Javier Perianes: «Haremos Mozart como en su tiempo, concertando desde el teclado»
El artista residente del auditorio Miguel Delibes dirige a la OSCyL en la Semana de Música de Medina este miércoles y después, en Valladolid
Fue el pianista con el que Jesús López Cobos inició un ambicioso proyecto de integrales de compositores alemanes junto a al OSCyL. Dos generaciones de músicos y una sola apuesta por la excelencia que el onubense Javier Perianes ha continuado sin la batuta toresana. Este miércoles ofrecerá el primero de los conciertos junto a la Sinfónica regional en Medina del Campo y después, en Valladolid.
–Artista en residencia de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León con la que mantiene una estrecha relación desde hace tiempo ¿la corrobora el nombramiento?
–En realidad es corroborar con el nombre una relación fluida, cariñosa, que hemos refrendado desde los tiempos del maestro López Cobos con proyectos como los conciertos de Beethoven o los de Brahms. Ahora los de Mozart, concertando desde el piano y de manera más intensa. Espero que no nos cansemos de hacer música juntos. Venir a la OSCyL es reencontrarme con colegas con los que trabajar a gusto y llevar la música a diferentes sitios.
–Tocarán en Medina y Valladolid ¿algún sitio más?
–En mayo vamos a Salamanca y Burgos con el programa de cámara con el Cuarteto Ribera y a la Logroño.
–El programa de los días 9, 10 y 11 confronta a dos coetáneos, Martín y Soler y Mozart. De los 27 conciertos del segundo ha elegido el 20 y el 23 ¿por popularidad?
–Son dos de los más famosos. El 20 es el único de los conciertos de Mozart, junto al 24, escrito en un do menor. Es una obra de arte, como todos los suyos, pero ese modo menor muestra que ya está mirando de manera directa y con gran carga dramática a lo que está por venir, engancha con Beethoven. De hecho a este le gusta tanto que hace unas cadencias para este concierto y yo las tocaré. El 'Concierto nº 23' es fundamental para muchos pianistas, tiene el segundo movimiento más especial, emocionante y profundo de Mozart en una tonalidad extraña y extraordinaria, fa sostenido menor.
–¿Se emancipará del teclado para dirigir desde el podio?
–No soy director, solo pianista y disfruto mucho. Tiene sentido hacer esto con Mozart porque esa obras se concibieron originalmente para ser tocadas y estrenadas dirigiendo desde el piano. Lo que hago es concertar el trabajo de otros colegas, acordar unas dinámicas y una articulación, ayudar con la mano para marcar un tempo y llegar juntos. No tengo necesidad de cambiar el piano por la batuta.
–Ya hicieron juntos el número 21, ¿tienen pensado grabarlos?
–No lo hemos pensado, mis proyectos con Harmonia Mundi van en otro sentido. El próximo disco será en mayo, las 'Goyescas', de Granados. Ycon orquesta, será con la Filarmónica de Luxemburgo, un disco en torno a Karol Szymanowski, la 'Sinfonía nº 4', con piano, la 'Sinfonía 2', orquestal, y sus preludios.
–En mayo vuelve con la OSCyL en un concierto homenaje a Alicia de Larrocha por su centenario ¿tuvo influencia en usted?
–Tuve un par de encuentros con ella y me dio algunos consejos. En este año de su centenario hay que animar a las instituciones a que le rindan homenajes, a que se le dediquen conciertos. Es la pianista más importante de España, fue una leyenda en Europa, Latinoamérica, Estados Unidos, Australia... Los músicos tenemos la responsabilidad de honrarla.
–Joaquín Achucarro llega a los 90 tocando y Daniel Barenboim a los 80, en retirada ¿se ve con fondo parecido a ellos?
–El maestro Barenboim no sé cuántas vidas tiene a la vez, su actividad es tan extraordinaria, ingente y constante... Ha tocado y grabado todo en cámara, en sinfónica. Ha hecho de la música un ejercicio de humanismo, creó la Wets-East Divan Orquestra. El 15 de este mes cumple 80 años imposibles de resumir. No sé cómo le da tiempo a tanto. Ahora la salud lo ha apartado, esperemos que el maestro se pueda reincorporar y nos de buenas noticias. Y si no le apetece, está en su derecho tras tantos años de regalos. Achucarro, que ha estado tocando con esa intensidad, honestidad y maestría, es otro caso increíble no de longevidad sino de mucho tiempo al servicio de la música. A mí no me gusta anticipar.Tengo que planear trabajo con años de antelación pero me gusta disfrutar día a día, pensar solo en lo siguiente.
–Viene de Hamburgo, ¿recuperada ya la normalidad?
–En algunos países aún hay mascarillas o piden pruebas pero estuve en Estados Unidos dos semanas hace poco y en verano, en Australia. Creo que poco a poco se recupera el pulso.