Permanencia en Romeo y Julieta en el Teatro Calderón
No hay primeras figuras y cuerpo de baile son un todo que han conseguido vida eterna para esta versión en danza especial de un clásico
fernando herrero
Domingo, 23 de enero 2022, 15:36
Muchos años lleva representándose este espectáculo. Una permanencia insólita pero merecida porque no ha envejecido nada. Una versión de Shakespeare muy personal en la que ... algunos personajes del texto se suprimen y otros tienen mayor amplitud. Fray Lorenzo y Julieta destacan en una visión colectiva, muy teatral. Ballet joven desde su implicación coreográfica. Integración de algunos momentos clásicos (incluso de puntas) y modernidad en los gestos, los pasos a dos, la teatralidad a tope (la escena final), la sobriedad, las caídas a suelo, el movimiento de los brazos, la energía desplegada. A veces parece como si se fijara la imagen. 'Flashback' de Fray Lorenzo y su trágico error. Cuerpos, solo cuerpos, aparte de un teatro de marionetas, Escenario vacío salvo unos módulos que se transforman. Oposición del vestuario blanco o negro.
No es una historia en New York ni en Brasil, es un Shakespeare quintaesenciado por una compañía que puede hacer todos los papeles, unas bailarinas que pueden ser Julieta, el Aya o la Madre. Calidad y agilidad en esa danza a veces espasmódica hasta llegar a la escena final, una especie de Piedad de Gregorio Fernández, los amantes muertos y el fraile convulso por su culpabilidad.
'Romeo y Julieta'
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Música: Serge Prokofiev
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Coreografía: Jean-Christophe Maillot
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Escenografía: Ernest Pignon-Ernest
Ritmo que va de la ingenuidad del primer paso a dos de los amantes, al segundo que es precedido por el rencor de Julieta que poco a poco se va atemperando. La juventud pelea casi de broma hasta que la tragedia surge como tantas veces de forma insospechada.
Estupenda preparación física, conjunción de los gestos. No hay primeras figuras y cuerpo de baile son un todo que han conseguido vida eterna para esta versión en danza especial de un clásico, clásico también los Ballets de Montecarlo por su especial idiosincrasia. No cito nombres, tendría que hacerse de toda la compañía que fue entusiásticamente aplaudida junto con su director al final de un montaje de ayer que parecía de hoy.
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