Soria es la provincia más afectada de España por la covid-19
Castilla y León alcanza un 7,5% de seroprevalencia, con una incidencia mucho más marcada en las provincias cercanas a Madrid
El mapa del cinturón covid teñido de azul oscuro deja pocas dudas. En esta pandemia, a efectos sanitarios, ha habido dos 'españas', la que ... rodea Madrid y el resto, con la excepción de Barcelona, otro territorio negro que pudo haber sido peor. Allí, en febrero, se suspendió el Mobile World Congress porque sus organizadores no se creían las garantías que ofrecía el ministro Salvador Illa y además dudaban de que, con el virus extendiéndose por Asia, sus principales firmas tecnológicas estuvieran dispuestas a viajar a Europa.
Aparte de esa esquinita con un 7,4% de incidencia del virus en territorio Barcelonés -rodeado por unos bajos 3,3%, 3,1% y 1,6% en Lérida, Gerona y Tarragona-, el núcleo de la pandemia se lo han repartido las provincias alrededor de Madrid. Y sobre todas ellas, Soria.
Coronavirus en Castilla y León
Porque la segunda ronda del estudio de seroprevalencia dejó las cosas casi como estaban, con un 5,2% de media en España frente al 5% registrado en la primera tanda, que se presentó el 13 de mayo. Pero en cuestión de números, todo es estrujar hasta que confiesen. Y la verdad es que el mapa provincial que han dibujado los anticuerpos IGg analizados deja entrever la abismal diferencia en el tamaño del golpe en Castilla y León o Castilla La Mancha respecto, por ejemplo, a Galicia o Andalucía. Si la media de la primera tanda en la región era de un 7% -corregida la primera versión con los números ya consolidados-, en la segunda ha sido de un 7,5%. Y todas las provincias, con la excepción de León, han mostrado un incremento de personas con anticuerpos en esta segunda fase del estudio, en la que se ha contado, incluso, con algunos participantes más que en la primera.
Con todo, la incidencia de la enfermedad, en términos absolutos, supondría que la han pasado 180.000 personas en Castilla y León en lugar de las 172.000 que se calculaban tres semanas atrás. Y eso no hace sino confirmar que la tasa de letalidad del Sars-Cov-2 ha sido, a pesar de lo doloroso, menor de la que se pensaba. Aunque suficiente, eso sí, para estar a punto de colapsar todo el sistema sanitario. En Soria, la provincia más tocada, habrían enfermado, según los índices del estudio, unas 13.000 personas, con 248 fallecidos con covid confirmados o con síntomas según los datos de la Consejería de Sanidad. La tasa de letalidad sería de un 1,90% respecto a ese total de posible contagiados.
Resulta llamativa la capacidad de este virus para pasar de unos seres humanos a otros. La primera ronda del estudio de seroprevalencia se hizo entre el 27 de abril y el 11 de mayo. Es decir, con el país aún confinado de un modo bastante estricto. La segunda ola se ha realizado entre el 18 de mayo y el 1 de junio, ya con las fases de desescalada más avanzadas. Y se ha demostrado que, pese a las distancias de seguridad, al uso cada vez más frecuente de mascarillas y a que gran parte de los que se sometieron a la primera tanda lo han vuelto a hacer en la segunda (un 95%), un 0,80% de las personas que no tenían anticuerpos, es decir, que no habían tenido contacto con la enfermedad, ahora sí los tenían.
Y ahí resalta la nota de prensa del Ministerio, de nuevo, a Castilla y León. «Destacan los casos de Ávila, Valladolid y Palencia, con valores cercanos al 2%, y los de Madrid, Soria y Gerona con un 1,5%».
Es decir, que cuatro de las seis provincias en las que más se ha notado esa 'seroconversión' son de Castilla y León. Y también está Madrid. De nuevo el cinturón madrileño en acción. «El porcentaje de personas sin anticuerpos y ahora con anticuerpos indica que han tenido contacto con el virus en esas dos semanas», explicaba Marina Pollán, directora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III. «Eso encaja con la situación epidemiológica más estable que tenemos ahora mismo».
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, atribuye al control de la pandemia la escasa evolución general de la infección respecto a la primera tanda. «Tenemos una evolución de la epidemia buena y eso se observa en que el incremento de infectados ha sido pequeño y referido a hace una semana, lo que implica que los datos corroboraron los que tenemos de casos clínicos detectables. Indica que probablemente el inicio de la epidemia se debió a una entrada incluso mayor a lo que los datos que teníamos nos podían dar a entender», explicó. De hecho, al comienzo de su intervención había señalado que «en los últimos 15 días en España se está haciendo análisis a entre 10.000 y 11.000 sospechosos de coronavirus cada día».
Además, el estudio de seroprevalencia parece demostrar que en torno a un tercio de los casos de infectados son totalmente asintomáticos. Y en esa capacidad de la enfermedad para pasar inadvertida está la clave del riesgo. «Los asintomáticos tienen menores carga viral y puede que muchos no transmitan, pero el riesgo está ahí. Si son un volumen importante pueden llegar a tener un impacto de importancia en la transmisión de la enfermedad». En Castilla y León, grosso modo, supondría que unas 60.000 personas han pasado la enfermedad sin síntomas y con una cierta capacidad de contagio. Dato que revela, por enésima vez, la importancia de mantener las medidas de distancia física y de higiene de manos, así como el uso de mascarilla.
Y, obviamente, la movilidad lo más restringida posible de momento, especialmente desde territorios con gran incidencia. El doctor Raúl Ortiz de Lejarazu escribía el pasado 14 de mayo: «Soria, ejemplo de la España despoblada (no vaciada), es la provincia con el mayor porcentaje de seropositivos, acompañando a otras cerca de la capital. Cuando Madrid estornuda, las dos Castillas se acatarran».
Y tal cual. La movilidad ha sido la clave diferenciadora. La que ha llevado a desperdigar el virus con mayor o menor fuerza. Solo hay que ver el mapa.
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