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También el cine de terror se transforma. Apenas tres personajes. Largos diálogos sobre religión y filosofía, atmósfera oscura, un solo día, salvo los dos planos finales de noche, críticas duras a las religiones, puertas infranqueables y otras muy difíciles de cruzar. Otro filme de esta ... época con un Hugh Grant en papel negativo y una suma de tres rostros que se repiten, en una realización curiosa que sabe mezclar los géneros sin problemas. Conseguir un ritmo no pesante es un mérito. El filme es angustioso y adusto y encarna un terror a la vez filosófico y mortífero.
'Heretic' de Scott Beck, Bryan Woods
Es curioso que coincidan en las pantallas películas en las que la religión es el tema más importante, siendo tratado en ambos casos de forma nada complaciente. Son los tiempos, en una cuestión que podría profundizarse. La religión judía, la cristiana, la mahometana, el libro del mormón, las dos chicas que llegan a la casa de Hugh Grant son mormonas. El juego del Monopoly sirve como argumento y motivo de este diálogo que termina en el juego de puertas y en el encierro. Más allá de los gustos gore, es la inquietud el término que podía definir la obra.
Los realizadores optan por un espacio limitado, una estética de primeros planos y un mundo extraño de objetos que se muestran en los planos finales. Una acción comprimida y toxica que surge de la problemática que se debate, como la referente a la poligamia. Un ritmo lento que al final se aviva y un interés cierto en el desarrollo del drama.
Buena música y buena interpretación de las dos chicas y Hugh Grant, que aguantan el primer plano casi continuo, y Hugh Grant hace una exhibición de la incorporación de su tóxico personaje. Su rostro es un mapa y las gafas son un maravilloso objeto interpretativo. Un cine de hoy que puede interesar a un público más numeroso.
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