Una vida distinta bajo la carpa
Rosa Ureña gana el premio de poesía para niños Ciudad de Orhiuela con 'Circo', publicado por Kalandraka
El lugar de la ilusión, el espectáculo de la variedad, la familia más extraña, la itinerancia bajo el mismo cielo, todo ello es el 'Circo' (Kalandraka) de Rosa Ureña Plaza con el que ha ganado el Premio de Poesía para Niños Ciudad de Orihuela 2021. Propuesta literaria de verso libre y musical y visual con ilustraciones de la escritora que engarza todas las imágenes en torno a tres colores.
En momento de evolución y cambio del espectáculo circense, Ureña compone un poemario divertido que repara en cada uno de los personajes que salen a la arena sin prejuicios de edad o habilidad. El circo es un estado de ánimo, una predisposición al juego y al descubrimiento, un lugar en el que todo es de otra manera. Mástil, carpa y red conforman la estancia que protege la magia, la silueta que desde cualquier punto de la ciudad se vislumbra. El maestro de ceremonias es la voz del circo. El acróbata sueña y salta, o es su salto lo que provoca el sueño, y deja tras de sí lentejuelas para la equilibrista. Esta otra, tan talludita como el anterior, lleva el cielo en sus ojos, está hipnotizada por el azul, solo conoce el camino ascendente. El payaso abandona su sempiterna tristeza al perder el llanto y es capaz de reír con su público.
Hay quien tenía que haber nacido pájaro y es, sin embargo, niño bala. La tragasables está escrita en versos cortados y la amazona monta una ballena jorobada. La sombra de la trapecista se columpia sobre la arena y en el monociclista giran hasta los 'oes' de su nombre. Hay recompensa para quien encuentre a la escapista y la malabarista se enfrenta a la rebelión de la letras, en perpetuo baile como los enseres de su número. El ventrílocuo tiene oídos atentos y boca sellada. El profesor zancudo hace fácil el aprendizaje a sus alumnos y aunque pone el aprobado por las nubes solo es para quitar el miedo a las alturas. Y la pitonisa ha visto sus recuerdos volar con una banda de estorninos. Todos pertenecen a la familia circense, esa que, en los versos de Rosa Ureña, es la más deseable, la que convive con la peculiaridad de cada miembro y ayuda a vivir a todos.
Observadores de lo pequeño, sanadores de la humanidad
De la viruela al covid, del siglo XVIII al XXI, la evolución de la microbiología ha evitado a la humanidad muchos millones de muertes. 'Héroes de la ciencia' (Siruela), de María José Sánchez y Victoria Simó, compila las aportaciones de astutos observadores de los enemigos más pequeños.
Jenner logró la vacuna contra la viruela, la infección que más muertos ha provocado en la historia Pasteur estudió la multiplicación de los gérmenes y creó el suero contra la rabia fundando la microbiología. Robert Koch presentó al mundo el bacilo causante de la tuberculosis. Por su parte, Von Behring, primer Nobel de Mediana en 1901, ganó la batalla a la difteria 'el ángel estrangulador de los niños'.
El cubano Carlos Juan Finlay y la fiebre amarilla, Fleming y la penicilina, Louise Pearce y la mosca tse tse, Renato Dulbeco y la relación entre virus, Gertrude Elion y el herpes labial, Margarita Salas y el ADN, Françoise Barré-Sinoussi y el VIH, así hasta Katalin Karikó y el coronavirus, son duelos entre ciencia y microorganismos que llegan hasta hoy.
Final de la trilogía de Los Muértimer
Léa Mazé ha concluido la historia de la familia Muértimer (Astiberri), un 'thiller' contado en una trilogía de cómics protagonizada por Celine y Colin. Los dos adolescentes investigan una trama que implica al negocio de sus padres, que regentan una funeraria y son los guardeses del cementerio de una pequeña localidad. Trepidante acción así como eficaz trazo de Mazé en una puesta en página que juega con el color (frío azul para la noche, tonos anaranjados para el día). Los progenitores andan preocupados por sus hijos, sienten que no les controlan y terminan por consultar a un psicólogo. Pronto sabrán de la pericia detectivesca de sus retoños. Aunque son una trilogía, cada volumen tienen entidad por separado.