Fajitas en versión infantil

La fajitas son, sin duda, uno de los platos más típicos y famosos de la comida mexicana, aunque su fuerte sabor y el picante, alejan esta propuesta gastronómica de los más pequeños de la casa. La solución pasa por intentar dar una vuelta a la receta para adaptarla al paladar de los niños. La clave está en evitar los productos que provocan ese sabor excesivo y, así, poder disfrutar de un menú familiar sin problemas.

En esta versión reinventada, además de tener la oportunidad de degustar la vertiente 'light' del plato azteca, también los más pequeños de la casa tienen una ocasión perfecta para hacer sus pinitos en la cocina. Es el caso de los mellizos Diego y Marcos Abad del Val, dos pequeños de siete años residentes en Valladolid, que, por primera vez, toman las riendas en los fogones para realizar sus fajitas de pollo y verduras. Gorro de chef y delantal no pueden faltar tampoco en este juego de convertirse en chefs por un día.

Bajo la atenta mirada de sus padres, David y Lara, los dos niños revisan los ingredientes imprescindibles para que sus fajitas sean todo un éxito. Es una tarea fácil, son cuatro básicos que darán forma a la cena de esa noche. Tres trozos de pechuga de pollo, un salteado de verduras, tortillas de trigo y el sazonador de fajitas. Además aceite de oliva y sal.

«Vamos a trocear la pechuga encima de la tabla, con cuidado con el cuchillo para no cortarnos», explica Diego orgulloso de su papel en la cocina. Protagonismo compartido con su hermano Marcos que le recuerda que «no se nos puede olvidar echar sal». Troceado el pollo, es tiempo de pasar al momento de poner la sartén al fuego. Imprescindible el aceite de oliva, y cuanto esté caliente, ir añadiendo las verduras. «Tú echas el aceite y yo las verduras», propone uno de los mellizos, que se reparten las tareas culinarias sin problemas. Las verduras se remueven hasta que estén bien hechas, luego se añade la pechuga y se remueve todo hasta que la mezcla esté lista y en su punto.

«Ahora toca lo más divertido, rellenar las tortitas de trigo», afirman los pequeños mientras calientan un poco la masa. El siguiente paso está en echar la mezcla, «hasta que esté bastante lleno» y luego se enrolla. Sin más, la cena está lista. «Es la primera vez que lo han hecho solos, es una de nuestras cenas favoritas, de toda la familia y así ellos comen verdura casi sin darse cuenta», explica Lara del Val. Ya solo queda disfrutar del trabajo bien hecho y de la mini experiencia mexicana.