Del trópico a la meseta y vuelta

Viaje geográfico y viaje interior. Ese es el nexo del poemario premiado por el jurado del IV Premio de Poesía José Zorrilla, según su autor, Jesús Losada. El galardonado ha cruzado el Atlántico para recogerlo. Del Caribe a la meseta, último trayecto de una bitácora que pasó por la India, Cerdeña, Costa Rica o Puerto Rico. Enseña literatura contemporánea y a ella ha entregado ya doce poemarios. El peso de la oscuridad el último, el que le ha valido este galardón. Jesús Losada se mostró agradecido a estas «iniciativas privadas en pro de la poesía» y frente al eterno lamento de que la lírica no pasa por su mejor momento, el zamorano consideró que «la poesía goza de buena salud, son estos buenos tiempos para la lírica, que es el oxígeno necesario para respirar en esta vida». Felicitó a Enrique Cornejo, el anfitrión del premio y de la noche, y se congratuló de que fuera en la comunidad en la que nació donde se impulse así la literatura.

El peso de la oscuridad es para su autor «un libro especial por la carga personal, por las experiencias, por la simbiosis entre el viaje geográfico y el interior, por la honda reflexión a la que da pie esta alianza». Losada refleja dos mundos «el rural, más apto para la contemplación, y el urbano, de línea apolínea, más cercana al placer y con una gran carga erótica».

Ecuador superado

Fueron llegando los invitados, encabezados por la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina; el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero; la presidenta de la Fundación Miguel Delibes, Elisa Delibes; la directora del Museo Patio Herreriano, Cristina Fontaneda; el premiado en la anterior edición, José María Triper; los miembros del jurado Jesús Fonseca, Enrique Cornejo, Luis María Anson, Fermín Herrero, Jorge de Arco y Carlos Aganzo, director de El Norte, o el presidente y el director general de El Norte, Alejandro Royo-Villanova y Ángel de las Heras, entre otras personalidades. A todos ellos fue dando la bienvenida el empresario teatral Enrique Cornejo.

Fue él quien organizó la entrega de la escultura conmemorativa y del cheque a Jesús Losada. Mientras García Tejerina fue la elegida para entregar la primera, «el vil metal», decía Cornejo, fue labor de Jesús Julio Carnero. El gerente del Teatro Zorrilla, mecenas junto a la FundaciónAxa de este premio, quiso brindar una larga vida al mismo «tras pasar el ecuador, la tercera edición». Quien se considera «hombre de trabajo más que de talento», lo admira tanto que quiere protegerlo. «Por eso este premio que quiere ponerse a la cabeza de los galardones nacionales. Ya está entre los más importantes». Cornejo recordó su niñez en una «casa de ambiente culto y por eso mi desarrollo profesional también está ligado a mi ciudad y a mi gente. Ya sea con un trofeo de ajedrez para luchar contra la leucemia como con este premio, como con el teatro donde se hacen presentaciones de libros también. En breve haremos una exposición con el trabajo de estos siete años». Terminó con el deseo de una próxima edición aún mejor.