'Un baile de máscaras', un 'verdi' para iniciarse en la ópera, llega al Calderón de Valladolid

Tras tres semanas de trabajo, la riqueza de la escenografía de Tiziano Santi y el vestuario de Giuseppe Pallela arroparán la interpretación musical que tiene al frente al mismo maestro que en Budapest, un especialista en el repertorio lírico italiano. El tenor José Bros debuta en el Calderón y con esta ópera también afronta su «primer papel de rey», Gustavo III de Suecia, o Ricardo en las primeras versiones censuradas que obligaron a destronar al protagonista, a bajarlo al suelo de los mortales por ser impropio de un monarca vivir aquellas vicisitudes. «Es una ópera emblemática, maravillosa y difícil. El mío es un personaje que se mueve en la amplia tesitura del tenor y es un papel interminable, en el que hay que matizar cada pasaje. Resulta muy agradable trabajar con una orquesta que consigue ese sonido de terciopelo, que te lleva en un mar de nubes, y hemos trabajado mucho en las dinámicas de Verdi. Es importante transmitir las emociones, los sentimientos sobre todo en mi relación con Renato y el dúo con Amelia, en el segundo acto, es uno de los más bonitos de la historia de la lírica», explicó Bros.

Por su parte, Damián del Castillo, barítono, da vida a Renato, «hago otra vez de malo, bueno en realidad es bueno pero se va transformando. Había hecho en el Liceo esta ópera, pero el papel de Silvano y siempre me gustó Renato. Ahora tengo la oportunidad». La vidente, la bruja Ulrica, que iba a ser interpretada por Marta Infante ha cambiado de voz, por problemas de salud de la mezzo española, y será Nicole Piccolomini quién la interprete. Amelia será creada por la soprano calabresa María Teresa Leva.

Judit Nicklai, la responsable de la producción en España, destacó la profesionalidad de todo el personal en el Calderón lo que ha posibilitado levantar el montaje en tres semanas de ensayo, en Hungría necesitaron el doble de tiempo. La directora húngara considera que 'Un baile de máscaras' es un buen título «para aquello que nunca se han acercado a la ópera, musicalmente habla por sí sola, es como Mozart, y la propuesta es clásica estéticamente pero con un lenguaje moderno. Se trata de una ópera adecuada para una primera experiencia».

José María Viteri, director del teatro, recordó el compromiso del mismo con la lírica, ya que desde hace dos décadas siempre hay un título o dos. En esta misma temporada está programada una zarzuela. Y eso es posible gracias a «la colaboración con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y al Coro Lírico». También estaba en la presentación el director de este último, Sergio González, quien explicó el papel de la masa vocal en esta obra, con una función «de reforzar los momentos psicológicos, desde el comienzo con el coro cantando, hasta el final, también clausura la escena. Tiene una presencia intensa en todos los actos». 45 son los coralistas que cantan en esta ópera. En total, 120 personas en escena y alrededores.

Ana Redondo, concejala de Cultura, y Juan González-Posadas, director de la Fundación Siglo, responsable de la OSCyL, también participaron en la presentación.