La compañía vetada estalla contra el TAC: «¡Cómo pueden acusarnos de negligencia!»
«Antes de que la morada de Quasimodo pudiera acoger el espectáculo, ¡nosotros, los franceses, limpiamos, desinfectamos, barrimos, despejamos, borramos, reparamos, protegimos!», defiende Lézards Bleus en un comunicado en referencia al estado de La Antigua
La compañía teatral francesa Lézards Bleus ha emitido esta tarde, un par de horas después de la clausura del TAC un comunicado con el título ' ... Quasimodo-Esmeralda': el impulso suspendido de un espectáculo vivo sobre fachadas históricas, en el que señala que el pasado 21 de mayo, en pleno ensayo del espectáculo, la representación fue cancelada y autorizada de nuevo tan solo 15 minutos antes de su inicio. «A pesar de ello, nos mantuvimos concentrados, nos preparamos igualmente y finalmente el espectáculo se presentó a las 20:15, como estaba previsto, en la fachada de la iglesia de Santa María la Antigua de Valladolid«.
Lézards Bleus, creada en 1992 y que ha llevado sus funciones de danza en fachadas a varios edificios catalogados como Patrimonio Mundial de la UNESCO, continúa en su escrito: «La función fue recibida con entusiasmo por un público numeroso y fue considerada como uno de los momentos artísticos más destacados del Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle (TAC). Este éxito fue posible gracias a la movilización conjunta de los miembros de la compañía Lézards Bleus, los equipos técnicos, la organización del festival y el apoyo de la parroquia. Juntos, formamos una verdadera cordada humana, cuyo punto culminante fue compartir el espectáculo con el público«.
La compañía teatral señala que «esta preciosa representación fue a la vez exigente y arriesgada» y reconoce que la decisión del festival TAC de cancelar la segunda representación, prevista para el 22 de mayo, «nos dejó consternados y profundamente entristecidos».
En su comunicado, dice la compañia cancelada, los organizadores mencionan una «preocupación suscitada en diversos entornos por el alcance de esta intervención escénica y sus posibles interpretaciones administrativas», por lo que la compañía Lézards Bleus «aceptó la decisión por prudencia». Pero, al igual que los numerosos espectadores frustrados reunidos al pie de la iglesia, no entendemos esta cancelación«, admite y añade »Niños y artistas lloraron«. Esta decisión, recuerdan, tendrá un impacto en la compañía: programadores potenciales no pudieron descubrir el espectáculo y los miembros del jurado del festival no podrán valorar la calidad de la obra. La compañía Lézards Bleus recuerda en su escrito que colabora con el festival TAC desde 2012 y ha presentado allí varias creaciones. »Para la recreación de Quasimodo-Esmeralda, trabajamos de forma rigurosa y concertada con el festival, como siempre lo hemos hecho. Esta obra, fruto de varios meses de creación, se inscribe en una voluntad de puesta en valor del patrimonio, en respeto de su entorno material y simbólico«.
«Nuestro enfoque, dicen, se basa en principios claros️: respeto por el lugar,️ reversibilidad de las instalaciones,️ atención profunda a la memoria del sitio y a quienes lo habitan». «Usamos zapatillas de goma blanca, para no dejar huellas. No hay piezas metálicas en contacto con la piedra, ni cables, ni puntos de anclaje invasivos. No comprendemos las críticas formuladas por algunos responsables del patrimonio, ni la presión que ejercieron sobre el festival. Lo que encontramos en el lugar fue una iglesia en estado avanzado de abandono: tejas rotas, una gruesa capa de excrementos y cadáveres de palomas, reformas deterioradas con riesgo de caída, cadenas de campanas oxidadas, gárgolas obstruidas, grafitis, proyectores sucios…».
«Antes de que la morada de Quasimodo pudiera acoger el espectáculo, ¡nosotros, los franceses, limpiamos, desinfectamos, barrimos, despejamos, borramos, reparamos, protegimos!».
Para finalizar, Lézards Bleus plantea dos preguntas que considera «simples»: «¿Por qué no se desplazaron al lugar para comprobar nuestras instalaciones de cuerdas? ¿Cómo pueden acusarnos de negligencia, cuando lo que hicimos fue precisamente cuidar el monumento?»
«La compañía Lézards Bleus seguirá tejiendo vínculos entre la piedra y el cuerpo, entre la memoria y el movimiento, entre el arte y el espectador. Seguiremos bailando, haciendo cantar los muros. ¿Y por qué no también en Valladolid?», concluye el comunicado.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.