Un vino con gusto a música y arte
Singular. Bodegas Neo alberga un estudio de grabación y un excéntrico museo de arte contemporáneo
Es una bodega absolutamente atípica, que poco tiene que ver con la imagen tradicional de una elaboradora de vino. Sus propietarios han logrado que, ... en el interior de sus instalaciones en la Ribera del Duero, se den cita muchas de las cosas que forman parte de su espíritu, tanto de su manera de ver la vida como de su filosofía para elaborar el vino. Les gusta decir que en una botella, además de vino, hay siempre algo de música, de cine, de comics, de fotografía, de arte… Y eso se palpa en el edificio. «Todo lo que nos apasiona está aquí», resumen.
Bodegas Neo se sitúa a los pies de la Nacional 122 a pocos kilómetros de Aranda de Duero. Es la única bodega del mundo que alberga un estudio de grabación, por el que han pasado grupos de éxito como Izal. La música suena de forma continua en todas sus estancias, como suena en la vida de sus dueños, que en el año 1998 crearon el festival de música independiente Sonorama Ribera.
Además de los acordes y el vino, en las instalaciones hay un lugar destacado para el arte. Una especie de museo contemporáneo muy heterogéneo, con un toque excéntrico y lleno de piezas llamativas en las que hay hueco para el PopArt, las barricas decoradas, la fotografía, los instrumentos musicales o los guiños a leyendas del cine como Star Wars. «Como ves es un poco locura, pero refleja bien todo lo que nos gusta, somos unos niños grandes que seguimos ilusionándonos con las cosas», explica Javier Ajenjo, uno de los propietarios de Neo. Están a punto de cumplir dos décadas haciendo y vendiendo vino, y afirma que siguen con la misma esencia a la hora de elaborar. «Propuestas jóvenes, renovadas, dirigidas a todos los públicos, ya que joven es todo aquel que quiere serlo», defiende. En esta línea, mantiene que buscan el equilibrio en la relación de calidad precio, «que sean asequibles, algo con lo que intentamos acercar a los jóvenes al consumo moderado de vino».
Al acceder a la bodega, encontramos un edificio atípico, muy luminoso, lleno de cristal y, en la entrada un cuadro de la Pantera Rosa, diseñado por su nuevo ilustrador, colgado encima de un sofá rojo. «Soy muy fan, fuimos a una exposición del artista en una galería en Madrid hace unos diez años y allí hice la primera adquisición». A partir de ese momento, llegaron otras piezas, parte de ellas dedicada a la Guerra de las Galaxias. Desde un robot R2-D2, pasando por los enormes Caminantes Pollo del Imperio Contrataca, hasta un impactante Halcón Milenario colocado de una forma inclinada como si la nave estuviera a punto de entrar en la sala de barricas. Esa estancia para el envejecimiento del vino también esconde mucho arte, tanto plástico a través de los murales de las paredes firmados por Santos de Veracruz y las barricas decorativas; como musical gracias a las dedicatorias y firmas en toneles de artistas punteros nacionales e internacionales. A mayores, en breve se inaugurará una exposición permanente del fotógrafo Juan Pérez Fajardo que retrata a músicos de primera línea. Bombillas de tamaño gigante o muebles con forma de robot son otras de las 'rarezas' que llaman la atención. «Seguimos con nuevos proyectos, nuevas piezas, nos gusta que nuestra bodega se salga de lo habitual y sea muy visitable y muy impactante. Vamos a seguir añadiendo y sorprendiendo «, concluye Javier Ajenjo.
¡Puños fuera!
Caló hondo en toda una generación que todavía venera al primer robot tripulado que protagonizó una serie de animación. Entre ellos se encuentran los propietarios de Neo. Una enorme escultura de Mazinger Z da la bienvenida en el jardín a los visitantes a la bodega, aunque su figura impacta también a todos los viajeros que transitan por la Nacional 122 desde donde se visualiza perfectamente. «Es muy llamativo desde la carretera, la gente se queda sorprendida», narra Javier Ajenjo.
El robot aguarda, de momento, en soledad, pero en breve llegarán nuevos compañeros a la zona de jardín. «Vamos a acondicionar un 600, estamos casi terminando el trabajo. Era el coche que tenía mi padre cuando yo era muy pequeño, y lo vamos a colocar montado sobre unas vías de tren, ya que mi abuelo tenía relación con el ferrocarril», detalla.
Además, desvela que la bodega acaba de adquirir unas figuras gigantes, de las que no da más detalles, «que van a estar muy prontito apoyadas en la base de una viga de lagar. Seguro que van a gustar».
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