Julia Navarro: «La historia no puede contarse de parte»
La novelista presenta en Valladolid 'Una historia compartida', «el reencuentro» consigo misma durante la pandemia que fue, a la vez, su escape
Julia Navarro está a punto de terminar la novela en la que trabajó durante el confinamiento pero hasta que pone la palabra 'fin' «no considero ... que haya nada», así que no suelta prenda. Se concentra mejor en invierno, en los días grises o de lluvia, así que cuando rompió la primavera de 2020 y tuvo que escrutarla desde la ventana, comenzó a escribir sus reflexiones. «No sabía a donde me llevarían, ni qué estaba haciendo, ni si lo publicaría», recuerda con el libro que presenta hoy en la librería Oletvm.
'Una historia compartida. Con ellos, sin ellos, por ellos, frente a ellos' (Plaza & Janés) es un «diálogo conmigo misma, un reecuentro con mis lecturas, con mis viajes». También es un recorrido por las mujeres que ha admirado y algunos de los hombres que las han acompañado. «No concibo la vida sin los otros. Siempre me ha parecido que nos contaron la historia de forma incompleta porque hasta el siglo XX las mujeres apenas parecen en los libros salvo excepciones. Mi curiosidad ha sido siempre inmensa por eso también me preguntaba por cómo eran los hombres de sus vidas, ¿rémoras, estímulos? También escribo sobre ellos desde ese ángulo de la mujer que tienen al lado».
Hombres estimulantes
Repara en Pitágoras que acoge a Téano como discípula o la falta de prejuicios sexistas y racistas del padre de Louisa May Alcott, la autora de 'Mujercitas'. En ese viaje interior por los libros recomendados por la abuela, Navarro hace parada en Emily Dickinson, Jane Austen y las Brönte, en una larga lista de autoras españolas. «También en las científicas, por esa asignatura pendiente personal con la ciencia y porque creo que han sido ninguneadas por la historia».
La mirada actual sobre algunas de sus heroínas la resulta dolorosa como ha ocurrido con Margaret Mitchell. «Es autora de una sola y gran novela, 'Lo que el viento se llevó', cuya película se retiró del cine Orpheum de Memphis donde se proyectó durante décadas. Me fastidia que un movimiento bienintencionado como el 'woke' se haya convertido en reaccionario y quiere uniformar nuestro pensamiento. Es una forma de romper una lanza a favor de los políticamente incorrectos. Interpretar así a Mitchell así es fruto de la estupidez o la ignorancia.
Quien siguió el consejo de Hemingway de retirarse a tiempo del periodismo habla de su colega más admirada, Oriana Fallaci. «Para mí la mejor periodista del siglo XX. Eso hizo que mirara lo que he hecho yo. No tuve mi 'entrevista con la historia' pero pude contar la historia de mi país en un momento importante, la Transición». Navarro cambió el periodismo por la literatura «cuando creí que había llegado a un topo, ya no iba a avanzar y la literatura me abría puertas nueva que quería atravesar. Pero no se me ocurre un oficio más apasionante que el periodismo».
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