Por un TAC en el que el ruido sean los aplausos

En este incidente ha sobrado el ruido. Como si para compensar la ausencia del espectáculo, desde el festival se hubiera apostado por la sobreactuación, en especial Irene Carvajal, concejala de Cultura, quien admitió que, cuando estalló la polémica, se pidió un informe «ante las discrepancias y las críticas que vienen dirigidas de un sector próximo a Valladolid Toma la Palabra y al PSOE», dijo. «Una plataforma afín a Valladolid Toma la Palabra y al PSOE empieza a contaminar en redes, describió también la edil, en las horas previas al primer pase». «Se emite el informe jurídico que refleja que no es necesaria la autorización [de Patrimonio]», continua Carvajal. «Y, por lo tanto, no se tiene que pedir nada, según nuestro gabinete jurídico y según la asesoría jurídica de este Ayuntamiento, en concreto de la Fundación Municipal de Cultura».

Con todo en orden, ¿por qué se renuncia a la segunda representación? Como sea tan fácil quebrar las decisiones de un equipo de gobierno elegido democráticamente –con críticas desde «una plataforma afín» a la oposición–, el PSOE y VTLP van a encontrar la fórmula del éxito para devolver el carril bici al asfalto de Isabel la Católica, demoler y no reinaugurar el viaducto de Arco de Ladrillo y hasta enterrar el soterramiento. Gobernar es decidir, con el riesgo permanente de equivocarse y cuando se yerra, lo mejor es asumirlo. Sin culpar al empedrado, ni a la oposición discrepante y mucho menos «al superior jerárquico, el alcalde», como también afirmó la número dos del Consistorio para explicar la decisión de cancelar, en una respuesta de las que no hacen equipo.