al 30-40 por ciento», anota Saúl Hernández, que se refiere en términos globales porque de la cifra global, habrá que definir cuánto se destina a contratación de jugadores. En la temporada pasada se anunció una cifra de 880.000 euros, por lo que un aumento del 40% se cifraría en 352.000 euros más.

A partir de ahí se parte de una serie de peticiones que Paco García considera necesarias para asentar una base competitiva. «A su llegada ya nos demandó la posibilidad de poder viajar con un fisio y la entrada de un delegado profesional, y es verdad que en la estructura interna el club siempre ha adolecido de tener una figura que estuviera 'full time' en cuanto a gestión. Queremos contar con una persona que pueda dedicarse al cien por cien y que sirva de enlace entre la directiva y la estructura deportiva para, entre otras cosas, liberar a Pepe (Catalina), Alex (Pellitero) o a mi mismo», comenta el director general.

Una vez concretada esa lista de detalles, el propio técnico asegura un crecimiento aunque solo sea por luchar de igual a igual con el top 5 de los clubes de LEB Oro. «Para llegar a ser Granada (ascendido) y dejar atrás a Guipúzcoa y Estudiantes (los descendidos el año pasado) tenemos que conseguir renovar a parte de ese núcleo, que es lo que viene haciendo Granada estas últimas temporadas. Y después tener una estructura que nos permita a cada uno hacer bien nuestro trabajo. Algo por lo que peleé en mi anterior etapa, que era viajar con un fisioterapeuta y que necesitamos. Es primordial. Todo eso nos puede hacer mejor equipo, viajar mejor, confortable, hacerlo con dos chóferes, cuando lo permita hacerlo en avión,... ¿Eso se puede calibrar en una victoria? Pues a lo mejor sí. Y crecer socialmente también», explica Paco García, con las ideas muy claras cuando se refiere al respaldo social que tiene el baloncesto de esta ciudad. «Tenemos el pabellón más grande del mundo porque no se llena nunca. Si la temporada que viene no somos capaces de tener 2.000 abonados de pago, no sé si esto merece la pena. Necesitamos 2.000 de pago para llegar a los 3.500 en el pabellón», afirma el técnico, que quiere salir en la foto cuando, de la mano del fútbol, al baloncesto le toque también ascender a la Liga ACB.

«Los matemáticos lo tienen muy fácil, 'si de 10 partidos ha ganado 9, de 34 este tío se nos planta en 30 victorias'. Y no es así porque el deporte no son matemáticas. Esto no va así y la idea es crecer. Pensemos que si hemos estado en 'play-off', el próximo año no lleguemos tan justos como hemos llegado este año. He pedido un cierto compromiso al club y también al club de fútbol de continuidad, porque cuando llegue ese momento yo quiero estar ahí», expone Paco.

En este punto fue Saúl Hernández quien confirmó y subrayó ayer el apoyo que recibe el club del Real Valladolid de fútbol. «Como sabéis aporta el aval, pero luego está muy encima de la parte de gestión. Luego hay una parte económica que también viene del Real Valladolid. El fichaje de Gilbert, por ejemplo, y cuando buscábamos un '5' que no conseguimos. También en mejorar el presupuesto para hacer una plantilla más competitiva la próxima temporada», quiso puntualizar el director general del Pucela Basket.

En el seno de la directiva, tal y como confirma Saúl Hernández, no ha pasado inadvertida la ilusión desatada en la ciudad por el baloncesto en la recta final de temporada. «Existe una sensación compartida con todos de que la ilusión por el baloncesto ha vuelto a Valladolid, es lo que hemos vivido en esta eliminatoria con Estudiantes. Hace muchos años que no había esa sensación en el entorno. Es el principio de lo que estamos construyendo, un proyecto que nos permita jugar en ACB en próximas temporadas. Lógicamente necesitamos ingresos y un proyecto continuista, no puntual», admite.