«Mis textos a veces son puñales, una terapia de choque»
La vallisoletana, con una legión de seguidores en Instagram, publica su quinto libro, 'Qué bueno que te fuiste'
La vallisoletana, con una legión de seguidores en Instagram, publica su quinto libro, 'Qué bueno que te fuiste'
agapito ojosnegros
valladolid. Leticia 'Lae' Sánchez (Valladolid, ... 1990) sube a la estantería su quinto libro, 'Qué bueno que te fuiste', un texto que ha encontrado entre sus fieles a muchos de los 233.000 seguidores que la escritora tiene en la red social Instagram, donde publica audios, videopoemas, reflexiones y frases extraídas de sus libros.
–Cultiva la prosa poética.
–Mi visión es distinguir este género de un poema. La finalidad es no dejar de lado la narración de hechos para transmitir otros sentimientos, sensaciones... ir un poquito más allá. Desde que me inicié en este camino supe dónde encajaba: era en la prosa y desarrollé, y me desarrollé, allí todas mis obras. En redes sociales también. Y a día de hoy es como una adicción. Es otro idioma, otro lenguaje para mí. Me gustaría trabajar otros géneros, como la novela. Sería como dejar de vivir en un pisito para habitar un ático, porque la novela tiene más complejidad. Estoy trabajando para en algún momento dar ese salto.
–Tiene muchos lectores y fieles.
–Estoy muy contenta, más que por las ventas, por lo que genera: satisfacción personal, interactuar en redes sociales con la gente, que te escribe con sentimientos verdaderos. Para mí eso es como el aplauso, lo veo como un premio que celebro todos los días.
–¿Cómo fueron sus comienzos?
–De la manera más tonta, con una página de Facebook, que se llamaba Vérsame. Allí estaban, sobre todo, mis amigas. Una de ellas me dijo: 'Por qué no lo abres al público, para que todo el mundo pueda interactuar'. Lo pensé mucho y al final decidí saltar, con ese miedo de jugármela, aunque realmente creía en lo que escribía. Empecé a acaparar seguidores y me llamó la editorial Mueve tu lengua, que en ese momento era Frida Ediciones, y me propuso un proyecto que fue mi primer libro: 'Te lo diré bajito, qué bueno que viniste'.
–¿Qué temas le preocupan?
–Mis temas principales son el amor propio, el empoderamiento, la búsqueda de uno mismo para darse valor y ser mejor cada día. Mis textos también tienen tintes de desamor, pero siempre con finales felices, para aprender a disfrutar de esos momentos en soledad, de darnos a nosotros el valor que merecemos y de tirar para adelante siempre. El fútbol, el amor... Mis padres me han aportado lo que necesito para poder decir: soy Lae Sánchez y escribo así porque he tenido personas a mi alrededor que me han ayudado a ser mejor cada día.
–¿El fútbol?
–Forma parte de mi vida. El Real Valladolid lo llevo en mi corazón. Mi padre (Onésimo Sánchez) jugó allí, entrenó allí. Me inculcó que él tuvo la suerte de dedicarse a su pasión. Para mi madre, la pasión fuimos sus hijos, que es otra forma de demostrar el amor.
–Se apoya mucho en las redes sociales.
–Hay textos que los veo perfectamente reflejados en un audiopoema o en un videopoema porque me piden ser leídos. Pero hay otros textos que nunca grabaré porque piden ser leídos por el lector, el receptor. Todo está aislado cuando escribo un texto, y los recito porque merecen tener ese tono, tranquilidad, esa música que acompaña, porque al final también te está transmitiendo los sentimientos que igual en el texto quedan un pelín fríos. El audio y el vídeo dan más calidez al texto, lo abrazan. Me gustaría trabajar también la faceta del audiolibro porque creo que es un complemento perfecto.
–¿Las nuevas tecnologías son un buen soporte para compartir y que otros puedan acceder a la literatura?
–Este género tiene algo muy bueno: te permite jugar con la longitud de tu texto y yo intento siempre dejar al lector con ganas de más. Con ganas de más a base de pequeñas píldoras, irle creando un universo de sensaciones y sentimientos. Lo que me parece más importante es la empatía. Hay un gran vacío en la sociedad, la gente quiere que la entiendan, saber que no estás sola en el barco, y al final escuchar historias de otras personas te ayuda y reconforta. Por eso, para mí la empatía que pueden transmitir los textos, incluso los testimonios de gente que los lee y te deja comentarios que a su vez leen otras personas, es lo que da la magia a toda esta conjunción de prosa, versos, redes sociales y libros.
–Esas píldoras, ¿podrían empezar por dar forma a los títulos de cada uno de sus libros?
–En mi trabajo de marketing (en el grupo bodeguero Emilio Moro),sabes que el texto hay que venderlo desde el principio, tienes que envolverlo. Lo primero es ese golpe de realidad. Los títulos de mis libros son como el vestido perfecto del cuerpo que te vas a encontrar. Y me gustan los finales muy contundentes, dar ese golpe en la mesa. Mis textos a veces son puñales, una terapia de choque, por lo que también hay que leerlos en el momento apropiado. Alguno de los libros los escribí como terapia. Por tanto, sé de lo que estoy hablando. Estos libros para mí son armas importantes para estar bien, para darte amor propio, valía. Así que es importante también conocer los tiempos para poder leerlos.
–Quien lee sus libros, ¿la lee a usted?
–Lee una parte muy importante de mí. Sí el cien por cien de mi aprendizaje, de mi carácter, de mi personalidad, de mis valores, de mi manera de haber evolucionado. Puede que sí haya ciertas historias en las que me base para escribir, que no me hayan pasado a mí como protagonista directa, pero son situaciones que también me han hecho aprender desde la ventana desde la que las haya podido vivir.
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