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'Akira', 30 años de culto

'Akira', 30 años de culto

El manga comenzó a publicarse en 1982, la película llegó en julio de 1988 para cambiar la historia del cine

M. E. García

Valladolid

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Sábado, 18 de agosto 2018, 15:16

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A primera vista decir que 'Akira' cambió la historia puede resultar exagerado pero la obra de Katsuhiro Otomo llegó para cambiar la historia, solo del manga si no del cine. Llegó antes que Dragon Ball, antes de Ghost in the Shell, y, por supuesto antes de Naruto. El ciberpunk se adueñaba de esta historia sin buenos ni malos, solo un grupo de jóvenes que intenta sobrevivir en un mundo inhumano en el que la única salida es pisar al prógimo, ser más malo, más duro para seguir viviendo.

Katsuhiro Ōtomo, el autor de Akira, nació en 1954 en la prefectura de Miyagi. En aquellos años Japón todavía trataba de recuperarse de las bombas nucleares, de la derrota de la Segunda Guerra Mundial y lidiaba con los movimientos sociales que sacudían al mundo durante las décadas de los sesenta y los setenta. En Japón se materializaron en las revueltas estudiantiles de Zengakuren (una organización radical de izquierdas que luchaba contra el ideario estadounidense). Y claro, la Guerra Fría.

Ōtomo siempre declaró que su intención era realizar una película siempre y cuando tuviera él el cóntrol de la obra. A partir de ahí todo se volvió enorme. Un presupuesto de mil millones de yenes (unos 8 millones de euros) y el 'Comité Akira', un grupo de empresas (las empresas más importantes de Japón): Kodansha, Mainichi Broadcasting System, Bandai Visual, Hakuhodo, Toho, Laserdisc Corporation, Sumitomo Corporation y TMS Entertainment, pusieron dinero en el proyecto.

Todo ese dinero se invirtió en un proceso realmente detallado. Ōtomo realizó escenas específicamente para la película con un lenguaje narrativo nunca utilizado en anime. Se utilizaron diálogos pregrabados para lograr mucho mayor realismo a la animación y personajes. Todos los movimientos de Akira son sorprendentemente fluidos para una cinta de animación. Se consiguieron gracias a sus 160,000 celuloides de animación y además utilizó una sorprendente paleta de colores de 327 tonos. Y como Kurosawa, Ōtomo mantiene en pantalla a 5, 6 o 7 personajes realizando cada uno, sus propios movimientos.

¿Y el diseño? La moto de Kaneda, tomada del manga, muestra un nivel de detalle asombroso. Quizá por eso se ha convertido en otro de esos vehículos míticos de la gran pantalla.

Pero si algo distingue a Akira es la ausencia de buenos y malos al uso. Todos los personajes ofrecen distintas tonalidades de grises en sus comportamientos lo que dota a la película de un aura filosófico muy alejado del manga 'habitual'. Si a eso se le une la banda sonora de Geinoh Yamashirogumi la cinta se convierte en algo realmente extraordinario.

Su influencia ha llegado hasta el 2018 (y lo que le queda). Rian Johnson, director de Star Wars VIII admitió que sus influencias «van desde Terminator hasta Akira». Los hermanos Duffer, creadores de 'Stranger Things' también han admitido su inspiración así como Matrix, Origen y tantas otras. Su estética ciberpunk de un estado policial, decadente y falto de ideales y piedad ha traspasado fronteras durante estos 30 años.

Por supuesto ha tenido una gran importancia en el manga y el anime de años posteriores. A Akira le considera el título precursor de la segunda ola de anime 'fandom' de la década de los noventa que derivaría en títulos tan imporatantes y conocidos como Pokémon, Naruto y Dragon Ball, las cuales a su vez transformaron la cultura y se convirtieron en fenómenos culturales a nivel mundial.

La película fue todo un éxito desde su estreno y el manga siguió su propio camino hasta 1990 así que sus finales fueron diferentes. Ōtomo ha dicho que cuando se encontraba escribiendo el final para el manga una de sus influencias definitivas fue la charla que sostuvo con Alejandro Jodorowsky.

Además, para agrandar su leyenda Akira cuenta con una profecía: la de la celebración de los JJOO en Tokio (Neo Tokio en la peli) en 2020. El largometraje se desarrolla durante 2019 en un futuro distópico en el que una explosión nuclear ha provocado la Tercera Guerra Mundial y la destrucción de Japón. 30 años después Tetsuo y Kaneda, huérfanos e integrantes de una banda de moteros están a punto de protagonizar una historia que 30 años después sigue como nueva.

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