El arte con velo de Germán Sinova

Turba acercarse a 'Caras rotas', 21 fotografías impresas sobre tela con un rostro femenino difuminado sobre un fondo de oscuridad, semitapado con las manos opacando el gesto. «Busco crear cierto halo de silencio y misterio a partir del juego de tapar, de encubrir», observa el artista. El 21 se repite en varias series de retratos, pinturas y dibujos, jugando simbólicamente con esta cifra asociada en numerología al equilibrio.

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'Escáner corporal' muestra varios cuerpos en blanco y negro con rostros completamente cubiertos por el pelo, invitando al equívoco de identidades, compuestos todos ellos a partir de papel higiénico con las figuras impresas sobre acetato, creando contrastes entre gamas de blancos, grises y negros. Contiguas, una docena de fotografías de personajes ocultando su rostro con capuchas, con las manos, con la cabeza gacha. Adoptan todas ellas a partir del torso forma de triángulo equilátero, enmarcadas en un fondo claro. Rostros tapados, emblema de «vulnerabilidad contemporánea», en palabras del artista que durante diez años siguió con su cámara el proceso constructivo del Museo de la Ciencia de Valladolid.

El velo como elemento polisémico que oculta, sugiere, descubre a medias y crea apariencias obligando al espectador a detenerse y mirar atentamente. Sobre una mesa se reúnen varios 'collages' con alusiones a figuras de retablos, diferentes usos y funciones del velo. Es esta la cuarta y última exposición que organiza el Museo de la Universidad de Valladolid en este curso, que se podrá ver hasta el 6 de septiembre en la sala de exposiciones del Edificio Rector Tejerina (Plaza de la Universidad).