Carmen Herrero aborda la elocuencia del silencio en su segundo poemario
La escritora, que se dio a conocer en redes, presenta este lunes en el Colegio San José de Valladolid 'El silencio de los elegidos'
Hijo del tiempo del confinamiento y de un cierto oficio por ser el segundo, 'El silencio de los elegidos' será presentado este lunes por su autora, Carmen Herrero, en el Colegio San José de Valladolid, a las 19:30 h. Estará acompañada por Chus Pardo y Basilio Rodríguez.
Herrero, que firma su poesía con el seudónimo de Leha, comenzó a escribir hace casi tres lustros, primero en un blog y luego en Facebook. «Fue por la sugerencia de amigos y seguidores que publiqué el primer libro, 'Te doy mis alas' (2019). 'El silencio de los elegidos' me ha llevado tiempo, tres años, porque soy muy perfeccionista, y por invitación del editor de Sial Pigmalión». El vuelo bautismal en el mundo editorial lo hizo con una recopilación de textos, en cambio el que presenta mañana tiene vocación de unidad. «Desde el principio pensé en una estructura de ocho espacios. El protagonista es el silencio como una manera de comunicarse. Nació en la pandemia cuando estábamos encerrados en nuestro silencio y de ahí he ido a otros. El primero es el 'Silencio de leche y azúcar', el de la infancia, y termino con el 'Silencio de los cerrojos', el de la costumbre. Lo que nos perdemos por el hábito, eso que nos hace cómoda la vida pero que a la vez no reparamos en lo que nos esconde la cotidianidad», explica Carmen Herrero, más amiga del verso libre y la prosa poética que de las estrofas clásicas. «Me siento más cómoda en el verso libre, la rima me encorseta, es como poner límites a la forma de expresar algo interior».
Sigue publicando en redes su poesía. «Es una manera de probar la reacciones de la gente, me escriben comentarios. Cuando cuelgo textos cortos se leen más que los largos», explica esta admiradora de Ángel González, también de Pedro Salinas o de Sara Búho. En prosa, le relajan las novelas de Murakami.
Herrero reconoce que la poesía es un género minoritario de lectores «fieles que nos apoyamos unos a otros. Una vez en una feria, una persona cogió mi libro y al ver que eran poemas lo soltó. Animo a descubrirla. Y ahí seguimos, cuesta mucho vender poesía», y lo dice una librera.
