Valladolid hace grande al género chico
El monasterio de Palazuelos acoge este sábado una gala que reúne a las principales colectivos vallisoletanos de zarzuel
Tienen todos los viernes del año marcados en rojo. Es su día de ensayo y «el más divertido de la semana». Son 24 voces de ... muy diferentes edades, que afinan y empastan bien juntas. Son los integrantes de la Agrupación Lírica de Cabezón de Pisuerga, con sede en esta localidad vallisoletana, y que este sábado cumplen su décimo aniversario. Lo van a celebrar con una gran gala en la que ofrecerán una selección de los títulos de zarzuela más conocidos y apreciados por el público. Será en el Monasterio de Santa María de Palazuelos a las 18:00 horas y estarán acompañados por las voces de la Amigos de la Zarzuela y la Asociación Lírica Bohemios.
Allí se expondrá también una serie de fotografías y carteles con la que harán un recorrido cronológico por la historia de esta asociación. Lis Espinilla lleva 39 años cantando zarzuela. Ella, junto con Víctor Coloma, antiguo alcalde de Cabezón de Pisuerga, son los alma mater de esta agrupación lírica. La pusieron en marcha en 2011 con el único objetivo de difundir y revitalizar el género lírico. «Somos una asociación modesta. Empezamos ensayando en la iglesia del pueblo hasta que el Ayuntamiento nos cedió un local. Lo nuestro es hacer antología de la zarzuela y estamos muy contentos de que otras agrupaciones, con las que colaboramos habitualmente, participen en esta cita», cuenta Lis.
Sus integrantes son en su mayoría, vecinos de Cabezón de Pisuerga, aunque también los hay de Cigales, Mucientes y Valladolid. Tienen entre 34 y 77 años y comparten la ilusión de hacer disfrutar al público del género chico. Su presidente, Ángel Jorge, siente que la música, y especialmente la zarzuela, ha marcado el rumbo de su vida. «Con 14 años unos amigos me llevaron a ver a los Amigos de la Zarzuela. Fui pensando que era un género para viejos y quedé atrapado. Entré a formar parte de aquella asociación, allí me enamoré de Lis y más tarde creamos nuestra agrupación. La zarzuela es una parte importantísima de mi vida», afirma seguro.
Ambrosio Sánchez es el veterano. Zapatero jubilado, con 77 años, asegura que él es mucho más feliz cuando está cantando. «Llevo la música en la sangre, porque mi abuelo y mi padre fueron cantaores de flamenco. Ellos llegaron a cantar con Rafael Farina y Pepe Marchena», dice orgulloso. Mientras su amigo y compañero Andrés Martínez, de 75 años, afirma que su verdadera vocación es la música. «Soy agricultor en activo y todos los viernes aparco el tractor para asistir a los ensayos. No me pierdo ninguno. Ya de pequeño era monaguillo y las mujeres me decían que iban a misa solo para oírme cantar. Ahora, a veces me falla la memoria con las letras, pero la ilusión compensa todo», comenta con sonrisa nerviosa antes de subir al escenario. Su primera actuación desde que comenzó la pandemia fue el pasado miércoles, en el centro cívico Esgueva, ante un público expectante. Andrés fue el primero en romper el hielo, al cantar como solista 'El abanico' de la zarzuela 'La Chulapona'.
La benjamina del grupo es Virginia Vázquez, de 34 años, quien asegura que fue al primer ensayo a acompañar a una amiga, y le gustó tanto que se quedó. «Han pasado 10 años desde entonces, y estoy muy feliz. Me gusta actuar y cantar, pero lo que más me gusta es compartir experiencias con gente de edades tan diferentes».
Estos zarzueleros amateur están acompañados al piano por el maestro Daniel Rodríguez y una de sus voces más destacadas, es la del barítono Paco Cano, que dejó de lado la música pop para dedicarse de lleno a la Zarzuela. «La primera gran obra que representé, fue en el Teatro Calderón. Fue un sueño cumplido», asegura justo antes de calentar la voz.
Han puesto toda su ilusión en la celebración de este aniversario. Saben que en estos diez años han cumplido con creces su objetivo de revitalizar la zarzuela.
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