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Los participantes, durante la Jornada de Organizaciones Agrarias celebrada esta mañana en el CES. R. Gómez
El CES reivindica la agricultura como sector clave para la reactivación económica de la región

El CES reivindica la agricultura como sector clave para la reactivación económica de la región

Enrique Cabero destaca la potencialidad del campo en Castilla y León y el necesario respaldo de las administraciones y la sociedad para su competitividad

Andrea Díez

Valladolid

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Martes, 1 de diciembre 2020

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Con la última reforma de la Política Agraria Común, la Unión Europea deja clara su apuesta por la actividad ecológica. Una tendencia que se traduce en la economía verde y que pone en el centro de la estrategia, la sostenibilidad y cuidado medioambiental. Eso sí, también es necesaria una rentabilidad para que se pueda mantener la actividad de las familias que viven de la agricultura y la ganadería. Este es el punto de partida de la Jornada de Organizaciones Agrarias que tuvo lugar en la sede del Consejo Económico Social de Castilla y León, organizadores del encuentro junto con El Norte de Castilla.

El encuentro, moderado por Carlos Aganzo, director de Relaciones Institucionales de El Norte de Castilla, contó con la participación de las organizaciones agrarias de la región, de la universidad a través del decanato de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales de la Universidad de Salamanca y del propio Consejo Económico Social de Castilla y León.

La pandemia mundial se ha traducido en una grave crisis sanitaria, que ha descubierto las debilidades pero también las fortalezas de este sector, pero también en una crisis económica, «sin precedentes», como se escuchó a lo largo de la sesión en diferentes ocasiones. El presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León, Enrique Cubero, arrancó su intervención agradeciendo la participación de los invitados porque «todas las propuestas y aportaciones son fundamentales en este momento para el funcionamiento del CES».

La agricultura y la ganadería, en definitiva, el campo de Castilla y León, se plantea un nuevo reto como base de la economía verde siguiendo las directrices marcadas en Europa. Pero su peso en la sociedad castellano y leonesa va más allá. En el planteamiento de Enrique Cubero, el campo y su industria son «una opción estratégica para la reactivación económica de nuestra comunidad». En este sentido, continuó su intervención aludiendo la necesaria implicación de las administraciones públicas y la sociedad para hacer frente los desafíos económicos que se presentan.

En este contexto de economía verde y del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible contemplados en la Agenda 2030, el sector agrario de Castilla y León «es un ejemplo para el resto de la agricultura europea. Aquí vamos muy por delante con ese compromiso», apuntó. En este camino, agricultores y ganaderos no están solos, porque la formación de profesionales y la investigación aplicada al campo, contribuyen a mejorar las oportunidades de éxito para contar un sector competitivo.

Una idea sobre la que insistió el presidente del CES recordando que «tenemos que tener claro que estamos ante un auténtico sector estratégico. Todo lo que tiene que ver con la alimentación, la producción de nuestro campo, seguridad, salud y bienestar, la consolidación de un modelo de sociedad basado en la calidad y la igualdad reposa en el sector agrario». Asimismo enumeró varios objetivos necesarios para alcanzar el éxito en los objetivos planteados. En primer lugar, se refirió a la implicación de las administraciones públicas y la sociedad «para reconocer, financiar y mantener un funcionamiento de calidad como el que disfrutamos en Castilla y León».

A continuación, mencionó la urgencia de inversiones tanto para regadíos como para hacer frente a competencias desleales de otros países extracomunitarios que no cumplen con la normativa medioambiental. La tercera de las acciones a desarrollar se encamina al reconocimiento de servicio público del campo, «hay que poner en valor el cuidado de la tierra, el cuidado medioambiental. En Castilla y León es fundamental que haya profesionales, personas, empresas, entidades que trabajan en el sector agrario y que mantienen el campo».

Siguiendo esta línea, vinculó la lucha contra la despoblación como otro eje transversal al que contribuye el sector agrario, con la fijación de población en el medio rural y generando beneficios en otros ámbitos como el del turismo, el gastronómico o el cultural. Enrique Cubero alagó el esfuerzo de adaptación y transformación permanente, «Hemos ido a un ámbito de calidad muy sobresaliente en el contexto nacional e internacional. Tenemos una gran potencialidad para que el sector siga creciendo». Sobre esta apreciación, incidió también en el trabajo para conseguir que la cadena de valor se corresponda con la realidad y «la actividad agraria sea rentable».

Para finalizar, el presidente del Consejo Económico y Socia de Castilla y León, volvió a resaltar la importancia de este sector clave en la superación de la crisis económica que necesita del reconocimiento de la sociedad y las instituciones. «Estamos orgullos de este sector pero hay que respaldarlo invirtiendo y destacando la calidad y el tesoro que tenemos en Castilla y León».

ASAJA demanda inversión en regadío y rentabilidad de las explotaciones

La reciente aprobación del Pacto Verde plantea dos estrategias europeas, De la Granja a la Mesa y la Biodiversidad, que salieron a relucir a lo largo de la sesión organizada. Para Donaciano Dujo, presidente de Asaja, «la agricultura y ganadería es verde por naturaleza como verde es el color de la esperanza con la que planteamos un apoyo definitivo al sector», apuntó. Dujo valoró la situación actual del campo tras la pandemia y explicó que el confinamiento durante la pandemia sirvió para demostrar que estacó que «somos un verdadero sector estratégico, no ha faltado de nada y además no somos los responsables de la contaminación del planeta». Por este motivo, aprovechó también para incidir dos reivindicaciones clave. Por un lado, las inversiones en regadíos y «asegurar la producción y mayor rentabilidad en las explotaciones». Por otro, la rentabilidad de las explotaciones estableciendo precios justos y costes asumibles. Asimismo aprovechó para volver a insistir en que «no vivimos de las ayudas ni de las subvenciones». Destacó la capacidad de producción de la región frente a otras comunidades como mayor número de agricultores y sacó pecho con los resultados de la última década en producción de cultivos como maíz, remolacha, patatas, girasol, forraje y legumbres. No se olvidó tampoco del sector de vino y su alta competitivas. Para concluir pidió que el reconocimiento del campo por su capacidad de producción de alimentos, la protección del medio ambiente, el trabajo en el medio rural y el esfuerzo en materia energética con las renovables y eléctricas. «Hemos profesionalizado el sector e incorporado jóvenes pero para que haya futuro nos tienen que dejar trabajar», finalizó el presidente de Asaja.

UCCL Lamenta la lucha en solitario de la agricultura de la UE

«Europa no se planta la competitividad de la agricultura y la ganadería en términos de producción. Estamos solos en esta lucha» Así resume el coordinador regional de UCCL, la sensación de impotencia causada por las medidas planteadas a nivel europeo. En este caso, el motivo está en la no exigencia de los mismos requisitos de calidad y producción que aquí se aplican al resto de alimentos y productos que se importan de países extracomunitarios. Lamentó la inacción de la Unión Europea frente a las posiciones geoeconómicas que están adaptando otros países. Es el caso de China, un importante competidor en el mundo de la alimentación que ha diseñado planes estratégicos en otros lugares como África, «la alimentación es clave frente al crecimiento de la población mundial», expuso. En cuanto al dinero destinado en los presupuestos comunitarios para el desarrollo de la PAC, explicó que las partidas no han aumentado pero «sí el papeleo y los temas burocráticos por las nuevas exigencias acordadas», Así que Jesús Manuel Palacín aprovechó para lanzar una serie de propuestas que solventen este agravio comparativo. En primer lugar, reciprocidad, «no hay controles ni en origen, ni en frontera. Cuando denunciamos nos dan la razón pero todo sigue igual», criticó al mismo tiempo que incidió en la falta de voluntad política para establecer un cambio. En segundo lugar, se refirió al etiquetado, «por lo menos que la gente elija si quieren comer productos de la UE con los controles que hacemos o de fuera sin ellos». En tercer lugar, apuntó una reivindicación histórica, los precios justos, « a nadie parece interesarle la definición de coste de producción oficial». Y en cuarto y último lugar, la educación al consumidor, «tienen que ser nuestros aliados. Hay que ser muy pedagógicos», finalizó.

Alianza UPA-COAG Castilla y León reconoce que hacen falta ayudas para cumplir con el pacto verde

«El cambio climático no se discute, es una realidad. Nos obliga a reorientar este sistema lineal hacia uno más circular basado en la sostenibilidad, medio ambiente y reciclaje» destacó Aurelio González, de la Alianza UPA-COAG Castilla y León en el arranque de su intervención. Aludió a los beneficios de la investigación para conseguir cumplir con los objetivos del Pacto Verde, que pone en el centro el cuidado medioambiental frente a la producción, «creo que es muy importante como se está abriendo el campo a la investigación, cómo las propias universidades se han abierto al sector». En este sentido, se mostró realista sobre el sendero que deberá cumplir el sector agrario y ganadero en términos generales para seguir las directrices marcadas por Europa. Para ello, será necesario, según explicó, reducir los índices de contaminación a través de la aplicación de medidas innovadoras. Además, propuso la remodelación de los sistemas de explotación y adecuarse a los cambios en los hábitos alimentarios que se están sucediendo. «Es importante la estrategia de La Granja a la mesa porque recupera el comercio de cercanía». Pero también fue realista con el necesario acompañamiento de una serie de medidas económicas para que el sector pueda hacer frente a la batería de cambios y normas exigidas. «Para Alianza UPA-COAG Castilla y León, el modelo económico basado en el agricultor rural y la gestión de los recursos de esa zona tiene que contar con mayores facilidades por ejemplo en la compra de tierras a pequeños y medianos agricultores». Coincidió además con el resto de sus compañeros de las organizaciones agrarias en incidir sobre la idea de la alta contaminación de este sector, «con la pandemia se ha demostrado que las vacas no han contaminado el medio ambiente ».

La Universidad reclama los beneficios ecosistémicos

En el desarrollo de las jornadas los participantes estuvieron de acuerdo en la definición de tres aspectos claves de la economía verde que apuntó el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales de la USAL, Fernando Rodríguez López, la productividad y competitiva, la sostenibilidad y la puesta en valor de los servicios en la naturaleza. Precisamente sobre este último aspecto Fernando Rodríguez insistió en la fórmula de los beneficios ecosistémicos, se trata de una serie de pagos vinculados al cuidado del medio natural, «hay que reclamarlos, no solo por justicia ética sino que también sirve para fijar población. Es un reconocimiento de justicia a las personas que están en el medio rural». Por otro lado, planteó otra «herramienta importante» para el sector agrario que pasa por las inversiones a proyectos sostenibles. «Ahora se está trabajando en la definición de financiación sostenible y aquí el campo tiene mucho que decir. Se van a abrir fondos privados que buscan una inversión sostenible», explicó. En este sentido, Fernando Rodríguez aconsejó a los presentes estar atentos al desarrollo de iniciativas como estas que les permitirían « acceder a fuentes de financiación enormes». Además, sobre el papel de la Universidad y su relación, en este caso, con el campo, señaló como reto pendiente, mejorar las relaciones, «hay que potenciar estructuras intermedias entre universidad y sector agrario. A veces los resultados en el ámbito de la investigación y no pasan a un siguiente nivel por la inercia de la propia universidad», comentó. Asimismo se mostró confiado en que poco a poco se vayan construyendo vías de comunicación y trabajo que les faciliten, «salir de la burbuja porque es necesario entrar en la sociedad e integrarse con lo que hacemos», concluyó.

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