Raúl de la Hoz no se ha ido y ya está de vuelta

El sobresueldo se conoció cuando se vio obligado a hacerlo público en Bruselas para tomar posesión de su nuevo escaño, porque en las Cortes de Castilla y León esa transparencia no existe. Ni tampoco un régimen de incompatibilidades que defienda a los ciudadanos de la repercusión de posibles conflictos de intereses entre la labor o las decisiones públicas de un parlamentario y su actividad privada. Un vacío legal único en España, que amparó esa generosa doble retribución de De la Hoz, que sorprendió, cuando se conoció ese pago por duplicado, a bastantes compañeros de bancada. Por no decir a muchos. O a casi todos.

Quien fuera procurador por Valladolid durante 25 años y desde 2017 portavoz parlamentario del PP en las Cortes, cargo que dejó en julio para desembarcar en el Europarlamento vuelve a la Cámara autonómica de Castilla y León extraoficialmente en labores de tutor de quien recogió su testigo, el leonés Ricardo Gavilanes. El portavoz del grupo ejerce tareas políticas y parlamentarias, pero también administra la subvención que las Cortes ingresan en la cuenta del grupo: 1,39 millones de euros anuales.

Alfonso Fernández Mañueco ha reajustado el puente de mando del PP de Castilla y León. Ha ascendido un grado a la vicepresidenta Isabel Blanco, como coordinadora de Acción Política, y también a De la Hoz. Este último siguió esa Junta Directiva del lunes por videoconferencia. El eurodiputado pasa de vicesecretario de Comunicación del PP de Castilla y León a coordinador de Organización Interna. Con ascendencia sobre los vicesecretarios de Política Municipal (el abulense Héctor Palencia), de Acción Parlamentaria y Electoral (el burgalés Javier Lacalle), de Estudios (la vallisoletana Irene Muñoz) y sobre (y aquí está lo más novedoso) el portavoz de las Cortes, Ricardo Gavilanes, a quien Mañueco encargó hacer lo que hacía Raúl de la Hoz, que se convierte 'de facto' en su tutor tras un estreno titubeante del leonés en esa responsabilidad.

Este retorno implica varias lecturas. La primera incide en la confianza que el presidente tiene en Raúl de la Hoz para asuntos del partido. El eurodiputado fue, junto con el exgerente Pedro Viñarás (despedido por García Egea con indemnización y contratado meses después como asesor por Mañueco a través del grupo parlamentario), quien condujo las primarias autonómicas en las que el salmantino liquidó las aspiraciones de continuidad del 'herrerismo' sintetizadas en el leonés Antonio Silván. Un proceso en el que se expurgaron censos (la poda de León fue llamativa), se validaron afiliaciones y se intensificó la puesta al día de militantes con impagos, requisito indispensable para votar.

El primer paso de Mañueco tras ganar las primarias fue hacer portavoz en las Cortes al ahora eurodiputado. El tándem Viñarás-De la Hoz sigue cabalgando junto a líder regional del PP. Al conocimiento enciclopédico de toda la fontanería interna del partido, suman ambos la consideración que el barón popular tiene de ellos como asesores de total confianza para encarar elecciones.

La tutorización sobre la actual dirección del grupo parlamentario implica un punto de rectificación tras el nombramiento de Gavilanes y también genera dudas sobre el papel del segoviano Francisco Vázquez, vicepresidente de las Cortes y segundo de Mañueco en el PP de Castilla y León como responsable de organización interna desde el puesto de secretario general.

Lo que sí constatan los cambios es el reducido grupo de dirigentes (y los perfiles) a los que Mañueco escucha como iguales.